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Cuando salió de la habitación, Nikolay se quedó mirando la puerta. Él no tenía duda que tarde o temprano compartiría su cama y su actitud esquiva lo enfado. Pero se excito aún más al imaginarse enterrándose entre esos suaves muslos hasta que hubiese obtenido el placer que nunca se cansaría de ella.

Una noche sería más que suficiente, decidió con una sonrisa oscura. La quería en su cama y la quería de todas formas posibles. Así olvidaría a Kira de una vez y quizá entonces entendería que era lo que tanto le atraía de Natasha.

Al menos no habría complicaciones con Kira, pensó mientras llamaba a su ama de llaves para darle instrucciones. Daba igual que lo hubiese traicionado. El la conocía y la haría pagar de manera apropiada por a ver dejado a su hijo, de meterse en su mente día  y noche.

Nikolay miro al hombre pelinegro con gesto irónico.

-Aunque eso es asunto mío, ella está esperando a mi hija y sé que Akim necesita una madre. No puedo separar a mi hija de Natasha al nacer y quiero minimizar la tristeza de la inevitable separación antes de rehacer su vida.

-Llevártela a tu cama, me parece una extraña manera de rehacer su vida –opino Mijaíl sin dejar de sonreír –Yo prefería que te hagas lo correcto, tienes hijos ahora. Debes buscar a Kira y a Kiara y dar el tema por finalizado.

-Pienso casarme con ella –replico Nikolay.

Mijaíl estuvo a punto de  soltar  una carcajada al pensar en Natasha, y su estilo de vida lujoso, atada por un hombre tan conservador, las oscuras facciones de Nikolay siguieron impasibles.

-Enhorabuena. Por cierto, esta noche los hermanos estarán aquí.

La información que había pedido sobre los misteriosos hermanos por fin apareció en la pantalla de su ordenador cuando su amigo salió de su despacho. Si tuviera algo de paciencia habría pedido la información antes de que ellos llegaran a Rusia, pero la curiosidad lo había empujado a olvidar su habitual precaución.

El susodicho medico apareció en su mente, Natasha no tenía planes de seducirlo, estaba seguro, pero eso no erradicaba una casi abrumadora tentación de romperle los dientes de un puñetazo. Por supuesto se había contenido, sorprendido por ese violento ataque de ira. Claro que los había sentido antes por culpa de los genes cargados de violencia y corrupción de sus antepasados, pero nunca en su vida había sentido eso por culpa de una mujer y lo inquietaba.

Una noche y miles más, la tendría en su cama se aseguró a sí mismo.

En cualquier caso, no corría ningún riesgo con Kira porque él no iba a seguir formando un lazo sentimental con aquella mujer. Su hijo sería la única excepción a esa regla. Querer y cuidar de su hijo era algo puro, genuino.

-Creo que es la única solución para todos –anuncio Kiara valientemente mientras intentaba consolar a su llorosa hermana.

Kira se avergonzaba de esconderle tantas cosas a su hermana, pero no se atrevía a contarle toda la verdad porque habría quedado horrorizada si supiera que estaba fingiendo y amaba a Nikolay. Ningún argumento podría convencerla de que tal deshonestidad estuviese justificada. Además, ellas tenían problemas.

-Akim es su hijo y el pobre hombre sé que sufrirá la pérdida del niño –dijo Kiara –Este es nuestro último ataque, el niño estará aquí muy pronto. ¿Sabes lo más gracioso? Nuevamente será padre.

Kira dejo de llorar y la miro.

-¿Qué? Como sabes eso.

-El señor Volkov es un irresponsable que le gusta dejar esperma por todo buen cuerpo –tuvo que admitir Kiara –Es su antigua novia, pude ingresar a su información, su embarazo es crítico. Pensé que un pequeño susto no le vendría mal.

-Dejemos esto, Kiara. ¿Cuándo terminara? Me dispararon en la pierna, ¿Qué pasara después? Akim es solo un niño, dejemos de lado. Busquemos una manera de poder llegar nuestro acuerdo de otro  modo.

-¡¿Qué no ves Kira?! Omar, llega mañana. Su única condición es la muerte de Nikolay y Mijaíl para que nuestras cabezas estén a salvo.

-Sí, pero no olvides que tú fuiste quien nos metió en este asunto. Tú fuiste quien utilizo mi identidad, ahora aquel hombre nos quiere a las dos. ¿Cómo, carajo, tendremos esas armas? Dime, para poder entender tu maravilloso plan. –Kira se apresuró a recordarle que Kiara había firmado el acuerdo usando el nombre y la identidad de su hermana.

-Sí, es verdad. Pero era necesario, si no hubiera hecho lo que hice, tú estarías muerta. ¿De dónde crees que salió ese dinero, para tu operación? Ya no hay de que arrepentirse Kira, solo queda seguir hasta el final y no dar un paso hacia atrás. Ahora, ¿Estás conmigo, en esto?

Kira palideció ante tanta aprobación. Sabía cuanto se disgustaría su hermana si supiera que ella quería dar un paso atrás, volver con su padre y olvidar todo.

-Estoy contigo, ¿Cuál es el siguiente paso?

-Mañana tengo entendido que la embarazada saldrá, le daremos una sorpresa, no la secuestraremos. No nos sirve una embarazada en riesgo de aborto, fijaremos un ataque a su bunque. Será lo último que haremos, entregaremos esas armas, a Mijaíl y Nikolay.

-¿Lo prometes? Prometes que será lo último, dejaremos todo esto y regresaremos con papá. Todo esto está mal, a mamá no le hubiese gustado que eligiéramos esto en nuestra vida. 

-Lo prometo.

Sin Salida #1   (Serie Rudos Deseos )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora