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Las dos mujeres miraron por la ventana, una con un vaso de wiski  mientras la otra fumaba un habano.

-¿Ya sabes lo que quieres hacer con la chica? –pregunto Kira, mirando a la nada.

-Simple, la vida de Mijaíl por la chica. Él tiene que salir del mapa para poder  acechar a Volkov. Si Mijaíl esta un paso antes que Nikolay es la ruina de nosotras.

-¿Y porque? –Inhaló el habano.

-¿Eres tonta? Mijaíl es la cabecilla del ejercito de Volkov, el mata a cualquiera sin dudarlo, con tal de que su amigo tenga vida eterna –ironizo, mirándola –De igual manera, esa familia tiene que desaparecer, vamos levanta. Iremos  a ver a nuestra invitada.

Salieron de la casona, subiendo cada una a un Audi distinto. La mente de Kira era un caos, extrañaba a su hijo como también tenía una necesidad de volver a los brazos de Nikolay. Pero estaba hablando de un tema delicado, su hermana. Sangre de su sangre, llevaban planeando esto desde que eran unas tontas adolecentes. Miro la vieja fábrica en ruinas.

Al menos no me caía bien ni tenía buen lazo.

 Pensó; recordando la vez que la miro mal y la hizo quedar mal frente su madre.

-Todo vuelve, querida Ekaterina –susurro para ella.

 Al bajar su hermana ya estaba un paso adelante, entro al sucio lugar donde habían diez hombres, miro a la chica amordazada, atada sus pies y mano. Su maquillaje todo corrido.

-¿Cómo esta nuestra invitada? Lamentamos las circunstancias en conocernos, me llamo Kiara lebedev y cómo puedes ver –miro a su hermana, sonriendo –.Somos hermanas, no tenemos el dinero de tu hermano para mantenerte como una reina, pero al menos tienes comida y ¡valla! Déjame decir que eso es lo que importa.

Kira sonrió por las ocurrencias de su gemela. Se acercó donde ella para sacar la mordaza de su boca.

-No llores, aun esta vida y eso es otra cosa que importa, solo buscamos una cosa, esperamos que nos ayudes.

-¿¡Que quieren de mí!? –Lloro con más intensidad –. Eres una despiadada, Nikolay sabrá de esto y las matara, no llegaras a nada con esto Kira. Por favor suéltenme. –suplico, sin dejar de llorar, a esa altura, no le importaba suplicar mientras fuera liberada. 

-Kira no... Kiara sí. Si fuera por Kira tú no estarías aquí –la miro enfadada Kiara –sabemos que Mijaíl es tu amor, pequeña, veremos cuanto es el amor que el bastardo siente por ti.

Ekaterina las miro horrorizada, no quería que Mijaíl sufriera por ella.

-¿Que puede saber alguien de amor, cuándo no quiere ni a su sangre? –fue el turno de Ekaterina reír, miro a Kira –eres tan patética, lo único que eres, es una marioneta de tu hermana, nunca serás nada más que eso. ¿Vale la pena todo lo que haces por ella?

-¡Ya cállate! –grito Kira, golpeando su rostro una y otra vez. –No eres nadie para hablar de Kiara ¿A caso tu hermanito es mejor que tú? Si el renunciara a su puesto tu no estarías aquí, estúpida.

Kiara sostuvo su mano, mirando a Ekaterina con sangre en su bello rostro.

Sin Salida #1   (Serie Rudos Deseos )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora