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Miro la pantalla en negro, su pecho se hincho de felicidad, una pequeña vida crecía dentro de ella y era lo que más amaba.

-Ve allí –apunto una mancha en la pantalla –. Allí está la pequeña, su tamaño y peso es el ideal para ella. No tiene de que preocuparse.

El joven médico, siguió moviendo el instrumento por su vientre, mirando en todos los ángulos al bebé.

-¿No hay de que preocuparse,no? –pregunto, aun morando la pantalla cn una sonrisa.

-No, no hay de que. Solo seguir con sus vitaminas prenatales y el  control hasta su mes de nacido. Debe evitar el estrés, aun sabes que estas en peligro....no te emociones demasiado, sabes que la bebe tiene una posibilidad que no viva en el parto.

Retiro el instrumento de su vientre, para luego limpiar con una toalla el gel.

-No me pidas que no me emocione, cuando una vida depende de mí –agarro su mano –. Iván, si algo sucede en el parto, quiero que salves su vida. Por favor, déjala vivir.

Lo miro con lágrimas en los ojos, Iván, había llevado el control de Natasha desde su primera semana de gestación, viendo lo maravilloso que eran el uno y el otro. Floreciendo una amistad entre los dos.

-Natasha… creo que deberías hablarlo con el padre de tu hija..

-No puedo, es complicado. Todo en su vida es complicado. ¿Cómo podría dejarle a mi hija? –Pregunto, angustiada.

-No puedes ser egoísta, ¿Si su padre no la cuida, quien lo hará? Si algo te sucede ese día, sabes que tu hija pasara al estado. No tienes familia.  

Seco sus lágrimas, nuevamente mirándolo.

-Te considero mi familia, sé que no dejaras que nada le suceda a ella. Debe prometerme, que la cuidaras. Promételo.

-Lo prometo, prometo cuidarla por ti.

-¿Interrumpo? –Nikolay, entro a la habitación.

Iván e Natasha, soltaron sus manos frente a la seria mirada del señor Volkov.

-Puedes irte Iván, luego hablaremos.

El medico recogió todas sus cosas, mirando por última vez a la mujer y partir de la mansión.

Una vez solos, Nikolay  camino hasta la ventana de la mansión, viendo el auto partir fuera de la villa.

-¿Iván, he? –pregunto, tomando las imágenes del bebe, tratando de descifrarla –Su confianza es mucha, para llamarlo por su nombre y secretear por el padre de tu hija.

-Eso no es asunto tuyo, si estoy aquí es por qué no me dejas partir. No te da más derecho.

Bajo de la cama, bajando su vestido.

-¿No me dirás quién es el padre? –dio la vuelta, aun con la fotografía en su mano.

-No.

Una ronca risotada seca escapó de la garganta de Nikolay.

-¿Qué es tan gracioso? –cuestiono, sin gracia en su rostro.

-¿Qué es tan gracioso? Bien te diré que es tan gracioso, te investigue y no estuviste con ningún hombre después de mí, ni cuando estábamos juntos.

>>si mis cálculos no fallan, cinco meses. Los meses exactos desde nuestra última vez, antes que partieras a tu trabajo. Deja de engañarnos a todos Natasha, dime de una vez. ¿Esa niña es mía?

-¡No tienes derecho a hacer eso, eres un bastardo! –golpeo su pecho, repentina veces, llorando.

-¡Te di la oportunidad de hablar, lo hice por las buenas. ¿Acaso no sabes, como pensaba, si esa niña era mía,  Crees que mi vida es fácil? –grito, enfadado. Odiaba, tener que enterarse así la existencia de su paternidad.

-¡Nunca dije que era fácil, ¿Cómo podría venir y decir que tienes una hija? Cuando quise decirlo, me diste la peor noticia!  –Lloro con más intensidad –Te ibas a casar y no era exactamente con tu prometida. ¿Querías que destruyera lo que tenías, cuando me dices que la amas? Esto no funciona así, Nikolay, yo no funciono como tú quieres.

Nikolay se quedó mirándola con una ceja alzada. ¿Estaba jugando con él?

-La niña se quedara aquí, tu decidirás si quedarte o irte. Pero te iras sin ella.

-No, no puedes, tú no puedes apartarme de ella. ¿Te das cuenta de lo que hablas, no tienes sentimientos? Es una bebé, ¿que podrías hacer tu con dos bebes? Eres inútil sin la ayuda de Mijaíl, ¿As demostrado, ser algo mejor? Con Kira, conmigo. La respuesta es no.

-Pido que hagamos esto los dos, Natasha. Una nueva oportunidad para que esto funcione, por ellos. Cometo miles de errores, pero no me arrepiento de mis hijos y no deseo que uno de ellos este lejos de mi lado. Tienes razón, Mijaíl es mi amigo y mano derecha, pero esto no podría hacerlo sin ti a mi lado.

Sin Salida #1   (Serie Rudos Deseos )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora