010

1.3K 129 1
                                    

Tanto Kira como Nikolay miraron en el umbral de la puerta donde se encontraba su hermana Ekaterina  recostada de brazos cruzados.

Lo primero que Kira había pensado en ese momento era que aquella mujer bellísima era su prometida, sintió pena por ella misma.

Temiendo enseguida por otro problema relacionado con ella, rápidamente se levantó, en el momento que Mijaíl se le sumaba a la habitación.

- Nikolay, hermano. Lo siento entre tu hermana y tu madre fue imposible ocuparse de las dos, sin contar que mi madre está aquí. Les dije que…- el hombre t dejo de hablar cuando vio el prominente pecho de la madre de su sobrino. Debía admitir  que la mujer tenía buenos atributos. -. ¡Pero valla! Sí que eres un peso en oro Kira. – le giño el ojo.

Los dos hermanos en ese momento se tensaron, cada uno tenía su explicación pero no la querían admitir en alto, y mucho menos el padre del niño, que le había prometido a su amigo que le dejaría pase libre con la mujer que en ese momento estaba solo en sostén, sin pudor a mostrar lo que con años gano.

- Mamá  te espera en la sala Nikolay – miró  por última vez a la mujer con odio y salió.

- Creo que no le agrade en lo más mínimo. – afirmó, buscando su blusa.

- No te preocupes cariño, esa mujer es como una víbora, busca el momento exacto para tirar su veneno y creerse una reina.

- ¿Eso fue una aclaración o más bien una advertencia de cuidado?

- En el punto que tú lo quieras ver suena lo mismo, de toda manera sigue siendo una víbora, en fin- suspiró, centrando su atención en su amigo que tenía la mandíbula apretada jugando con el niño -. Mejor  me voy, no quiero que mi madre aparezca por aquí.

Cuando el hombre salió de allí,Kira expresó.

- Mijaíl es un buen hombre. En el tiempo que no estuviste me acompaño en todo momento.- se sentó en el otro extremo de la cama, mirándolo raro-. Hasta creían que era el padre de Akim.

Esas palabras captaron la atención del hombre que la miro aún más enfadado. Mijaíl no era el padre de su hijo, mientras el viviera nadie seria la figura paterna de Akim, si fuera posible vendría del mas allá, solo para que nadie tocara lo que era de él.

-Escucha con atención Kira…- agarró al niño en brazos y se acercó  a ella-. Mientras estés aquí y decidas tener una relación, tendrás que irte y olvidarte del niño.  Nadie será el padre de MI hijo, mi sangre mis órdenes.

Dispuesto a salir a dar la verdad a su familia, Kira le freno.

- No eres nadie para decidir por mí, para elegir entre mi hijo y una relación. No soy una santa ni una diabla, pero como tú tienes a alguien con quien saciar tus necesidades y poder ser feliz, yo igual puedo tener una relación. Eso no querrá decir que Akim tendrá otro padre ni que lo dejare de querer.

Aún  con el niño en brazos, Nikolay en un rápido movimiento se acercó a ella; sin hacer demasiada presión agarro su cuello.

- No pedí tu opinión, vallas donde vallas siempre te encontrare, no puedes escapar de mi Kira – susurró cerca de su oído -. Por lo tanto, si tienes necesidades que te follen, yo seré quien te complazca. Ni me provoques.

No sabía cómo tomar aquellas palabras Kira, si era bueno o malo como le había dicho, las ganas de llorar apareció pero tuvo que resistir por su hijo.

Tenía que ser fuerte o caer y lo último que una mujer como ella necesitaba era caer.

Sin Salida #1   (Serie Rudos Deseos )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora