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Nuevamente volvió con Natasha, al entrar a la habitación ella dormía gracias a los calmantes. Milagrosamente, solo tenía un moretón y un rasguño en la mejilla. Eran las únicas secuelas que habían quedado del trágico accidente en el que su hija había perdido la vida. El cinturón de seguridad le había salvado la vida.

Su teléfono móvil comenzó a sonar.

–Diga –dijo Nikolay al contestar,  apartándose de la cama.

–Siempre es bueno hablar contigo Volkov.

–¿Qué quieres, acaso no te fue suficiente y quieres seguir por más? –replico Nikolay con el mismo aplomo del que hacía gala en el mundo de los negocios.

–Siempre es bueno tener más y yo lo quiero todo. ¿Quieres al bastardo? Hay condiciones, y es mejor que vengas por él. Es un niño muy odioso y odio que lloren. –las palabras de Kiara salieron de su boca con tanto asco, demostrando lo tanto que repudiaba al niño. –Mis condolencias por tu esposa e hija, hice todo lo que pude para que ellas no vivieran, ¿Puedes creer que la muy desgraciada trato de impedir que nos llevemos a Akim? Una vida por otra y eso fue lo que hicimos.

–¿Qué es lo que quieren a cambio? –dijo con un gesto de amargura, consciente de lo que haría por su hijo.

–Fuiste muy ingenioso al entregar el cargamento, con ese hecho pusiste la cabeza de tu esposa e hija en bandeja de oro. Quiero que tus hombres manipulen el cargamento en Londres y renuncies tu puesto.

–Eso es imposible. Ese cargamento ya no está bajo mis suburbios.

–Eso no me interesa. Eres inteligente Nikolay, por algo has llegado donde estas, tu sabrás como hacer que ese cargamento no llegue a manos menos indicadas.

–No prometo poder hacerlo, pero lo intentare.

–No quiero que lo intentes, quiero que lo hagas. Y recuerda dejar tu puesto.

Al colgar la llamada, Nikolay maldijo en voz baja. ¿Qué tan importante era ese cargamento?

Esta vez fue el quien llamo a Michael.

–Tienes unos hombres muy sabios, Nikolay –fue lo primero que dijo Michael ante el llamado de su colega.

–Eso no importa ahora, estoy en un apuro donde el cargamento que te envié es el responsable –Nikolay respiro hondo, todo aquello le estaba agobiando a tal punto –Dime, en que me has metido. Ese cargamento no es para ti o de última tú eres quien está en problemas. De esto depende la vida de mi hijo.

–¿De qué hablas Volkov? Dijimos que ese no sería asunto tuyo. Tu trabajo era…

–Me importa mierda lo que acordamos, si estarías en mi situación sé que harías lo mismo. Tienen mi hijo y la condición es que ese cargamento sea destruido a cambio de él. Necesito saber el terreno donde me meto y por lo que veo, todo depende de la información que tú me digas. 

–Ese cargamento es para el gobierno británico, por lo que se, están en comienzo con una guerra saudita. Tienen mi expediente, un expediente que me puede llevar a la misma muerte si ellos quieren y para su protección quieren que pueda aportar todo cargamento que los destruya. Puedes estar tranquilo que nunca hablare de nuestra conexión.

Vólkov  aparto el teléfono móvil de su oído, no sabía si reír o llorar por  aquello. Ahora es donde entendía todo, su primogénito estaba en medio de dos guerras como carnada. Ellos habían saboteado aquel cargamento para tener una ventaja mayor a los británicos y ahora querían lo mismo.

–Te llamare luego.

Al mirar sobre su hombro vio a Natasha despierta mirando cada movimiento de él.

–Lo siento –susurró  –Solo pensé en mi dolor y no supe entender el tuyo. Tu hijo te necesita, nunca debí sacarlo de la casa y eso es una de las culpas que me perseguirá toda mi vida si algo le sucede a Akim.

–No fue tu culpa. No sabias que aquella tragedia sucedería como yo tampoco debí irme, sin embargo si no lo hacemos lo mismo sabemos que una u otra cosa sucederá. –se acercó a un costado de ella abrazándola.

Ninguno de los dos dijo nada, solo permanecieron en un pulcro silencio abrazados como si por ese acto cada uno sintiera el dolor del otro.

–Puedes ir por un doctor, no me siento bien. –murmuro ella aun abrazada a él.

–Claro.

Al salir Nikolay en busca de un médico, Natasha desconecto todo de su cuerpo, camino hasta el armario donde tenía su bolso y ropa del accidente. Los recuerdos golpearon su mente aun sin seguir pensando se la puso. Vio una libreta junto a un bolígrafo en la mesa camino hasta el, escribiendo su justificación a tal acto.

No espero que me comprendas, pero tampoco quiero que sigas a mi lado cuando Akim corre peligro por mi irresponsabilidad . Espero que puedas recuperarlo sano y salvo, no me busques por favor.

Miro por los dos lados, que Nikolay ni las enfermeras la vieran, salió dispuesta a ir al ascensor. Una vez dentro comenzó a llorar y sostener su plano vientre. Aun podía imaginar las patadas que su hija daba en cada minuto. Sin ser percibida, aunque era imposible por su manchado vestido en sangre, subió al primer taxi que vio.

No pasaba desapercibida las miradas del taxista como tampoco le daba importancia.

Quería fundirse en su dolor y duelo, quería olvidar lo que una vez fue, olvidar la muerte de sus padres, dejar de sentirse sola sin un camino que recorrer. Eso podía ser lo malo cuando eres hija única, cuando tus padres son hijos únicos. Estas  sola en el mundo.

Sin Salida #1   (Serie Rudos Deseos )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora