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Al llegar al hospital, rápidamente bajaron los dos hombres atrayendo la atención de los médicos, inmediamante al saber quiénes eran, los atendieron con urgencia.  

- Agradezco que el lugar este vacío. No quisiera una bronca más de los demás solo por atendernos. –comento Mijaíl, tratando de aliviar el momento tenso que estaban viviendo en ese momento. –. tienes que tranquilizarte, ellos van a estar bien.

- En el momento que le diría que lo intentemos como padres, todo sale mal. Nunca estuve tan de acuerdo en la frase; disfruta los momentos donde vives, y no los recuerdes cuando mueras…  



Las puertas corredizas se abrieron, saliendo de ella una mujer vestida de blanco.  

- ¿Familiares de Akim Lébedev ? –los miro con duda, aunque podía saber que uno de ellos, era el padre. 

Los dos hombres se pararon de donde estaban sentados acercándose a la mujer robusta.

  - ¿Cómo están ellos?

- Solo tengo informe del estado del pequeño. Tiene una protuberancia,  que con el tiempo se le ira. Los estudios que le hicimos están todo bien, no hay de qué preocuparse. Tal vez sienta molestia unos días por lo que se conoce como chinchón. En unos momentos se les dará los estudios y una crema para el dolor. Por esta noche se quedara mañana podrá irse a su casa.  

- ¿Podemos verlo? Quiero ver a mi hijo –Nikolay la miro desesperado, era la primera vez que sentía tanto miedo que pudo reflejárselo a la mujer que sonrió cálidamente.

Asintiendo les digo que le sigan. 

Caminaron por un pasillo de color crema, lleno de puertas  con olor hospitalario, llegando a una habitación de numero diecisiete. Al abrirla, una cuna de color verde con un niño dentro mirando todo  los recibió.  

- Pueden llamarme si algo sucede. Mi nombre es Yelena Vasiliev. Tratare de ver en qué estado esta su esposa.  

Quería decir que Kira no era su esposa, pero las palabras no salían de su boca….esposa….era lo que hace un tiempo atrás tenía la idea descabellada de hacer y ahora no sonaba tan descabellado para hacer la propuesta de matrimonio. 

  - Creo que ahora más que nunca debes casarte con ella –opino Mijaíl una vez solos –. Después de todo ya pasaron a la parte de conocerse y ser novios. Siendo tu esposa, puedes estar más pendiente de ella. 

- Eso es cuestión de opiniones –respondió Nikolay –pero no de decisiones, tal vez Kira no quiera intentar nada solo ser padres  separados. No puedo tomar esta decisión solo.  

Bajó el barandal de la cuna para tener más aseso al niño para sacarlo y no hacerle daño, mirando la venda que tenía en la cabeza. 

- Debes ser sensato, Nik –dijo el, exasperado –. Akim es tu hijo  y no deberías portarte como un imbécil. Si Kira es tu esposa, te libraras de Natasha y Kira tendrá una mejor vida en el sentido económico claro. Porque a tu lado nunca se sabe si vives o no.

- Me estás dando a entender que me comporte como un patán y pase sobre la opinión de ella…para eso debo ganarme su confianza, acercarme a ella como una persona normal de recién conocidos. 

- ¿Cuántos años tienes? ¿17? Te recuerdo que se saltearon diez pasos más de una relación de conocidos y hay pruebas de ello –apuntó  al bebé  en brazos de su padre. –. No digo, que lo hagas a la fuerza, solo que se lo propongas se casen y luego tendrán tiempo para conocerse y toda esas cosas… 

- ¡No sigas! –lo interrumpió Nikolay –cuando tenga la oportunidad de hablar con ella, se lo propondré, solo por favor deja de insistir en el tema. Me libero de mí madre y estas tú como un maldito taladro hablando y hablando.

Sin Salida #1   (Serie Rudos Deseos )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora