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Nikolay y Mijaíl llegaron a la entrada de un gran centro comercial llamado Cristal Center. Vio que ya había algunos autos estacionados allí, bajo del vehículo. Allí estaba Boris con sus secuaces de seguridad.

   -El área está protegida, señor Vólkov  –aseguro Boris, serio bajo sus lentes de sol. 

-Bien.  

Camino con el niño en brazos hasta el vestíbulo central del centro comercial.  

-¿Vinimos a un lugar equivocado Nikolay? –Mijaíl sintió una sensación de pérdida de inmediato. Hacía tiempo que no pisaba un centro comercial.  Mijaíl podía ser tan estúpido que hacia preguntas tontas a veces.  
Akim miro a su alrededor con un par de grandes ojos: 

  -No pasa nada, este es el centro. Ni yo recordaba lo que era estar en un centro comercial y pensar que gran parte de este lugar nos pertenece. Vamos arriba, las tiendas están abiertas.

  Akim miro por todos lados con un puchero en sus labios, las pocas personas que se privaban de ir a un centro comercial podían pagar marcas reconocidas de ropa. Algunas mujeres volteaban a ver la adorable escena de su pequeño niño con sus cortos brazos abrazar su cuello, mirando a su alrededor con pánico.   La imagen de Nikolay Vólkov  y Mijaíl Ivanov frente a la gente fue arruinada por el adorable bebe a punto de llorar.

El río a carcajadas, estaba alegre. Después de mucho tiempo, este momento lo hizo ver como una persona normal, sin muertes en sus hombros, sin responsabilidades. Solo su hijo. No pudo evitar la carita de su querido hijo, consolándolo suavemente.

  -Tranquilo pequeño, papá está aquí –suavemente acaricio su pequeña espalda. 

-Nunca creería vivir, para ver este momento. Eres un buen padre amigo. –sonrió Mijaíl, tomando la mano del bebé.  Nikolay sonrió de inmediato y respondió:

  -Yo viviré para ver a mis sobrinos correr con mi hijo, ser su mano derecha. Y sobre todo su amigo.

  Nikolay miro la expresión de sorpresa de Mijaíl.  

-Me gustaría ser padre, pero aún no. Así que busca una mujer para que tu hijo tenga con quien jugar. 

Los dos caminaron hasta una juguetería para niños, no muy lejos. Muchas muñecas lindas habían en un pasillo, pensó en un futuro una niña de él, sería la adoración mas grande.   Mijaíl mientras más veía, más empacaba una gran cantidad de juguetes con control, varios modelos. Cualquiera pensaría que aquel hombre no tuvo infancia para jugar. 

Nikolay parpadeo y vio a su amigo tomar tanto, inmediatamente miro a su alrededor y finalmente llego a una conclusión.

  -Todos estos juguetes son mis favoritos, pero como no tengo edad de jugar, se los regalare a Akim.  

-Veo que tus gustos son demasiados, pero Akim no tiene la capacidad de jugar con un control. 

-Algún día tendrá que crecer –caminó  hasta la caja, entregando su tarjeta.   Miro por la vitrina donde en frente había una mujer embarazada, saliendo de una tienda de bebes.

Era una madre hermosa con una barriga de cinco meses pequeña. Su cabellera era tan conocida, camino un poco más a la vitrina. Al reconocerla, su expresión cambio de incredulidad a sorpresa.  

¿Qué carajo? Esto no es verdad; pensó. 

-Mijaíl, tus juguetes ya están, vamos. Debemos ir por ropa para Akim. ¿Qué miras tanto? 

-Mira allí al frente –señalo incrédulo.

  -¿Qué cosa? Una tienda –Nikolay tenía una expresión que no entendía, miro a Mijaíl. 

Mijaíl inmediatamente se acercó y le toco la cabeza moviéndola al punto donde el miraba.

  -Allí, lo ves

-Sí, una mujer embaraza ¿Qué tiene? 

-¿Qué que tiene? ¡Es Natasha! Mira su vientre.

-No puede ser ella, te estas equivocando. Mira su vientre. Hace semanas que no la veo. 

-¡Eres un idiota , su vientre es  grande! .

Miraron a la mujer caminar, viendo los artículos de bebes, estaba tan concentrada en su labor que no se dio cuenta que dos hombres se habían acercado a ella. 

Sin Salida #1   (Serie Rudos Deseos )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora