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-¿Natasha? –Nikolay la miro sorprendido. No esperaba que ella volviera antes de la fecha.

- Nikolay, cariño. Te he extrañado demasiado –la mujer camino resonando sus tacos hasta el, abrazándolo por el cuello.

- Puedes retirarte Nastia –ordeno a su secretaria.

Agarro las manos de su mujer y las saco de su cuello. Ya no sabía si llamarla su mujer, cuando estaba por casarse con otra. La miro fijamente, Natasha era una mujer hermosa a pesar de sus operaciones, era todo lo que el buscaba en una mujer, pero su corazón decía otra cosa por una mujer que no le llegaba a los talones pero que podía dominar sus sentimientos.

- ¿Qué haces aquí? Creí que vendrías en después de cinco meses.

- Mi trabajo termino antes y no perdí el tiempo en volver, te extrañaba. Tu no me llamabas y cuando yo lo hacia Mijaíl me decía que estabas ocupado en cosas importantes. Te pasaría mi recado me decía siempre, pero por tu reacción veo que no. –lo miro desilusionada.

Mijaíl y sus mentiras. Pensó fastidiado.

- Lo siento, se le paso por alto decírmelo. Ahora que estas aquí es mejor hablar de algo importante.

- Lo sé, por ese motivo vine. Debemos adelantar la boda Nikolay, tengo algo importante…. –la interrumpió alzando su mano, en ese momento ella pensó que lo que diría a continuación no sería nada bueno para ella. 

- No podemos casarnos –informo brusco, no quería sonar así, pero en esa situación no sabía cómo tratar con una mujer –tengo un hijo con otra mujer, prometí casarme contigo lo sé y lamento desilusionarte. Creí que eras la persona que necesito en mi vida, te vi como un trofeo por tu cuerpo pero no tome en cuenta tus sentimientos. No hay afecto de mi parte por ti.

- Un hijo –se repitió incrédula, agarrando el brazo de un sillón para sentarse, lagrimas caían de sus ojos. Lo amaba, pero ese amor no era correspondido y debía dejarlo ir por ella. –. ¿La quieres?

- Creo que siento algo más que querer, lo puedo asegurar desde la primera vez que la vi.

No le dolía verla desecha, pero sentía lastima por ella. Lástima de que se haiga enamorado de un hombre desgraciado, donde pasaría dolor y sufrimiento a su lado. Quería olvidar aquella mujer que lo había traicionado remplazándola por una mejor, pero se engañó el mismo. Aún seguía ese sentimiento por Kira. La miro escurrir sus lágrimas parándose, algo en ella había cambiado desde la última vez que la vio, no podía ver detrás de su vestido de seda suelto, pero era notorio el cambio de peso que tenía. 

- Es mejor que me valla, Mijaíl estará feliz de no ver mi cara nuevamente. Solo quiero que sepas que nunca quise ir detrás de tus millones y ganar más fama. Llegue a quererte Nikolay, pero como dijiste, mis sentimientos no son correspondidos. Tienes un hijo y a una mujer que amas en casa. No soy alguien para arruinar tu felicidad…

- Natasha –advirtió, quería que parara. Lo hacía sentir más miserable sus palabras. Camino hasta ella tratando de apretarla contra su pecho recibiendo un manotazo por parte de ella alejándolo.

- Déjame Nikolay, no quiero tu lastima. Demasiado repulsión recibí de tu amigo –su parte inferior de sus ojos se tiñeron de negro por su delineador –espero que tengas la vida que no pude darte como tu compañera de vida. ciento lastima de mí y de ti, por ser una tonta en enamorarme de alguien como tú, y tú por ser un maldito que quiere todo en su vida pero no sabe lo quiere. Espero que te valla bien en tu maldita vida, que yo tratare de seguir sola.

Sin Salida #1   (Serie Rudos Deseos )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora