034

662 67 3
                                    

Nikolay miro las calles transitadas por vehículos, personas caminando, parejas felices.   Hace  un año atrás, llegar a ese hotel era lo que más ansiaba, ver a la mujer que con el tiempo se había metido en tu piel queriendo más de ella hasta no quedar nada. Pero ahora, ¿Qué sentía? ¿Seguía aun amándola, como el primer momento que la vio? Las palabras de Natasha llegaron a su mente, su corazón se aceleró al recordar esos ojos llorosos, ¿Por qué tenía que ser todo así? Porque la vida era difícil de entender para él.  Recordó todos aquellos momentos que paso con Natasha y el momento donde la conoció. 

-Solo espero que esto termine lo antes posible, tenemos trabajo que realizar. El contrato con marruecos salió estupendo, podremos emprender allí una nueva sede de arquitectura. –comento Nikolay, sin despegar la vista de su teléfono móvil. 

-Debes estar feliz de volver a ver a tu hermana, para ella esto es importante que la llamen para esto. –respondió Mijaíl, de igual manera, sin dejar de mirar la Pasarella.

-Lo estoy, pero aquí estas tú y mi madre para ella. –Nikolay lo miro –. No  me dijiste que tus hermanos habían regresado a casa, ¿Por qué estás aquí, cuando tendrías que estar con tu familia?  

Mijaíl ante esa pregunta se tensó, la cuerda que tenía con sus hermanos era demasiado frágil como para dar un paso y romperla. Por lo que prefería estar con su mejor amigo, ante que sus hermanos lo repudiaran por lo que era.

  -No quiero incomodar a mi madre, lo último que deseo es que ella tenga que elegir  entre sus hijos, ella deseo mucho volver a verlos y mi presencia solo empeorara las cosas.

-Pero debes saber que con o sin tu presencia ellos te criticaran de igual forma. 

-Pero ellos son sangre de mi sangre, podrán destruirme ellos a mí pero yo a ellos no. 

Nikolay sonrió levemente, su amigo y sus ocurrencias, dejo su teléfono para mirarlo.

  -Sangre falsa como el beso de judas. Pero allá tú.

   Los dos dejaron de hablar cuando el evento dio comienzo, abriéndolo con una sonriente Ekaterina seguido de demás modelos. La expresión de Nikolay era seria, sentía que ese evento era tan aburrido como su vida, aunque Mijaíl lo negara, de igual manera él estaba aburrido, solo había ido allí para verla a ella. 

-Bien salió, se deslumbro ahora me voy. –Nikolay estaba a punto de levantarse cuando el evento se dio por finalizado con una bella morena voluptuosa. La expresión de Nikolay cambio a interés, ¿Quién era ella? Cada movimiento de cadera era seguros, dando a ver su seguridad en ella.  Nuevamente se sentó sin dejar de mirarla. 

-Quiero saber todo de ella –sentencio.

   La mirada de Mijaíl lo expreso todo. ¿Acaso a aquella mujer le atraía?  Podía ver lo superficial que era, llena de operación. Pero no podía juzgarla sin conocerla aunque algo dentro de él, le decía lo mala persona que era.  

  El auto freno frente al edificio donde era esperado por botones.  Camino a pasos largos hasta el elevador, muchas cosas lo traicionaban en ese momento. Sus sentimientos, eran lo más importante. Al abrirse las puertas del elevador camino hasta la habitación donde Kira lo esperaba.   Todo estaba en penumbras, iluminado solo por una pequeña lámpara y las luces de la ciudad.  

-Kira –pronuncio en llamado, Kira volteo con media sonrisa, acercándose a él. 

-Sabía que vendrías, no dudo de tu palabra.

  -Es lo último que podrías hacer  después de todo el calvario que nos has hecho pasar.

  Kira volteo, dándole la espalda.

  -¿Cómo esta Ekaterina? Confía en mí cuando te digo que no quería que esto pasara.

-¿Confiar? –una risa seca broto de la garganta de Nikolay –. No me pidas eso después de todo, entraste a mi casa en busca de ayuda y con ello a mi hijo, me traicionaste todo este tiempo y lo más importante dañas a mi hermana y abandonas a tu hijo. Dime ¿Quién eres?

  -Soy la mujer que conociste en ese bar –le ofreció una copa de vino que gustoso acepto dándole un trago en seco –Soy Kira Lébedev , la mujer que no llegaste a conocer tú mismo. Yo no quería esto.   

Unos minutos después, la vista de Nikolay comenzó a tornarse borrosa con ello la imagen de Kira desnudándose. 

-¿Qué me diste? –camino tambaleado, tirando la copa de cristal hasta el sofá. 

-Te amé desde el momento que comenzó todo esto, fuiste mi obsesión en la distancia. Tú no sabes cuánto sufría verte con otras mujeres, cuanto sufría al pensar que nunca me buscarías cuando me secuestraron. ¿Pero tú qué sabes si no sientes dolor por amor? –Kira camino hasta estar frente a él, arrodillándose sobre la alfombra comenzó un camino de besos desde su boca a clavícula –. Nunca quise llevar a cabo el plan de mi hermana, nunca quise tener al niño, el solo estaba en el macabro plan de Kiara. Akim sería la puerta de muchas cosas para nosotras. Pero aun así llegue a quererlo no  tanto como a ti. 

Lentamente comenzó a desbotonar su camisa, dejando su torso desnudo que toco tan delicadamente como teclas de un piano, sentir su piel bajo sus palmas era tan excitante y caliente como lo que ella sentía por dentro, tenerlo sumido ante sus pies la hacía sentir mejor  después de tanto tiempo.   Comenzó a desbrochar  su pantalón  y bajarlo junto a su bóxer hasta las rodillas. Su estado la hacía ver como una psicópata a punto de cometer necrófila, pero a ella eso no le importaba mientras pudiera volver a sentirlo dentro de ella.

  -Basta –susurro Nikolay, tirando su cabeza hacia atrás. 

-Nunca parare ante ti. ¿Sabes algo? Todo esto parara una vez que nos des algo importante, y renuncies tu puesto. Pero no te preocupes amor, mientras yo este nadie nos quitara lo que nos pertenece… y mi hermana no será la excepción.

  Estableció su mano derecha sobre su miembro, subiendo y bajando su mano por el para luego meterlo en su boca. Besando su glande hasta sus testículos, mientras su otra mano tocaba su clítoris. 
Sus dos manos comenzaron a hacer un movimiento más rápido, hasta llegar a su orgasmo con una sonrisa placentera en su cara. 

  Su móvil comenzó a sonar, fastidiada se levantó y caminó  hasta él. 

-Si –respondió secamente, mirando a un desfallecido Nikolay.

-Ya está hecho, sal de allí. Él está con nosotros –Kiara miro a su lado al niño que dormía pacíficamente sin inmutarse de todo lo que sucedía a su alrededor.

  -¿Y ella?...

-No aseguro que viva pero que tampoco quede bien. Ahora ve a casa, estaré allí con el niño. –Kiara colgó la llamada sin permitir que su gemela protestara. 

Kira camino hasta el sofá donde estaba su ropa, vistiéndose no aparto la mirada de Nikolay.  

-Ahora ellas no estas, volveremos a ser solo dos. 

Sin Salida #1   (Serie Rudos Deseos )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora