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Nikolay, con un gesto severo ante la desafortunada información, permaneció junto a la ventana que daba a los elegantes jardines de su villa, mientras que la persona que le había dado la información desafortunada era presa del miedo por no sentir complacer al ruso.

—Largo —Exclamó.

Se sentía impotente por no estar en el momento justo, por no saber cómo era el niño ni sentir el ardor en su pecho por a ver perdido a su hijo.

"Cuando lo vea todo cambié tal vez" pensó, y sabía que eso sería verdad. No sería un mal padre como lo fue el suyo que lo abandonó a su suerte en un lugar de mala muerte.

Sin embargo, la madre de su hijo era otro tema del cuál descifrar ¿Decía la verdad? Al fin y al cabo, estaba en un mundo donde su propia sombra podría traicionarlo y no dudaba de quien fue su amante había sido la responsable de infiltrar información y destruir su cargamento.

Naturalmente, incluso a la distancia. Kira no podía disimular su lasciva la noche anterior, se dijo Nikolay mientras hacía una mueca de desdén con su boca. Sin embargo, el cómo cualquier hombre tenía dudas sobre la mujer. Las provocaciones que Kira hacía meses atrás eran solo para él o eso quería creer en todo el tiempo. Él tampoco se había quedado atrás al mirar el espectáculo que la mujer le ofrecía y nunca se arrepentía de acostarse con una mujer diferente. La visión de sus pechos, su cuerpo desnudo sobre el hacían que por unos instantes olvidara la astuta y estafadora mujer.

No se culpaba por a ver disfrutado del sexo con ella. Cualquier hombre se habría excitado al tener tremenda diosa del sexo en su cama dispuesta a darle placer de cualquier forma. Naturalmente, entonces Nikolay no se le ocurrió preguntarle porqué ella robaba o estafaba ni a que se dedicaba.
Era un hombre de poder que se había dejado engatusar por una altera mujer provocativa y no dejaría que eso volviera a suceder sin el salir ganando algo.

Aquella mujer que ahora pedía ayuda para traer a su hijo el cual el día de ayer había sido llevado a una familia desconocida. Debía encontrarlo, ¿Y si no era su hijo? ¿Si sólo quería algo más y metía la vida de un inocente en medio de sus planes? No sería como antes.

Salió de su despacho y caminó hasta la puerta donde se suponía que era la habitación donde se hospedaba, abrió sin llamar encontrándose a una mujer envuelta solo en una toalla blanca que era corta llegándole sólo a mitad de muslos. ¿Acaso esta mujer buscaba darle un infarto o una erección?

—¿Que miras? ¿Hay noticias de Akim?

Nikolay no le había sorprendido en lo más mínimo que Kira lo hablara tan secamente. Ya desde hace mucho tiempo se había dado cuenta que una mujer utilizaba su belleza como un arma letal, la seducción era la muerte más placentera pero desdicha para un hombre. Sin embargo, nunca se había envanecido de ese éxito extraordinario con las mujeres hasta ahora. Sabía perfectamente que el sexo y el dinero formaban una combinación muy poderosa y atractiva para cualquiera tanto mujer como hombre.

—Una familia de buen prestigio lo tiene. Él fue vendido —Exclamó Nikolay

—Entonces eso es todo, tu ayuda fue en vano —Dijo sin rodeos Kira, antes de darse la vuelta y caminar como pudo hasta la ropa que tenía. Para Nikolay no pasó desapercibido la venda en su pierna izquierda.

—¿Que te paso en tu pierna?

—Cuando intente escapar me lastimaron —Mintió mientras se vestía frente a él.

No tenía pudor cuando llevaban seis semanas de sexo más desenfrenado que había conocido en su vida para luego seguirle dos meses más.

—No te iras de aquí —Afirmó potente, mirándole cada curva de su cuerpo, debía controlarse si no quería tomarla allí mismo y olvidarse de su traición —Es mi hijo, mi sangre. No sería poco humano para dejarlo a su suerte con una mujer que miente con grandes peligros, y que aún no se la causa.

—No necesitas tener una causa o pensamiento de mis actos, ¡Y no me quedaré aquí a esperar por ti!

Cuando termino de vestirse caminó hasta la puerta, pero una masculina mano la frenó agarrando su antebrazo.

—Cuando ordenó algo se cumple. Si yo digo que lo traeré es porqué lo haré. Pero tú de aquí no te vas.

Apretó más su agarre, recordando una y mil veces su traición.

—Me lastimas —Gimió de dolor, tratando de zafarse de el —Solo cinco días, no me pidas más porqué puedo escapar de aquí y engañarte otra vez.

Sus ojos negros la miraron fijo, sabía que no mentía. No había cambiado nada en ella, cualquiera no pensaría que hubiera sido madre con el cuerpo que tenía, si bien pudo ver que sus caderas se habían ensanchado un poco más, pero eso no la hacía perfecta ni imperfecta.

La insistencia de Kira en no quedarse a pasar una noche más allí y mantener en secreto su paternidad le añadió una emoción que no había sentido desde que ella se fue. Sin embargo, lo que nunca podría olvidar era que después de un mes de placer sexual sin límite, había planeado pedirle que fuera la señora Vólkov. Una mujer que no le reprochaba nada, que aceptaba lo poco o mucho que le ofrecía no se encontraba dos veces en su vida.

¡Matrimonio! Nikolay seguía sintiendo unos escalofríos al acordarse de su estúpida idea, al final ya no había vuelta atrás. Otra mujer pronto lo seria. Su impresionante cociente intelectual no le había servido de mucho a la hora de intentar controlar su libido irrefrenable y se quedó sin palabras cuando se enteró que se estaba acostando con una mentirosa compulsiva traicionera.

—Traeré a mi hijo y se quedará aquí donde estará más seguro, sabiendo que estás herida y de seguro en un problema grave como para dejar a un niño.

—Me voy. No estoy segura si lo harás —Anunció, cogiendo su mochila con los pocos informes qué tenía todo este tiempo y que ahora se daba cuenta Nikolay que la tenía.

—No te moverás de aquí —Espetó Nikolay mientras se desprendía un botón del saco de su traje costoso.

—Habíamos hecho un acuerdo, me traerías a Akim —Dijo con su voz cargada de molestia, pero una sonrisa burlona le dirigió al serio hombre —No quiero estar dónde me veas como una mentirosa.

—Bien. Vete, a ver si por fin me deshago de ti. Pero eso sí...Buscaré al niño y el estará aquí y si su madre no lo está ese no será mi problema. —Su mano la apunto desinteresadamente restándole importancia a la situación.

Abrió la puerta y salió por ella, dejándola sola en la habitación. Pero no podía quedarse con los brazos cruzados sin hacer nada. Suspiró dejándose caer en el sofá retirando su mochila saco los papeles.

En cada hoja, párrafos pequeños había. Hasta llegar al final, un documento con distintas firmas solo espera una.

Kiara.... Era ella aquien llevaba buscando desde aquella vez. Pero era como si la tierra la hubiesetragado. Sabía que todos los actos eran de ella y quería saber hasta dóndellegaría. Tenía tantas cosas por saber y hacer que no sabía por dónde empezar,si por su hermana, su hijo, la falsa acusación que Nikolay la señalaba opreguntándole porqué la había engañado. Sentía que estaba atrapada en uncallejón sin salida, simplemente podía tomar a su hijo una vez encontrado y fugarse,pero lo correcto para ella era hacer frente a sus problemas y buscar a suhermana. Kiara y Akdan la habían metido en todo aquello, perdió a su hijo pornada. Los informes no tenían nada que ella no supiera solo esperaba qué suhermana no estuviera involucrada con aquel hombre. 

Sin Salida #1   (Serie Rudos Deseos )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora