XV

300 56 7
                                    


Justo en aquel momento una voz nos llamó desde la planta baja.

─¡Jisung!¡Minho! Bajen a cenar─dijo mi madre.

Observé a Minho y suspiré.
Aún nos encontrábamos cerca, tanto como para poder basarnos una y otra y otra vez, y aunque su cercanía me tentaba demasiado a llevar a cabo aquella acción, me alejé un poco de el.

─Deberíamos bajar─dije con la voz baja.

Minho asintió pero no se movió de su lugar.
Parecía que ninguno quería separarse.
Era como despertarse de un sueño, uno que estabas disfrutando.

Finalmente hice el primer movimiento y me aparté lentamente.

Bajé las escaleras con Minho suguiéndome de cerca.
Sentía su mirada clavada en la parte trasera de mi cabeza.

Tragué saliva e intente no prestarle atención.

La mesa que teníamos en el comedor era lo suficientemente espaciosa como para que dos familias se sentarán cómodamente.

Me apresuré a sentarme junto a mi madre, con la esperanza de poder entablar una conversación y evadir a Minho, pero inmediatamente se enfrascó en una charla con la Señora Lee acerca del negocio familiar.

Suspiré y centré mi atención en la comida que tenía enfrente.
La comida será mi salvadora.
Me serví un poco de carne y ensalada.

Mientras llevaba el primer bocado hacia mi boca, cometí el grave error de levantar la mirada.

Un par de ojos café se encontraban fijos sobre mi, atentos a cada uno de mis movimientos.

Tragué saliva.
Odio que me vean comer.

Moví un poco mis pies en un débil intento de distraer mi mente de aquella intensa mirada pero no creí que todo sería peor.
Sin querer toqué los pies de Minho.

Sentí la sangre acumularse en mis mejillas.
Quería evitar el contacto físico con él a toda costa.
Necesito hablar con mis amigos y preguntarles que debería hacer.

Tomé mi teléfono y me levanté de la mesa.

─Disculpen unos minutos, ya regreso─me levanté y me apresuré a encerrarme en el baño de la planta baja.

Saqué mi teléfono y llamé a Félix.

─Responde idiota─dije mordiendo mís uñas.

Luego de unos segundos atendió.

—Más ta vale que sea importante, estaba comiendo, y...—lo interrumpi.

—Minho y yo nos besamos—solté.

La línea se quedó en silencio.

─¿Lix?¿Sigues ahí?─pregunte.

─Si lo siento, fue el shock del momento, ¿Qué pasó?¿Cómo pasó?—preguntó.

—Larga historia, prometo contarles todo a ti y a Hyunjin, ahora necesito tu ayuda, no se que hacer, debo estar con el durante unas horas más, estoy seguro que va a querer hablar sobre esto, sobre nosotros, ¿qué le digo?—pregunté caminando en círculos.

—¿Me preguntas a mi? Jisung, eres tú el que tiene que entender como se siente con todo esto, yo puedo ser solo una voz de apoyo—suspira—intenta actuar normal durante el resto de la cena, puedes mandarme mensajes si eso te ayuda a tranquilizarte,¿estás encerrado en el baño no?—preguntó.

—¿Cómo...?—balbucee.

—Te conozco idiota, ahora vete o pensarán que escapaste o te fuiste por el retrete, cuéntame como salió todo—dijo para luego cortar.

Suspiré y me observé en el espejo.
Traté de calmarme un poco.
No quiero que mis padres se involucren en esto, y estoy comenzando a soltar feromonas del estrés que me está causando esta situación.

Salí del baño cabizbajo, perdido en mis pensamientos, intentando dejar la mente en blanco.
A mitad de camino algo detuvo mis pasos.

No recuerdo que hubiese algo aquí cuando vine.

Mire hacia arriba y me congelé.
Minho me miraba fijamente con sus ojos color café.

—¿Acaso estás escapando de mi bonito?—pregunto tomando mi barbilla delicadamente.

Di un paso atrás.

─N-no, ¿por qué crees eso?¿acaso parezco nervioso o algo por el estilo?─dije mientras pasaba la mano por mi cabello, nervioso.

─No lo sé, ¿tú por que crees?─dijo dando otro paso.

Volví a retroceder, pero la superficie fría de la pared me detuvo.

─Te lo advertí Jisung, te dije que no había marcha atrás, ¿recuerdas que dijiste tú?─dijo dando otro paso, acorralándome contra la pared.

Su mano izquierda se encontraba apoyada junto a mi cabeza, y su mano derecha había vuelto a tomar mi barbilla.

─Y-yo...─demonios Jisung, pareces estúpido, tienes que formular una oración coherente o al menos completa o pensará que eres un idiota que un simple beso puede hacer que olvide como hablar.

Minho pasó su pulgar por mi labio inferior lentamente, delineando el borde del mismo.
Aquella simple acción enloqueció todos mis sentidos.
Mi lobo interior prácticamente rogaba para que me dejase llevar.

─¿Si?¿acaso quieres decir algo?─preguntó con una sonrisa de lado al saber el efecto que causaba en mi con un simple toque.

Justo en aquel preciso momento la voz de mi madre nos interrumpió por segunda vez en la noche.
Creo que nunca estuve tan agradecido de escuchar su voz.

─¿Minho, está todo en orden?¿Jisung se encuentra bien?¿necesita algo?─pregunto con preocupación desde el comedor.

─Estoy bien mamá, no te preocupes, iré en un momento─dije arreglándomelas para formar una oración decente.

Mi madre no respondió, supongo que había vuelto a hablar con la señora Lee.
Que poco le dura la preocupación.

Observé a Minho y suspiré.

─Escuchame, ¿puedes dejar que cene en paz? Prometo que hablaremos de lo que sea que sea esto─nos señalé─después de la cena,¿si? De verdad tengo hambre.

Minho parecío quedar conforme con mis palabras y se hizo a un lado para que yo pudiera caminar.

Di un par de pasos y sentí una presión en mi muñeca.
Bajé la mirada extrañado y vi un par de dedos tomándola ligeramente.

Minho tiró de mi y me aprisionó en sus brazos mientras dejaba un delicado, sutil y casi invisible beso en mis labios.

Todo sucedió demasiado rápido.
Mi cerebro no era capaz de procesar todo lo que estaba pasando.

─¿Por qué?─fue lo único que salió de mi boca.

Minho sonrió.

─Solo quería besarte, tus labios son muy tiernos─dijo para luego soltarme y dirigirse al comedor, dejándome allí, atontado por sus palabras.

─Estúpido, no puedes ir por ahí diciendo esas cosas, harás que las personas se enamoren de ti─dije intentando dejar de sonreír para al fin volver a cenar.

The Scent Of DestinyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora