XXIX

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—¿Yang Jeongin?¿El Yang Jeongin?¿El chico que parece matarnos con su mirada?

—Ese mismo pero no me acerqué a escuchar, parecían bastantes cómodos hablando entre si, solo me pareció curioso—dijo Minho.

—Lo es, es decir, parecía que aquel chico lo detestaba, pero ahora hablan como si fuesen mejores amigos, no lo se, es extraño—dije frunciendo el ceño.

—Creo que no debemos preocuparnos por ello, si Hyunjin encontró alguien con quien hablar sobre sus sentimientos o solo para pasar el rato deberíamos alegrarnos, además, es el chico que le gusta, debemos alentarlo.

Suspiré.

—Lo sé, demonios lo sé, pero aún así no puedo evitar pensar en los motivos de aquél chico para acercarse a Jinnie, algo parece fuera de lugar,¿no lo crees?—pregunté observándolo.

Minho paso un brazo sobre mi cintura y me recostó sobre el colchón a la fuerza.

—No te preocupes por cosas que están fuera de tu control, morirás del estrés si sigues así, y no quiero que mueras...

—Lo sé.

—...aún

Lo miré ofendido.

—¿¡A qué te refieres con "aún"?! Idiota.

Minho rió y pasó una de sus piernas sobre las mías, apresándome.

—Calla y déjame quedarme un rato así, estoy cómodo—dijo hundiendo su rostro en el hueco de mi cuello.

Sentía su suave respiración debajo de mi oído.
Sus lentos y rítmicos latidos contra mi espalda eran como un arrullo.

Comencé a sentirme adormecido.
Mis párpados luchaban por mantenerse firmes, pero finalmente sucumbi ante la situación.

Sentí el agarre de Minho aflojarse un poco.

Tomé la mano que se encontraba en mi abdomen y sonreí.

De veras podría acostumbrarme a esto.

Desperté debido a la vibración del  teléfono que tenía en mi mano.
No recordaba haberme dormido con el.

Leí el remitente con ojos cansados y me sorprendí al ver que era Félix.
Observé a Minho que se encontraba a mi lado, exactamente en la misma posición.

Toqué su mejilla con la punta de mi dedo para comprobar que estuviese dormido y contesté la videollamada.

"Antes de que digas algo, intenta hablar bajo"dije enfocando rápidamente a Minho.

Félix cubrió su boca en un gesto de sorpresa.

"No puedo creerlo, ¡ustedes si avanzan rápido! Bueno ahora centrémonos en mi"dijo sonriendo.

"Adelante, ¿qué sucedió?"

"Sólo quería avisarte que mis padres dejaron que vaya a Busan, tuve que contarles un poco de la situación o no me dejarían ir, además les gustó que quisiera pasar tiempo con mi abuela, así que esta decidido,¡Lee Félix irá a Busan!"

"¿De verdad te dieron permiso? Increíble,¿cuándo te irás?"pregunté haciendo un puchero.

"Ya comencé a empacar y mañana me llevarán a la estación de autobús, así que... mañana"

"¿Quieres que vaya contigo? Para despedirte, quiero hacerte llorar"dije riendo en voz baja.

"Iba a invitarte, pero ahora te quedarás con las ganas, por idiota"

"¡Pero-!¡No! No es justo"

"La vida no es justa querido Han"

Minho hizo un leve sonido con la boca.
Lo observé, esperando a que lo haga de nuevo, fue muy tierno, como un pequeño cachorro.

"Y así fue como mi mejor amigo perdió la cordura"escuché decir a Félix.

Parpadee varias veces, volviendo a la realidad.

"Lo siento"dije apenado.

Félix hizo un gesto con la mano, restándole importancia.

"No te preocupes, creo que será mejor que me vaya, estas ocupado viendo a tu novio dormir...oh cierto que no es tu novio"

"Shhh, calla calla, ya me ocuparé de ello, ahora vete, que ya me aburrí de ver tu fea cara"dije sacándole la lengua.

"Feo es tu-"le corté.

Observé la hora, 16:47, se está haciendo tarde, ya debería irme.

—Así que...¿te ocuparás de ello?—escuché contra mi cuello.

Un escalofrío recorrió mi espalda.

Giré la cabeza y allí estaba Minho, observándome.

—Sabia que te gustaba espiar a las personas desde el primer día que te conocí—dije sentandome en el borde de la cama.

—¡Hey! No es justo, estabas hablando junto a mi, es imposible no escuchar.

—Si si lo que digas—dije parandome y estirándome un poco—bien, debería irme, tengo tarea por hacer.

—Oh... Bueno, te acompaño—dijo Minho levantándose y caminando hacia la puerta.

Lo seguí hasta la entrada principal donde me puse el calzado.

—Gracias por la comida, vendré más seguido, recuerda que prometiste aprender nuevos platos.

Minho se recostó sobre el marco de la puerta.

—Lo prometo—dijo sonriendo.

Comencé a caminar hacia mi casa pero algo me tomó por la muñeca y me detuvo.
Giré sobre mi propio y eje y observé confundido a Minho.

—¿Qué sucede?—pregunté.

—Sal conmigo—dijo observándome a los ojos.

Parpadee varias veces.

—Hablamos de esto hace un tiempo, pero nunca dijimos cuando, así que te lo estoy pidiendo de nuevo—se acercó un poco más a mi—sal conmigo, este viernes.

—S-si, saldré contigo—acepté nervioso.

—¡Excelente! Ahora si puedes irte—dijo soltando mi muñeca.

Caminé atontado un par de pasos hasta que sentí el familiar tirón en mi muñeca una vez más.
Me di la vuelta para preguntar que era lo que necesitaba ahora, pero Minho me tomó por sorpresa al dejar un pequeño beso en mis labios.

—No puedes irte sin despedirte apropiadamente, ¿tus padres no te enseñaron modales?—dijo riendo.

—¡Oye!—contesté haciendo un pequeño puchero.

—Lo siento lo siento, ahora si puedes irte, prometo que no te molestaré más—dijo sonriendo.

Negué con la cabeza mientras caminaba hacia mi casa.

Lee Minho está poniendo todo mi mundo de cabeza.

The Scent Of DestinyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora