IX

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Observé aquél arrugado papel por unos minutos antes de arrancar la parte con el número de Minho y guardarlo en un cajón.

Bajé las escaleras procurando no hacer ruido y dejé el trozo restante de papel junto a la cafetera, se que lo verán allí, mis padres no pueden vivir sin café.

Luego volví a mi habitación, me desvesti y me acosté.
Me obligué a dormir aunque no me sintiera cansado.

A la mañana siguiente me desperté a tiempo, algo que casi nunca ocurría.
Bajé las escaleras y mis padres aún estaban desayunando.

─¿Jisung?¿te encuentras bien?¿que haces despierto a esta hora?─preguntó mi madre mientras se acercaba y tocaba mi frente, en busca de fiebre.

Corrí su mano despacio.

─Hola mamá, buenos días─caminé hacia la cafetera y la encendí─estoy bien, es solo que ayer dormí demasiado durante el día y hoy desperté antes─me encogi de hombros.

─Oh, está bien, nosotros ya nos vamos, recuerda cerrar con llave─se acercó y dejó un beso en mi mejilla.

Mi padre pasó junto a mi y revolvió mi pelo.

Al escuchar la puerta cerrarse suspiré.
Serví el café y volví a mi habitación para vestirme y arreglarme.
Lavé mis dientes y cepillé mi cabello.

A las 7:25 am me encontraba ya en la acera esperando a Félix.

─Hola─dijo Minho.

Grité por su repentina aparición.

─¡Minho!¡No puedes aparecerte así de la nada! Casi me matas del susto─dije apoyándome en mis rodillas.

─Lo siento, no pude evitar hacerlo─dijo riendo.

─Idiota─dije negando.

En ese momento Félix apareció al final de la calle.
Se detuvo frente a mi casa y me observó.

─¿Quién eres y que hiciste con mi amigo? Minho, no lo dejes entrar, es un impostor─dijo frunciendo el ceño.

─No seas idiota, déjame entrar, quiero sentarme─dije cruzandome de brazos.

Félix sacó el seguro y dejó que Minho y yo nos subiéramos en el asiento trasero.

─Hoy pasará algo malo, nunca es bueno cuando Jisung es puntual─dijo mientras presionaba el acelerador.

─Jódete─dije mientras observaba por la ventana.

Ninguno habló hacia la casa de Hyunjin.
Al llegar, como siempre, nos esperaba fuera de su casa.

─Buenos días estrellitas─dijo mientras se sentaba junto a Félix.

─¿Viste Charlie y la fábrica de chocolate de nuevo?─pregunté.

─Si ¿tienes algún problema oompa loompa?─dijo mirandome.

─Vete a la mierda─dije tomando mi teléfono y aislándome del mundo.

─Ohhhh Hannie se enojó, lo lamento hermoso─dijo Hyunjin haciendo un puchero.

─Si me compras un chocolate te perdono─dije mirándolo por el rabillo del ojo.

Hyunjin rió.

─Está bien, lo que sea para que Hannie sea feliz─dijo.

Con aquella conversación mi humor mejoró drásticamente.

Entre risas y snacks, las clases pasaron a toda velocidad.
Luego de que la última clase del día terminó, dejamos nuestro salón y nos dirigimos hacia la cafetería.
Pero apenas entrar una voz nos detuvo.

The Scent Of DestinyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora