XXXV

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Un mes.
Un mes había transcurrido desde que Minho me había pedido ser su novio.
Un mes desde que Félix y Hyunjin hablaron y se disculparon por todo lo que había sucedido.

A pesar de que treinta días habían pasado, sentía que el tiempo transcurría mucho más lento, las clases se hacían cada vez más complejas, no teníamos tanto tiempo para holgazanear como solíamos hacerlo, los profesores nos daban mucha más tarea y estaban más exigentes que nunca.

—No quiero ver otro libro nunca más en mi vida, renuncio—dijo Hyunjin dejando caer la cabeza sobre la mesa de la cafetería.

—Ah pero luego vas y lees 300 hojas de un guión para una obra en menos de un día—dijo Félix robando un par de patatas del plato del más alto.

Hyunjin habló aún con el rostro sobre la mesa.

—¡Eso es diferente! Yo elijo leer esas cosas, no me interesa saber sobre como esta compuesta la molécula de AND—dijo levantándose enojado, con una marca roja en la frente debido al duro material de la mesa.

ADN—corregí tomando también dos patatas del plato de Hyunjin.

—Lo que sea...¡Hey!¡Dejen de robarme comida! No es mi culpa que me hayan dado las últimas patatas que había—dijo tomando la bandeja con la comida y alejándola de nuestro alcance.

Tomé una de las dos patatas que alcancé a robar y se la di a Minho.

—Ugh, y utiliza MI comida para esas cosas, desagradable, realmente desagradable—dijo Hyunjin con una mueca de asco en su rostro.

—Calla idiota, tu envidia se puede ver—dije.

—Mi novio esta alimentándome,¿dónde esta el tuyo?¿huyendo de nosotros de nuevo?—preguntó Minho burlonamente.

Hyunjin hizo un puchero.

—Eso es pasarse de la raya, sabes que Jeongin no es mi novio, no hace falta que me lo recuerdes de una manera tan cruel—dijo jugando con la comida.

—Pobre Jinnie...¿te vas a comer eso?—dijo Félix señalando la bandeja de comida.

—¡Si! Alejense—dijo frunciendo el ceño.

El almuerzo finalizó entre gruñidos por parte de Hyunjin y risas.
Mientras caminábamos fuera del edificio, divisamos una figura cerca del estacionamiento.
Al principio creíamos que era un profesor, pero a medida que nos acercabamos, nos dimos cuenta de que se trataba de Jeongin.

—Hyunjin, tu no novio te está esperando—dije empujándolo hacia un costado, en dirección al más joven.

Hyunjin nos dio una mirada desesperada.
Jeongin lo ha evitado por un mes y ninguno puede pensar en una buena razón para su comportamiento.

Minho le alzó los pulgares en señal de buena suerte y los dejamos solos.

—Espero que mañana no encontremos su cuerpo en el estacionamiento—dijo Félix mientras se sentaba en el asiento delantero del auto.

—Jeongin no es capaz de eso... Creo, aunque su mirada no me daba buena espina—dije abrochando el cinto de seguridad.

—¡Lo sé! Solo queda esperar a que Hyunjin nos cuente, si sobrevive—dijo Minho apoyando una mano sobre mi muslo y dando un par de palmadas.

Esa es una de las cosas a la que se había acostumbrado durante estos 30 días.

Sonreí ante el gesto.

El resto del camino transcurrió entre distintas predicciones sobre el futuro de Hyunjin y bromas.

Luego de que Félix nos dejara en nuestro vecindario, Minho me detuvo un momento.

The Scent Of DestinyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora