XVI

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El resto de la cena transcurrió medianamente normal.

Minho no dejaba de mirarme por lo que tuve que patearlo un poco para que dejara de hacerlo y así poder comer cómodamente.

Al terminar, nuestros padres decidieron seguir con su charla fuera de casa.

─Chicos, nosotros iremos al jardín, cualquier cosa que necesiten, ya saben donde encontrarnos─dijo mi padre antes de desaparecer por la puerta trasera con una botella de vino en su mano.

La sala, donde nos habíamos sentado luego de cenar y limpiar, quedó sumida en un largo silencio.
Minho observaba concentrado sus manos.
Casi podía ver los engranajes de su cabeza girando para pensar como iniciar una conversación.
Luego de unos 10 minutos, Minho se levantó y se paró frente a mi.

—Sigueme—dijo y se dirigió hacia la puerta principal.

Me levanté y lo seguí extrañado.
¿Qué tiene este idiota en mente?

Lo seguí un par de calles hasta un pequeño parque.
De noche, con algunas farolas encendidas y la luz de la luna, parecía una escena sacada de una película.

Minho caminó hasta los columpios, se sentó en uno y me hizo una seña para que me sentara junto a él.

—¡Ven!

Me acerqué a paso lento y me senté.
Tomé las cadenas y me balancee un poco.

—¿Sabes? He venido varias veces aquí desde que me mudé—dijo Minho.

—¿Si?¿Por qué?—pregunté curioso.

Minho me observó.

—Por ti—dijo observándome.

Sus palabras me dejaron helado.
¿Yo?

—Tú haces que mi mente sea un lío Jisung, así que en las noches donde no podía dormir venía aquí para distraerme—dijo al ver mi mirada de confusión.

—Yo...—dije sin saber que decir realmente.

—Se que tienes un pasado con las relaciones, y no quiero presionarte, pero...realmente me gustas—dijo jugando con su anillo.

—¿Por qué? Realmente no lo entiendo, es decir, hay muchas mejores opciones en perfecto estado para ti allí afuera, no deberías elegir algo roto—dije tratando de controlar mi voz.

Y es que no lo entendía.
Hay muchos y muchas omegas mejores que yo esperando por su Alfa.
No entiendo porque Minho me quiere a mi.

—¿Es que no entiendes? A mi no me interesan otras personas, me gustas tú, así como eres, "roto" como dices tú, no se que tienes Jisung, pero estar a tu lado hace que mi día sea mejor—dijo sonriendo tímidamente.

Pestañee varias veces.
Nunca me habían dicho eso.
Ni mis padres o amigos.
Ni siquiera Jeno.

Sentí la sangre correr y acumularse en mis mejillas.
Esto se estaba haciendo una costumbre cuando estaba con Minho.

—Pero esta bien si no quieres o si quieres esperar, no hace falta que me respondas ahora tampoco—dijo Minho mordiendo su labio inferior.

Sonreí.
Me levanté del columpio y me paré frente a el.

—También me gustas Minho, creo que el beso que compartimos en mi casa habló bastante claro por mi,¿no crees?—dije riendo un poco.

Pasé mis dedos por su cabello.

—Pero aún no estoy listo para una relación, tendrás que convencerme—sonreí un poco.

Minho se levantó, tomó la mano que antes estaba en su cabello, la bajó hasta sus labios, y dejó un pequeño beso en la palma de la misma.

—Me gustan los retos cariño—dijo mientras tiraba de mi para que camine a su lado.

El camino a casa fue muy distinto.
Caminamos uno al lado del otro, mientras hablábamos de trivialidades.
El aire se sentía distinto.
A pesar de que el clima aun era frío, me sentía cálido.

Al llegar a destino notamos que las luces de ambas casas estaban apagadas.
¿Cuánto tiempo estuvimos fuera?

—Parece que mis padres se olvidaron de mi—dijo Minho rascando su cabeza confundido.

Reí ante la situación.

—Deberías irte, tienes que dormir bien, no quiero retenerte—dije.

—Tengo un problema, no tengo llaves, las dejé en mi habitación—dijo mirando su casa—tendré que quedarme a dormir contigo, que lástima—dijo pasando un brazo sobre mis hombros.

—Buen intento genio,¿desde cuándo necesitas tú llaves para entrar a tu casa?¿o ya olvidaste las veces que entraste a mi habitación?—dije mirándolo divertido.

—Demonios, casi lo logro—dijo sacando su brazo de mis hombros.

Observé mi casa y comencé a reirme.

—Yo tampoco tengo llaves—dije incrédulo.

—Creo que somos personas con muy poca buena suerte—dijo Minho caminando hacia el árbol.

—Ya lo creo—dije siguiendolo.

Con la ayuda de Minho, esta vez logré subir al árbol sin raspones.
Minho subió unos segundos después y se sentó junto a mi.

—Gracias por la ayuda, nos vemos luego—dije mientras comenzaba a moverme para llegar hasta mi ventana.

—¿No se te olvida algo?—preguntó Minho aún en el mismo lugar.

Frunci el ceño.
No llevé nada conmigo al salir de mi casa.

Lo mire confundido.
Minho sonrió y se señaló la mejilla.

—Quiero mi despedida—dijo a la vez que sonreía.

Negué con la cabeza y me acerqué hasta él.
Ya nos habíamos besado, en comparación, esto no era nada.
Aún así, a medida que me acercaba, sentía mi corazón latir más y más.

Bien, lo haré rápido y me iré.
No debería ser tan difícil.

Me acerqué hacia su mejilla y cuando mis labios estaban a punto de tocar su piel, Minho se giró y me besó.
Fue más bien un simple toque, pero aún así, logró descontrolarme.

—Eso es trampa—dije sin moverme.

—No me gustan las reglas—dijo Minho mirando mis labios.

—¿Sabes? A mi tampoco—dije y lo besé.

A pesar de la altura y de la incómoda posición, nos tomamos nuestro tiempo.
No pude contener una sonrisa.

Minho se separó y me observó.

—Deberíamos despedirnos así todos los días,¿no crees?—dijo sonriendo.

—Sigue soñando—dije mientras me levantaba y me arrastraba por las ramas con cuidado.

—¡Cuenta con ello!—dijo a mis espaldas.

Una vez llegué a mi habitación, me di la vuelta y observé por la ventana.
Minho me miraba atentamente.

—¿Qué miras?—pregunté mientras revisaba mi ropa en busca de manchas o agujeros.

—Solo que eres muy hermoso—dijo.

—Cállate—respondí y cerré la ventana.

Me cambié la ropa por el pijama y me acosté en la cama.
Toqué mis labios y sonreí.

—Estúpido Minho—susurré para mi mismo con una pequeña sonrisa antes de girarme y tratar de dormir.

The Scent Of DestinyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora