The Scent Of Destiny

XVII

Al día siguiente desperté con varios mensajes de parte de Félix y Hyunjin, así que los llamé para ponernos al día y contarles las novedades.

"Y luego entré a mi habitación y me dijo que era hermoso" terminé luego de 10 minutos contando los sucesos de la noche anterior.

"Necesito que se casen ya"dijo Hyunjin mientas se limpiaba una lágrima falsa.

"Es que son muy tiernos, los envidio" dijo Félix mientras escribía algo en un cuaderno.

Negué.

"Aún no se que pasará entre nosotros, pero me gustaría averiguarlo, aunque todavía tengo miedo de me haga lo mismo que Jeno..."dije cabizbajo.

"¡Jisung! No te pongas triste que me dan ganas de ir hasta tu casa para abrazarte" dijo Hyunjin con un pequeño puchero.

"Lo siento"dije sonriendo un poco.

"No creo que Minho haga algo como eso, ¿acaso no dijiste que es la primera vez que sientes una conexión así con alguien? Yo apuesto todos mis ahorros a que son almas gemelas, ¿recuerdas lo del celo? Eso solo ocurre entre dos personas destinadas"dijo Félix dejando el lápiz en el escritorio y mirando a la cámara.

"Yo... No lo sé, de verdad me gusta, me hace sentir completo de alguna manera, pero eso me asusta, ¿y si sólo es mi cabeza jugándome sucios trucos?" Dije cabizbajo de nuevo.

Hyunjin y Félix suspiraron.

"La vida no es vida si no arriesgas Jisung, puedes ganar o perder, pero esa es la gracia de vivir, no todo es perfecto, y esas imperfecciones son las que te permiten crecer y aprender" dijo Hyunjin serio.

Muy pocas veces se escucha a Hyunjin así de serio y sabio.

"Wow, si tienes cerebro"dijo Félix.

"Idiota"dijo Hyunjin cruzando sus brazos y mirando hacia el costado, ofendido.

Pensé en las palabras de Jinnie.
Tiene razón.
Debería arriesgarme un poco más.

"Bien, suficiente sobre mi, hace mucho no hablamos de ustedes, cuéntenme, ¿alguien en sus aburridas vidas?"pregunté apoyando la barbilla en mi mano.

"La verdad que no, he estado practicando mi baile para la demostración de fin de año y no he tenido tiempo para esas cosas" dijo Félix.

"De hecho... Conocí a alguien"dijo Hyunjin jugando con sus mangas.

"¿Y por que no nos cuentas estas cosas idiota?"pregunté curioso.

"Es que no es nada, ni siquiera se su nombre, lo he visto un par de veces en el club de teatro pero no me animo a acercarme" dijo tímido.

"¿Qué sucedió con el Hyunjin que tenía a alguien diferente todos los fines de semana?" pregunté divertido.

"No lo sé, estoy perdiendo mi encanto, pero cada vez que lo veo me paralizo, se ve tan lejano pero a la vez tan cercano, que no se que hacer cuando estamos en la misma habitación"dijo Hyunjin tomándose la cabeza con las manos.

"Me da ternura verte así"dijo Félix sonriendo.

"A mi también... Jinnie, ¿por qué no usas tus influencias en el club e intentas que ambos consigan un protagónico? Así tendrían que pasar tiempo juntos" dije intentando pensar en una solución.

"No funcionará, el no está en el equipo de actores, ayuda con los trajes y disfraces"dijo Hyunjin suspirando.
"Además, creo que le caigo mal, siempre me ve con mala cara, como si le hubiese hecho algo"dijo frunciendo el ceño.

"¿No lo habrás follado y prometido llamarlo en algún momento? He pasado por esas situaciones, nada lindo" comentó Félix.

"No lo creo, lo recordaría, con esa cara no podría olvidarlo, además su aroma a jazmines... Es tan delicioso que mi olfato lo recordaría" dijo Hyunjin con una pequeña sonrisa.

"Creo que alguien está cayendo..."dijimos a la vez Félix y yo.

"Callense estúpidos, debo irme, mi padre quiere que lo ayude en algo, no se como no ha venido a buscarme aún"dijo Hyunjin mientras saludaba a la cámara.

"¿Crees que lo logre?" pregunté a Félix.

El se encogió de hombros.

"¿Quién sabe? Jinnie es capaz de obtener todo y a todos los que quiera si se lo propone"dijo.

"Mmm, tú si sabes del tema, ¿verdad?"pregunté divertido.

"Calla, ese tema quedó en el pasado, al igual que la relación entre el y yo, eramos estúpidos y llenos de hormonas"dijo con una mueca de asco.

"Lo sé lo sé, solo quería molestarte, debo irme, tengo tarea por hacer"dije saludando a la cámara para luego colgar.

Suspiré y me levante de la cama.
Tomé la mochila y me dirigí hacia el escritorio.
Saque el libro de biología y comencé a leer.
Luego de una hora, dejé el cuaderno a un lado y me estiré.
Odio hacer tarea.

Mientras descansaba un poco, escuché una melodía que me llamó la atención, una melodía que conocía, una canción de uno de mis grupos favoritos.

Me asomé por la ventana y mire hacia todos lados.
Hasta que levanté la vista y lo vi.
Minho bailando en su habitación.
La camiseta blanca que usaba se pegaba a su cuerpo debido al sudor.
Solo una palabra podría describirlo ahora.

Ardiente.

Observé maravillado como asertaba cada movimiento de la coreografía, sin equivocarse una vez, como un verdadero profesional.
Conocía solo a una persona que bailaba tan bien como él, Félix.

Al terminar la canción pude oír su agitada respiración.
Se acercó a la ventana y sacó la cabeza, buscando aire.
Fue en aquél momento en el que me vio.

—¿Disfrutando la vista precioso?—dijo con una sonrisa de lado.

Negué mientras sonreía.

—¿Practicas para la feria de fin de año?—pregunté ladeando la cabeza hacia un lado.

—Aún no, no sé que haré, pero quiero intentar crear mi propia coreografía—dijo pasando una pequeña toalla por su cabello para secar el sudor.

—¡Woah! Seguro impresionaras a los representantes de las Universidades, suelen venir a buscar talentos escondidos.

A pesar de la distancia, pude ver el cambio en sus ojos, todo su rostro se iluminó al escucharme.

—Es la primera vez que escucho sobre los caza talentos, en el club de baile nunca lo habían mencionado—dijo.

—Debe ser porque eres un miembro nuevo, se les debe haber olvidado, no te preocupes—dije haciendo un gesto como restandole importancia al asunto.

—Bueno, creo que me esforzaré aun más para conseguir entrar a una Universidad, ¡gracias por decírmelo Hannie!¿Qué haría sin ti?—preguntó mientras se giraba y buscaba otra canción en su teléfono.

—No lo sé, creo que morirías luego de tres días, debo irme, tengo tarea que terminar, ¡intenta no esforzarte mucho!—dije mientras me acomodaba de nuevo en la silla.

—¡No prometo nada!—dijo riendo.

Una melodía desconocida comenzó a sonar.
La expresión facial de Minho cambió de un segundo a otro.
La sonrisa fue sustituida por un ceño fruncido por la concentración.

No podía quitar la vista de el.
Mis ojos seguían cada uno de sus precisos movimientos.

Era algo precioso de ver en verdad.
Suspiré.

Lee Minho estás jugando con mi cabeza.