Destinos - Remus J. Lupin

Tres

"Podría repetir este momento mil veces en mi mente".

- Avenida 749.

Aura nunca supo en qué casilla poner a los Merodeadores, no sabía si dejarlos en "gente desagradable" o "gente buena". Ella tuvo varios encuentros con ellos (la mayoría desagradables por como trataban a su amigo), pero siempre que se dirigían a ella lo hacían con respeto... bueno respeto dentro de lo que cabe para unos adolescentes de catorce años.

Actualmente se encontraba en la torre de Astronomía con Sirius Black, terminando una intensa cesión de estudios, acompañados del gato de la muchacha.

— Hoy tuviste un buen avance —comento mientras acariciaba al gato que se recostó hace una hora en sus piernas.— Solo te confundirte a Marte con Neptuno... fuera de eso podrás aprobar el examen de fines de curso. Lo pasarás por poco, pero con mi gran ayuda lo lograrás.

— No sabes lo bien que me hace saber que voy a aprobar por poco —respondió con un tono bromista mientras guardaba todos sus materiales en su bolso, no podía esperar hasta llegar a las cálidas alcobas de Hufflepuff y dormir sin ningún tipo de molestia estelar.

— Bueno, eso es mucho mejor que nada la verdad...

Fue interrumpido por un fuerte golpe en la entrada, haciendo que ambos adolescentes saquen sus varitas y apunten a la entrada (Sirius dando un paso adelante de Aura). No era de sorprender que los Slytherin estén haciendo ataques sorpresas a sus enemigos así que ambos se prepararon para lo peor.

— Somos nosotros amigo.

Aura estuvo a punto de lanzar algún tipo de maldición inofensiva a modo de amenaza para que se revele el origen de la voz, en su experiencia en el mundo mágico, cualquier cosa que hable y no se pueda ver, era malo. Pero Sirius rápidamente levanto su mano impidiendo dicha acción.

— James si no quieres ser maldecido te aconsejo que te reveles, me da miedo cuando Aura esta molesta.

La rubia frunció el entrecejo, en primer lugar un ruido que salió de la nada, y en segundo una voz  salió de la nada. Hasta dio un pequeño salto al ver como tres personas se revelaban debajo de una ¿capa?

Juro por un momento que no había nadie ahí.

Tres de los cuatro chicos soltaron una leve risa al notar la expresión de la muchacha que rondaba entre confusión y pánico. Y no la culpaban cuando James les mostro la capa invisible quedaron igual o peor que ella.

Sí Aura hubiera estado sola probablemente se tacharía como loca.

La única cosa que la sacó de su trance, fue Sombra el cuán se levantó de su lugar y camino hasta el grupo de amigos, frotándose cariñosamente por las piernas de cada uno.

— Creo que es mejor que me valla yendo —murmuró al notar que ninguno de los cuatro iba a hablar. Empezando a caminar hasta las escaleras, seguida de cerca por su mascota.— Nos vemos mañana.

Sabia que estos cuatro chicos eran difíciles de tratar y no quería tener nada con ellos fuera de lo académico. Solo había estado muy pocas veces en detención y ni ella o sus padres estaban muy orgullosos de ello.

Bajo tranquila por las escaleras, mirando hacia los dos lados antes de salir hacia los pasillos. No quería que un prefecto la atrapará por la noche, mucho menos si era Flich con su gata (aparentemente ambos lo odiaban a ella y a su minino), fue una suerte para ella que Sombra sea el guía en medio de la oscuridad de la noche.

Sombra siempre llevaba la delantera por uno o dos metros (su pelaje blanco y gris lo hacia muy visible), así cuando venía algún prefecto le alertaba a Aura, creando una distracción para que esta se esconda. Aura siempre estuvo maravillada por la inteligencia de su mascota, hasta la llevo con sus padres para que la chequeen, pero siempre salió que era un animal normal.