Diecisiete

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"No sabías dar amor,
Pero que buenas lecciones dejaste".

—Eduardo Pardo.

Si en algo era bueno Severus Snape, era en las pociones y en desconfiar de las personas, y en la mayoría de las veces el tenía razón. Pero esta vez hubo una gran diferencia, la persona de la cual desconfiaba era el posible interés amoroso de su mejor amiga. Sabia que ella gustaba de el, se notaba por como sus ojos tenían un leve brillo cuando lo veía o en como sus mejillas se sonrojaban cuando lo nombraban.

Así que por el bien de la amistad, prefirió guardar silencio y no contárselo a nadie; pero eso no significó que se quedaría de brazos cruzados, oh claro que no, Severus empezaría encontrando pequeños detalles en Lupin, pequeños defectos o acciones que muy pocas personas o casi nadie se percatara.

Y para su sorpresa se encontró con varias: Tenía tendencia a enfermarse fácilmente, siempre estaba lastimado o con una cicatriz nueva y lo más importante de todo, sus desapariciones una vez al mes por dos o tres días.

Al principio le pregunto a Aura, pero se llevo la sorpresa de que ella no sabía el porqué, que ella intentó que le dijese pero el solo le dijo que más tarde se lo diría por una promesa.

Severus usó todas sus fuerzas para no girar sus ojos.

— ¿Como que no lo sabes?

Aura se encogió de hombros mientras caminaban juntos hasta encantamientos.— No, siempre tuve duda por eso pero siempre se mostró un poco reacio a hablar del tema.

— ¿Y no te da miedo saber que puede ocultar?

Con una pequeña sonrisa le dio un leve empujoncito a su amigo.— Sev estoy bien, tu sabes que tengo un don para saber que personas valen la pena y que no.

Y ahí lo dejaron, teniendo a Severus totalmente distraído durante toda la clase que le costó mucho realizar algunos hechizos que en sus tiempos los tenía totalmente claros. Pero estaba preocupado por lo ignorante que era su amiga, ella se alejó de todos los Slytherin por solo opinar sobre los sangre sucia, pero se mantiene firme a mantener una amistad con unos idiotas que solo hacían bromas por el puro placer de hacer sufrir a los demás. Y odiaba eso.

Odiaba como su amiga no demostró estar enojada cuando esos idiotas provocaron que su grupo de tres se separara, es más pareció que pasaba más tiempo con el mestizo de Lupin y el tarado de McLaren.

Con ese nuevo pensamiento y una nueva furia, Severus Snape se prometió a sí mismo y llevaría hasta el fondo de todo esto, no permitiría que su amiga se enamore de un idiota que claramente escondía algo perverso... y el estaría totalmente extasiado en decirle al mundo que sería.

Por otro lado Lily Evans recordaba con una gran sonrisa como las mejillas de Remus se sonrojaban al ver el regalo que ella le dio para navidad, el cual era idéntico al que le dio a Aura. Era la misma foto pero con diferente marco, nada fuera del otro mundo. Simplemente le alegraba saber que el chico estaba interesado en su amiga.

Así que no le sorprendió ver a su amiga más tiempo en la sala común de Gryffindor, hablando principalmente con Remus el cual le daba el cien por ciento de su atención ya sea que esté leyendo o estudiando, detalle que la pelirroja considero muy lindo por parte del Merodeador, ya que casi nunca detenía su tarea o lectura por alguien.

Solo lo hizo por Aura.

Y le encantó a Lily ver la linda pareja que podrían ser ambos si no hubiera secretos de por medio. Los secretos estaban bien, pero ocultarle a tu interés romántico que eres un hombre lobo no.
Ella se había enterado de esto hace poco, pero decidió guardar silencio pensando que el se lo diría a Aura tarde o temprano, pero al no recibir ninguna señal de lo que haría, Lily tomó cartas en el asunto.

Abril había llegado más rápido de lo previsto y los estudiantes de quinto año y séptimo lo sabían mejor que nadie, dentro de poco tendrían sus exámenes finales y los TIMOS y EXTASIS no eran cosas que se tomaran a la ligera, gran parte de los alumnos sólo tomaban pequeñas pausas para comer, ir al baño y dormir, más de eso no.

Por más raro que suene, Lily fue una de los pocos estudiantes que salieron temprano de la biblioteca una tarde a mediados de abril, para ir en busca de los Merodeadores quienes tenían por costumbre estudiar a las orillas del Lago Negro.

Una vez que vio las cuatro cabezas de estos (y ninguna rubia) puso sus manos alrededor de su boca y grito fuertemente el nombre de su compañero prefecto, llamando la atención de todos los chicos que habían detenido todo.

— ¿Paso algo mi hermosa flor de lirio? —pregunto James con una sonrisa fanfarrona pero Lily lo dejo a un lado y miro al chico con cicatrices.

Con voz seria soltó— ¿Cuando le dirás a Aura de tu condición?

Remus guardo repentinamente silencio como si estuviera procesando todo lo que decía para después sentir un horrible malestar en su estomago, pero no respondió.

Y Lily no lo tomo bien.— ¿O sea que no le dirás por mas que ya están en una casi relación? —el tono que utilizo en su voz hizo que todos los precentes se congelen, hasta él que no debería de estar escuchando se quedó totalmente quieto.

— No lo pondría así Lily... pero que pasa si me aparta por lo que soy-

Sirius chasqueo la lengua llamando la atención de todos los presentes.— Maldita sea Lunatico, Aura no te dejara deberías saber a estas alturas que a ella no le molestaría tu licantropía....

Un fuerte suspiro salió de Remus mientras volvía a leer su libro de herbología.— ¿Por qué son tan positivos? Todos sabemos que cuando sepa que soy un hombre lobo se alejara de mi, es más debería de hacerlo ahora.

Lily simplemente giro los ojos ante lo melodramático de su compañero tratando de no golpearlo con el libro que tenía entre sus manos, pero prefirió guardar silencio al notar que todos los Merodeadores compartían una rápido mira y asentian al mismo tiempo.

James fue el primero en aclararse la garganta y hablar.— Pues no veo que tu estés haciendo algo para apartarla... es más cada vez parece que la buscas para estar a su lado.

Toda persona que estuviera cerca de ellos podría haber notado como Remus se puso totalmente colorado aunque no se molesto en contradecir a su amigo.

— ¿Entonces que? —pregunto Lily mientras llevaba sus manos hasta su cintura tratando de dar una fachada totalmente seria aunque mentalmente rezaba para que Remus dijera que le diría a Aura lo que es.

— Lo pensaré...

Finalizo para después volver a su libro. Lily lo miro por un momento con las cejas fruncidas, estaba decepcionada pero había hecho todo lo que tenía entre sus manos, así que con un simple suspiro se dio la vuelta y volvió para la biblioteca donde sabía que Aura estaría saliendo de Estudios Muggles e iría hasta allí con Andrew.

Pero ella no fue la única que se fue de la orilla del Lago Negro, Severus Snape había escuchado todo y solo le hacía falta de una pequeña prueba para que todos los Merodeadores caigan uno por uno.

No dejaría que una bestia como un hombre lobo camine cerca de la escuela, mucho menos cerca de su mejor amiga.

Destinos - Remus J. LupinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora