Once

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"Que lo que tenga que pasar, pase contigo".

— Mamá volveré el lunes antes del amanecer —hablo tranquila Aura mientras abrazaba a su madre. A estas alturas se estaba repensando seriamente si era bueno irse de vacaciones por un fin de semana. Todo podría suceder en dos días.

— ¿Iras sin dormir al trabajo? —pregunto Jacob una vez su hija soltó a su esposa y fue hasta él, dándole un abrazo igual de fuerte.

— Papá... todos tus empleados llegan al trabajo los lunes si dormir nada.

Él simplemente nego con su rostro para después darle un rápido saludo a Lily quien estaba esperando a su amiga desde la entrada de su casa.

— ¿Lista para ir? —pregunto cuando Aura llegó a ella, abrazandola fuertemente.

— Si, Remus me dijo que el transportador estará en el piso de James y Sirius.

Mientras se tomaban las manos para aparecerse en el departamento de los jóvenes, Lily comentó de lo sorprendente que es que él ministerio siga dando transladores, cosa que Aura le desmintió diciendo que ellos lo hicieron. La cara que puso su amiga pelirroja no tuvo precio para la rubia, haciendo que casi se desmayé de la risa al llegar al departamento de los chicos.

Después de una larga charla donde todos lograron convencer a Lily de utilizar el aparato. Todos se encontraron sosteniendo el objeto que sería el encargado de llevarlos a una pequeña casa a la costa de Inglaterra (un calzoncillo de Sirius).

— ¿Seguro que esto está limpio? —pregunto Aura mientras agarraba con asco la prenda de ropa.

Sirius solo sonrió, mirando a la joven de cabello rubio.

— Aura ¿Esto tiene color de estar limpio para ti?

Un leve quejido salió de Aura, Lily y Peter. Remus por su lado tuvo que recordarles a todos de no soltar ma prenda de ropa, pues se perderían y nadie los iría a buscar.

Así que cuando llego el momento, todo tipo de quejas fueron reemplazado por un grito colectivo al sentir como algo les tiraba del ombligo antes de caer a bruces contra el suelo.

Un quejido salió de Sirius, pues él parecía haber caído de cara a diferencia de los demás que usaron su mano libre para caer.

— Lily, creo que me rompí la nariz.

La pelirroja solo puso los ojos en blanco mientras apoyaba sus codos en el suelo de madera.— Solo fue un golpe Black no te preocupes.

Una vez que Remus se levantó estiro su mano para ayudar a Aura a levantarse, pues la chica pareció encontrar cómodo el suelo pues no se levantaba.

— Gracias —le agradeció mientras se acariciaba el brazo, esa zona había sido donde apoyo todo su peso al caer.— Nunca me acostumbré a eso.

Remus se rio.— Me di cuenta amor. El suelo parece muy hermoso para besar ¿verdad?

Aura descarto su idea con la mano.— Pero claro que no, el que besa el suelo es Sirius.

Una queja salió del pelinegro mientras Lily miraba su nariz. Pero fue ignorada por todo el grupo quienes estaban viendo el lugar en donde descansarian por dos días.

La casa era hogareña, con varias decoraciones sacadas del mar como caracoles, arena en varios cuadros, algunos peces disecados y anclas. Era la típica casa que se encontraba ni muy cerca ni muy lejos de la costa. Era perfecta, haciendo recordar a Remus y Aura la casa de campo donde se hospedaron durante el verano del 76'.

La calma pareció ser parte de la casa por un tiempo, hasta que entre los cuatro Merodeadores empezaron a discutir a que habitación iría cada uno.

Destinos - Remus J. LupinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora