Tres

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"Hay recuerdos que son para siempre".

Embarazada.

Embarazada.

Embarazada.

Esa fue la única palabra que estuvo en su mente desde que recibió la noticia. Y en ningún momento se fue, estaba en el trabajo, con su amiga, en las reuniones de la Orden.

Aurora Lupin estaba embarazada, y solo ella y su mejor amiga sabía.

Normalmente iría a decírselo a sus padres, pero consideraba fuertemente que Remus debería de ser la segunda persona en saberlo. Al fin y al cabo él también fue parte de esto.

Remus y los chicos volverían de sus misiones dentro de unos días si tenían suerte, por lo tanto le daba tiempo para preparar alguna idea para decirle.

Su madre le contó que cuando se estero que estaba embarazada de ella; hizo una cena con tres platos y cuando su padre le preguntó para quién era el tercero ella dijo "Para el pequeño integrante de la familia, vendrá en nueve meses para visitarnos". Su padre estuvo más que feliz ese día aunque tardó un tiempo en entender.

Pero había una gran diferencia, Jacob quería ser padre, Remus se mostraba un poco temeroso y lo sacaba a la luz cuando Molly insistía que sostenga a uno de sus gemelos. Para decepción de Aura (y Molly) él había acotado que era peligroso darle un bebé a un hombre lobo.

Aura quería darle un fuerte golpe en la cabeza y decirle que eso será peligroso si estuviera en su forma de hombre lobo sin la poción matalobos, pero guardo silencio, prestando atención a lo que Ted Tonks esta hablando de su hija; sorprendido por la existencia de los metamorfomagos al ser nacido de muggles.

Pero ahora no podría decir el típico: soy peligroso para los niños... pues él era el padre del niño que llevaba en su vientre.

Una expresión de dolor apareció en el rostro de Aura mientras se miraba en el espejo. Solo tenía su sostén y pantalones puestos dejando una completa vista de su abdomen por ahora plano, le costaba creer que en algunos meses este estaría totalmente hinchado. Aunque nisiquiera sabia como podía verse en la habitación a oscuras.

Y eso le molestaba, no tendría que estar embaraza, no ahora, mucho menos en una guerra de la cual no sabían si iban a vivir. Nisiquiera sabia si era buena idea traer a un niño al mundo.

Un leve jadeo doloroso salió de ella mientras apoyaba una mano en su vientre y la otra frente al espejo.

— Esto no tendría que ser así —lloro silenciosamente mientras se arrastraba hacia el suelo donde quedó de rodillas.— ¿Por qué ahora?

Su cabello había cubierto por completo su rostro ahora cubierto de lágrimas. Había caído en cuentas de que estaba embarazada, solo tenía veinte años, apenas sabía cómo era tener la vida de un adulto y estaban en una guerra.

Un grito ahogado salió de esta mientras lloraba todo lo que se había aguantado tratando de verle el lado positivo.

La gente estaba muriendo.

Sus amigos arriesgaban su vida por una causa que no parecía tener final.

La gente desaparece.

Si su cuerpo no estaría ocupado temblando por sus espasmos llorosos, gritaria que había arruinado su vida...

Hasta maldecia a la Aura de 19 años que estaba emocionada por tener un hijo... y eso solo fue hace un año.

"Miau"

La cabeza de Aura se levantó, tratando de ver entre lágrimas una mancha blanca y gris que probablemente era Sombra.

— Hola amigo... —hablo desganada, apoyando una de sus manos en su vientre mientras que la otra acaricia su compañero.— Lamento mucho que me tengas que ver en esta situación.

Destinos - Remus J. LupinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora