Doce

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"Y volvemos a vernos, pero jamás con los mismos ojos".

Si pensó que las cosas mejorarían y que todo quedaría atrás, estaba equivocada.

Lily se negaba a hablar con Severus.

Severus seguía insistiendo en hablar con Lily.

Y los Merodeadores no paraban de molestar a estos dos (todos habiéndole bromas muy crueles a Severus y James molestando a Lily).

Aura por otro lado se había quedado en una horrible encrucijada, teniendo que dividir su tiempo entre sus dos amigos, las clases de apoyo que daba y recibía, y las rondas de prefecto. Estaba de más decir que la joven volvía agotada y su humor iba poco a poco decayendo. Seguía siendo la chica que ayudaba a todos con una gran sonrisa, pero para las personas que la miraban de cerca sabían que su ánimo había cambiado, que su mirada no tenía el típico brillo de alegría que lucia siempre y que su sonrisa parecía la de los actores que no sabían si era una mueca o una sonrisa.

Muy pocas personas se dieron cuenta de el cambio que sufría la muchacha y ellos fueron sus padres (aunque se enteraron de esto cuando ella volvió para las vacaciones de invierno) y Remus Lupin. Fue triste saber que sus dos mejores amigos no notaron ese cambio, pero casi nadie los culparía, ellos tenían sus propios problemas.

Remus lo noto cuando vio que la chica pasaba mucho tiempo callada, que no levantaba la vista de sus libros o informes a menos que le hablen, pero lo que detonó todo fue una charla que ellos tuvieron durante una de sus guardias.

— ¿Cómo esta Lily? —le pregunto Remus mientras iluminaba con su varita el oscuro pasillo del quinto piso.

Aura dudo por un momento haciendo que la luz que emanaba su varita baje por un poco.— Bien creo... no hablamos mucho del tema y la única vez que lo hicimos ella explicó que le seguía doliendo pero que fue la mejor decisión —guardo un minuto de silencio en el cual Remus pensó que ya había terminado de hablar, pero continuó.— Que el, Sev ya había aceptado su lado de la guerra cuando comenzó a llamar sangre sucia a los demás nacidos de Muggles.

Con una fuerte inhalación Aura termino de hablar, mirando fijamente la pequeña esfera de luz que emitía su varita. Odiando el sentimiento de dolor que le surgía en el pecho al hablar sobre el tema, muy pocos habían preguntado así que no tenía ningún tipo de experiencia en disimular el dolor que le ardía en el pecho.

Después de un minuto de silencio en el cual Remus proceso todo, el tomo levemente su mano y hablo.

— ¿Y tu como estas?

No sabía porque, pero al Gryffindor le dolió ver como el cuerpo de Aura se tensaba ante una simple pregunta que podría recibir día con día. Cuando noto como sus ojos se llenaban de lágrimas que parecía reacia a permitir que corran por su rostro, sintió una gran necesidad de abrazarla y prometerle que todo estará bien.

Aura suspiro— Bien... si creo que bien, bueno no debería de estar mal... —divago mientras bajaba su mirada hasta sus manos unidas, no podía seguir mirándolo cuando sabía que si lo hacía empezaría a llorar como una niña que se acababa de raspar las rodillas.

Remus apretó levemente el agarre de sus manos en un intento de reconfortarla.

— Aura tienes todo el derecho de sentirte mal por esto. No sólo le afecto a ellos sino a ti también, son tus amigos y (disculpa que lo ponga así) pero es bueno que te sientas así, eso es empatía, sientes empatía por el dolor que sientes tus amigos... Aura se que no estás bien-

Se calló cuando un leve sollozo llegó hasta sus oídos, sintiendo la ausencia de la mano de Aura cuando ella la llevó hasta su rostro para cubrirlo y evitar que las lágrimas se noten.

Se podría decir que fue puro instinto que Remus envolvió sus brazos alrededor de ella en un intento de calmarla, quería que parase de llorar, odiaba ver a alguien tan alegre como ella en este estado, aunque también temía que ella lo apartara por el repentino contacto.

Pero no fue así, al momento en que Aura sintió los brazos de Remus alrededor de ella lo único que pudo pensar fue en aferrarse a él como si su vida dependiera de eso.

— No... no estoy bien —. Ella finalizó mientras enterraba su rostro en su pecho, sintiendo un gran alivio al por fin poder hablar de esto con alguien sin sentirse culpable.

Pasaron varios minutos abrazados donde el único sonido era algunos ronquidos de los cuadros, el sonar de los animales en el bosque prohibido y el llanto de Aura el cual poco a poco había disminuido hasta finalizarse. Aunque prefirió quedarse un momento más antes de separarse un poco.

Con una pequeña y débil sonrisa empezó a hablar.— Merlín, Remus lamento hacerte pasar por esto. Probablemente tu solo venías por una ronda de prefecto y yo aquí manchando tu túnica con mis lágrimas —. Rápidamente  apunto su varita a la mancha húmeda que había en su pecho y con un simple movimiento desapareció.

— Tonterías, valió la pena... o por lo menos por ti valió la pena—comento el más alto mientras volvía a entrelazan su mano con la de ella, sintiéndose orgulloso al ver como la pequeña sonrisa reaparecía en el rostro de Aura acompañado de sonrojaba.— ¿Te acuerdas de mi patronus? —pregunto cambiando rápidamente el tema. Estuvo hablando con sus amigos sobre mostrarle completamente su patronus y dijeron que lo ultimo que pensaría al mostrárselo sería era un hombre lobo, así que trato de suprimir todas sus preocupaciones al mínimo.

Aunque una parte de el desearía que ella sea consciente de su concisión para saber si se quedaría junto a él o lo discriminaría como toda la sociedad.

— ¿Pudiste convocar el lobo completo y mantenerlo por un tiempo? —. Su tono de voz salió curioso mientras miraba atentamente su varita.

— Si, esta vez se puede mantener estable por un largo tiempo ¿quieres ver?

La chica asintió levemente prestando gran atención a la varita de su compañero cuando este susurro el encantamiento, dejando que todo el pasillo aparentemente oscuro tome un color azul plateado gracias al lobo que poco a poco se estaba materializando frente de ellos, que no tardo en empezar a correr alrededor de ellos hasta sentarse frente suyo moviendo la cola.

Una sonrisa apareció en el rostro del Gryffindor al ver que su patronus estaba más interesado en la chica a su lado— Convoca al tuyo, un poco de compañía no vendría mal —Remus se inclino un poco para hablar con Aura la cual frunció levemente su ceño.

Aura dudo por un momento, pero al ver el rostro de Remus con una leve sonrisa, no supo cómo negarse.— No se si pueda... pero lo intentaré.

Y con eso respiro profundo y empezó a recordar todos los recuerdos felices que había utilizado las anteriores ocasionales, para después susurrar el encantamiento al igual que su compañero.

Sintió una fuerte descarga de su mano en la que sostenía su varita que la obligó a abrir sus ojos, encontrándose con la vista de su hermoso cisne volando hasta el lobo y parándose sobre su cabeza mientras este movía la cola alegremente.

Una risa se escapó de los labios de Aura.

— ¡No sabia que los  patronus podían interactuar entre sí!

— Tampoco lo sabía —susurro Remus igual de asombrado.

.......

— El patronus de tu madre siempre interactuaba con el de tu padre Alya.

— Sí... me acuerdo cuando tu padre entró pateando la puerta nuestra habitación para despertarnos a todos y contarnos sobre eso.

— Ambos probablemente estén más que orgullosos al saber que tu patronus sea un lobo casi idéntico al de tu padre.

— Orgulloso seria poco.

Destinos - Remus J. LupinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora