Uno

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"Como una pintura, nos iremos borrando. Como una flor, nos iremos secando".


Guerra y muerte.

Si los Lupin tuvieran que usar una palabra para describir todo los sucesos seguidos de su boda serían esas dos palabras.

Las misiones de la Orden se volvían más peligrosas, y con cada misión mínimo había una o dos muertes seguidas.

Todo el grupo de amigos había visto por lo menos una muerte, la cual los atormentaba por las noches, haciendo que las pesadillas se volvieran más constantes. Logrando que sea algo normal ver a los miembros más jóvenes con grandes ojeras colgando de sus ojos.

Aura y Lily eran las que menos se enfrentaban a misiones graves pues ambas se encargaban de curar a los heridos. La primera crando y dándo pociones a la estudiante de Sanadora, notando el buen dúo dinámico que hacían.

Por otro lado los chicos eran de las misiones prácticas, pero todas fallaron y no fue porque eran malo. De una u otra manera siempre los Mortifagos los encontraban y los atacaban casi por sorpresa, superandolos siempre por número.

Algo que preocupo a toda la Orden. Pues cada vez eran menos, algo desesperante para todos.

Aura se sentó al lado de Remus, ambos mirando todos los planos presentes en la mesa rectangular que encabezaba Dumbledore.

A la chica de cabello rubio le daba náuseas ver como poco a poco menos miembros quedaban, pues los asientos que al principio, cuando habían entrado, estaban ocupados por amables personas ahora estaban vacíos.

— Me temo que hoy nos reunimos para anunciar la muerte de Benjy Fenwick...

Un doloroso quejido salió de todos los presentes pues Benjy había sido de guía y ayuda para todos los presentes, tratando de aligerar la situación junto a los gemelos Prewett.

— ¿Donde estaba el cuerpo? —pregunto derrotada Aura. Ya estaba cansada de solo reunirse para contar las muertes de los miembros.

Alastor Moody se aclaro la garganta mientras miraba a la joven.— No había cuerpo... encontramos pedazos de su cuerpo.

Un silencio inmundo la sala que permaneció hasta que cada uno de los miembros volvió a sus propios hogares.

Una vez que Aura llegó a la seguridad de su hogar con todos los hechizos protectores puestos, se sentó en la primera silla que encontró apoyando sus codos en sus rodillas mientras enterraba su rostro en sus manos.

Aborrecía esto, hace varios días tenía una horrible incomodidad que aumentaba con cada noticia de muertes que recibía, creciendo con cada día que pasaba sin noticias de sus amigos.

Andrew y Sirius fueron a una misión para infiltrarse a la mansión de los Malfoy.

James y Lily apenas salían de sus trabajos que día con día se volvían más y más peligrosos.

Y Peter desaparecía por misiones especiales.

Esto desanimó completamente a la joven, pues durante el trabajo y el resto del día estaba preocupándose por sus amigos o esposo. Al parecer el hombre lobo que había mordido a Remus se apareció afuera de su trabajo alegando que era hora que se una a la manada y al lado oscuro.

Remus lo mando a la mierda en pocas palabras.

Una cálida mano se apoyo en el hombro de la chica.

— Amor... ¿Estas bien? —pregunto Remus con duda al ver que después de un tiempo su esposa no se levanto. Agachandose al lado de ella y notando que estaba muy pálida.

Destinos - Remus J. LupinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora