𝗡𝗼 𝗤𝘂𝗶𝗲𝗿𝗼 𝗤𝘂𝗲𝗿𝗲𝗿𝘁𝗲 || JASON WAUD✰

-Capítulo 2-

NARRA SAM

Estábamos en la barra apunto de pagar la comida cuando de repente entró Davis, el hermano de Alice. Lo vimos con una chica nueva entrado al bar eligiendo una mesa dónde sentarse.

-Alice, mira. -le golpeé a mi mejor amiga en el hombro varias veces.

-Ven, vamos. -me dijo Alice cogiéndome del brazo. Fuimos a la mesa de Davis a saludarles a los dos. 

-¡Hoola! -dijo Alice alegremente. 

-Alice, ¿Qué haces aquí? -dijo Davis. 

-Soy Alice, su hermana pequeña. -se presentó ella a la chica de pelo rizado que iba con Davis.

-Y yo Sam, su amiga. -me presenté también. 

-Hola. -se presentó la chica nueva un poco nerviosa. 

-Alice, nos vemos en casa. -dijo Davis con una cara de "largaos". 

-Está bien, hermanito. Encantada. -le dijo Alice despeinándole el pelo.

Alice y yo nos fuimos hasta la barra de nuevo para pagar de una vez por todas y después salimos fuera del local. Había bastante gente en el aparcamiento, parecía que el bar celebrara algo especial. Cuando Alice y yo estábamos yendo a mi coche, alguien gritó mi nombre.

-¡Sam! 

Nos giramos las dos a la vez y era Freddie.

-¡Ven un momento! -me gritó desde lejos. Alice y yo nos miramos y le pregunté:

-¿Vamos? 

Alice me asintió con la cabeza y fuimos hasta su mesa. Estaban todos riéndose, no sé de qué, pero no me hacían sentir muy bien. Intenté no ponerme nerviosa delante de todos ellos. 

-¿Qué pasa? -pregunté evitando la mirada de Josh. 

-Nada, estábamos aquí preguntándonos... ¿Qué hacéis aquí? -me preguntó Freddie riéndose en mi puta cara. 

-Ah. Pues eso mismo me pregunto yo. Como sois tan pijos me resulta raro veros por un sitio tan cutre como este. -dije cruzándome los brazos. Todos se rieron de lo que dije. 

-Lo mismo opino yo de vosotras. -dijo Jason mirando a Alice. 

-Ten cuidado no te vayan a partir la boca de nuevo. -dijo Alice con una sonrisa falsa. Jason hizo lo mismo. 

-¿Aquel no es Tom? -dijo Joe sin mala intención, o eso creo. 

Giré mi cabeza para localizar a Tom y cuando lo vi con una chica morena, algo hizo que mi corazón se rompiera en mil pedazos. Sentí todas las miradas sobre mi pero intenté no llorar delante de todos los chicos. 

-Alice, vámonos. -le cogí de la mano y escuché a los chicos murmurar. 

Llevé a Alice hasta el coche para desahogarme sin que nadie me viera. Cerré la puerta del coche de un portazo y rompí a llorar delante de ella por lo patética que me veía en ese instante. 

-Sam... -me dijo Alice abrazándome. 

-¡Tía, me había dicho que estaba trabajando con su padre! -dije llorando a todo pulmón. -¡Me ha vuelto a engañar, tía! ¿Lo ves normal? 

-No, Sam, no lo veo normal. No mereces esto. Quién te lo hace una, te lo hace dos y tres veces más. Y las que quiera. -me dijo Alice dándome la razón de corazón. 

-Joder, ¡No sé que hacer! -dije mientras me limpiaba las lágrimas con la mano. 

-¿Sabes qué? Se merece que le den un guantazo. Ahí, delante de esa chica y delante de todos Sam, para que vean qué clase de persona es.