-Capítulo 38-

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NARRA SAM

Después de la semanas de exámenes en las que todos, pero absolutamente todos desaparecíamos y nos escondíamos en nuestras habitaciones estudiando, por fin, a la víspera estaban las navidades. Tengo unas ganas inmensas de ir por la calle y ver las luces de navidad puesta por todos lados. Ir a tomar un chocolate caliente a mi cafetería favorita con mi abuela, decorar todos los rincones de mi casa y sobre todo... ¡Vestir con los colores fundamentales de estas fechas! 

Recogí mis cosas y lo metí en la mochila. Me quité los cascos y salí de la biblioteca. Sé que no debo pero me muero de ganas de ver a Josh así que, oficialmente, caigo en la tentación de llamarlo. Por lo menos quería saber como iba con sus exámenes. 

Después de unos escasos segundos, contestó. 

-Hola bebé. ¿Qué pasa? -preguntó preocupado. Es más adorable con la voz que tiene. 

-Nada bebé, quería ver como ibas. 

-Pues mal. 

-¿Y eso? 

-Porque no estás aquí conmigo ayudándome. 

Mi corazón está latiendo a mil por hora. Sam, di algo estúpida. 

-A mi me pasa igual, amor... 

-¿Qué haces tú? -me preguntó con una voz cálida. 

-Acabo de salir de la biblioteca. 

-Amm. Que bueno eso, ¿has estudiado mucho? 

-Sí, merezco un premio. -dije entre risas mientras me mordí el labio. -Quiero verte. ¿Puedo ir a tu casa? 

-Sammy, no tienes ni que preguntar eso. Aquí te espero. 

-Pero, ¿Y tus padres? 

-Tranquila bebé, el chico guapo de la familia está con la persona que define lo que es ser bella por dentro y por fuera. 

Vale, mi corazón no está. Ha desaparecido y se ha ido a la lunaaaaaa.

-Ahora voy. -fue lo único que pude decir. Nos despedimos en llamada y me fui en dirección hasta su casa. Tenía muchas ganas de verlo. Muchas. 

Mientras iba escuchando a Camila Cabello, las luces anaranjadas de la ciudad golpeaban mi vista. La hora punta de la vuelta a casa era muy escasa porque habían trafico. Mientras me acercaba más a casa de Josh, más nerviosa me ponía. Y entonces lo vi, justo sentado en las escaleras de su patio mirando su teléfono. Cuando él alzó la cabeza y me vio llegar, vino hasta mi. Cogió mi cara con sus manos frías y me besó apasionadamente. Yo le continué el beso con mis manos a la altura de su pecho, escondiéndome de la oscura noche. 

Nos separamos varias veces por falta de aire pero volvíamos a unirnos con más ganas que nunca. Los ojitos de Josh brillaban como un destello de magia y yo me resguardaba en mi sonrisa avergonzada. 

-Te amo, Sammy. -me dijo con la voz ronca. 

Yo le miré dedicándole una sonrisa grata, para luego, darle un abrazo real, de esos en los que no quieres soltar a la persona. Justamente, sonó un trueno y comenzó a llover muy fuerte. Fue todo tan rápido que ni siquiera nos dio tiempo a ir a la parte cubierta, nos empapamos ahí debajo del gran techo azul llamado cielo. Entre risas, besos, miradas y abrazos vivimos la típica escena de película. 

-¡Te amo, Sammy! -gritó mirando el cielo mientras las gotas de agua caían sin cesar. 

-¡Yo también te amo Josh!

Él abrió los brazos para dejar que la lluvia caiga por todo su cuerpo y yo hice lo mismo que él. Pese a que tenía la mochila y todo los apuntes ahí, me daba igual. Sólo quería estar con Josh. 

𝗡𝗼 𝗤𝘂𝗶𝗲𝗿𝗼 𝗤𝘂𝗲𝗿𝗲𝗿𝘁𝗲 || JASON WAUD✰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora