-Capítulo 43-

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NARRA ALICE

No pude asimilar todo lo que me dijo Ross anoche. ¿Todo había sido una mentira de Olivia? Y lo peor de todo. ¿Me había drogado? Sigo sin poder comprender todo lo que había pasado tan rápido en tan poco tiempo. Ni tampoco logro entender como he podido dar de la lado a mi mejor amiga desde infantil, ni tampoco a los chicos. Y a Jason.

Qué mal. Alice eres una idiota por dejar que sucediera todo esto.

-¡Ken! ¡Ponme otro! -grité medio borracha en la barra de local de MacAlister, donde los sábados por las noche se convierte en karaoke.

-Alice, deberías irte a casa. No pienso ponerte otro.

-El cliente siempre tiene la razón, así que... ¡Venga! -grité con más fuerza.

-No me dejas otra opción.

Ken se marchó hasta pasar por el otro de la barra y venir hasta a mí, cogiéndome de los brazos fuertemente, mientras yo me negaba para que no me moviera, pero era imposible. Alice, Ken es un tío de 4x4 super tocho, claro que te iba a mover quieras o no, gritó mi subconsciencia. Él me llevó hasta la parte de atrás del bar, donde me dejó sentada en una de las sillas y se marchó mirando su teléfono. Espero que no llame a ninguno de mis amigos, no quiero que me vean así. Bueno, en realidad tengo muchas ganas de ver a Jason. Es algo tarde, concretamente las dos de la mañana y a lo mejor está por ahí de fiesta. Voy a llamarle, sí. Tengo que escucharle.

Me armé de valor y saqué mi móvil del bolso. Marqué su número de teléfono ya que me lo sabía de memoria y esperé a que me respondiera. Sigo alucinando porqué nunca le dije nada de todo lo que sentía hacia él. Admiración. Deseo. Ganas. E incluso otras veces sentía enfado por como me trataba o mejor dicho, como se trataba a él mismo. Hace unos meses en Instagram encontré una frase que decía:

Los pasos que no he dado por miedo ahora se tropiezan conmigo en mi camino.

Y qué verdad.

Me encantaría confesarle todo lo que le deseo, lo mucho que le quiero y lo importante que se a convertido. Sentí mariposas revolotear cuando vi que estaba marcando y cuando, después de unos segundos de espera, cogió la llamada, me quedé muda.

-¿Alice? -Alice. ¿Qué pasa? -preguntó con esa voz ronca de recién despertado.

He despertado a Jason un sábado a las 2 de la mañana por un simple impulso de querer decirle todo lo que siento y ahora no me sale nada, me siento una idiota.

-Alice como no digas que es lo que ocurre te voy a colgar. No tengo tiempo para idioteces.

-Jason. Yo...

-¿Has bebido? -preguntó de una manera muy seria. Odio cuando se pone serio, no sé por donde cogerle.

-Alice, contéstame. ¿Dónde estás? -volvió a interrogarme. Yo seguí sin contestar por vergüenza. -No te muevas, voy a buscarte.

Me colgó. Y mi corazón se detuvo al instante de saber que Jason iba a salir en mi busca después de haberle tratado tan mal y después de haber pensado tan feo de el. No le merezco. Ni tampoco a Sam. En menos de unos diez minutos, apareció corriendo con Ken tras él, con una cara de enfado total. No me dijo nada cuando me vio, solo me cogió por la cintura para caminar y llevarme hasta el coche y se despidió de Ken dándole las gracias. Una vez en el coche, ninguno de los dos hablamos nada, hasta que Jason aparcó frente a mi casa y antes de salir, decidí hablar.

-No quiero ir a casa. Llévame a otro sitio.

-Alice, deja de decir tonterías.

-Es enserio.

-Lo mío también es enserio. Quiero que me dejes de llamar cada vez que te encuentres en apuros o mal, y que desaparezcas de mi vida para dejar de complicarla tanto. ¡Odio tener esa dependencia de ti! ¡Odio como el simple echo de que no me hablaras durante estas tres últimas semanas me mató internamente! Así que si te lo preguntas, no. No quiero nada que me pueda hacer más daño y a partir de ahora tú ya no estás en mis planes, Alice.

Mi mente cambió de pensamiento total y todo lo que quise decir se me quedaron a las puertas de gritárselo a la cara, pero sin embargo, no fue eso lo que ocurrió.

-¡Que sepas que lo único por lo que te he llamado hoy era para poder verte, pedazo imbécil! Verte y besarte con tantas ganas como las que he tenido este tiempo atrás. Y sin hablar de lo que te deseo, pero solo son películas que me he montado yo sola en la cabeza porque no eres más que Jason Waud a punto de salir a escena, con sus coleguitas, creyéndose los mejores tíos del puto instituto porque todas las chicas van detrás de vosotras. ¡Pues que te aprovechen! Yo tampoco quiero un crío a mi lado!

Salí del coche con lágrimas cayendo sobre mi rostro. Me sentía muy rota. Sola. Y decepcionada porque pensaba que Jason diría otras cosas o de algún otro modo. Cuando llegué a mi habitación, me eché a la cama a llorar, dejando la almohada empapada hasta que al final, me perdí en mis pensamientos y conseguí dormirme a las tantas de la madrugada. 

Durante las próximas semanas, me evadí mucho de la gente que un día significó mucho para mí. No hablaba con nadie, ni siquiera con Sam. Solo iba a mi trabajo y de vuelta a casa. Para variar, ni le respondía a los mensajes que me enviaba Ross. Yo, que había tardado la vida en aceptar el fallecimiento de mi madre y continuar con mi vida, ahora todo mi alrededor me había matado por dentro. O quizá me había roto yo misma, por no haber hecho las cosas bien. 

Y así pasaban los días, las semanas e incluso varios meses donde mi rutina constaba en eso. Olivia me llamó varias veces para salir de fiesta a las cuales me negué rotundamente. Después de eso, me volvió a llamar pero nunca más se lo cogí. Literalmente había pasado todo el verano aislada de la gente que más quería y eso era lo que más temía. Mi hermano siempre me preguntaba por Josh, por Jason y yo siempre evadía la respuesta o contestaba lo mismo "están de viaje." Tampoco sabía que excusa poner con ellos dos pero cada vez que mi hermano me preguntaba por ellos, me dolía un poquito. 



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⏰ Última actualización: Jun 16, 2022 ⏰

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𝗡𝗼 𝗤𝘂𝗶𝗲𝗿𝗼 𝗤𝘂𝗲𝗿𝗲𝗿𝘁𝗲 || JASON WAUD✰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora