-Capítulo 26-

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NARRA JASON

Creo que peculiar es la definición de este lugar. Cuando Sam nos dijo lo de ganar las entradas para el viaje, creo que nadie se pensó que iba a ser a una puta casa rural donde no llegaba ni la cobertura del móvil. Por un lado, es una buena opción para conocernos todos mejor. Al fin y al cabo, llevamos un mes desde que se formó este grupo tan caótico. Todavía recuerdo cuando tuve esa maldita pelea con Mike. Aunque pensándolo bien, mereció la pena que me castigaran por haberle partido la cara a ese inútil. Eso fue lo que me llevó a poder hablar con Alice. 

Sabía que íbamos al mismo curso pero nunca me aprendí su nombre, ni tampoco el de Sam. Eran chicas muy introvertidas desde que éramos pequeños. Pero cuando Sam comenzó a salir con Tom se le empezó a conocer más. Sin embargo, Alice siguió pasando desapercibida, encerrada en sus libros y en su música en compañía de Ross. Sí. Sabía que Ross componía canciones porque su madre es la dueña de la panadería del pueblo y mi madre todas las mañanas va a comprarle, con lo cual, la madre de Ross se lo contaba a mi madre. Es lo que tiene vivir en un pueblo. Pero bueno, a lo que iba. Cuando Sam comenzó con Tom comenzaron hacer muchas concursos donde ellos dos ganaban siempre. Por ejemplo, el concurso de baile de primavera, los dos años que estuvieron juntos fueron ganadores. Y sí, están en la orla del instituto en la puerta principal del gimnasio. Este año estoy seguro que Sam quedará como reina pero al lado de Josh. 

En fin, la casa estaba bien, aunque quizá un baño para ocho personas no sea lo ideal. Pero supongo que nos adaptaremos, no nos queda otra. 

-¡Sam! ¡No hay cobertura! -gritó Cameron. 

-Yo no sabía nada de esto. 

-¡Nos quedaremos un fin de semana entero sin cobertura! -volvió a exclamar. 

Yo rodeé los ojos por el escandalo que estaba montando Cameron por no tener cobertura. Al fin y al cabo, es lo que he dicho antes. Esto nos servirá para unirnos más. Freddie y Josh estuvieron curioseando la casa mientras que Sam y Alice salían fuera, al jardín.

-¡Piscina! -exclamó Alice alzando la manos. 

-Me esperaba otra cosa de alojamiento. -dijo Ross. 

-Ross. -dijo Sam con una voz serena. Ross se giró hacia ella. -Que te follen. -dijo sacando el dedo con cara seria. 

Todos salimos al jardín dejando las maletas en el comedor. Habían dos hamacas colocadas de un tronco de una palmera a otro, un columpio grande donde cabían dos personas, la piscina azul no muy grande y una mesa de picnic al lado de la puerta. 

-¿Por qué está más cuidado el jardín que la casa? -exclamó Freddie. 

-Lo mismo me pregunto yo. -dijo Josh rascando la barbilla. 

-Bueno, bueno chicos. -Sam se puso delante de todos. -Ahora lo que vamos hacer es coger nuestros bañadores e ir a esa magnifica playa que hay ahí fuera, después comeremos en algún restaurante que veamos cerca y...

-Y barato. -interrumpió Cameron. 

-Y barato. -Sam hizo una mueca de asco. -Y después daremos un paseo por el pueblo hasta agotarnos para después...

-¡Fiesta! -gritó Freddie. 

-¡Uoo, fiesta! -gritaron todos al unísono y entraron dentro de casa dejando a Sam ahí fuera. 

-Tranquila, lo estás haciendo bien princesa. -dijo Josh agarrándole de la mano. 

-Oins, prinsesa. -le hice burla mientras me reía. 

-Idiota. -Josh me metió una colleja.

Me metí dentro de la casa y los dejé ahí solitos mientras se decían cosas cursis y esas vainas que hacen unos tortolitos como ellos dos. Yo me quedé ahí mirándolos para ver qué es lo que hacía mi primo, y lo único que hizo Sam fue despeinarle el peinado que llevaba mientras que él le hacía cosquillas.

-¿Espiando? -me preguntó Alice. 

-¿Qué? ¡No! Estaba mirando ese árbol de ahí. 

-Tienes una gran obsesión por los árboles, Waud. -me dijo Alice cruzándose de brazos. -Y mientes muy mal. -se acercó y me dio un beso en la mejilla. 

Ella se fue con los chicos mientras que yo me quedé ahí paralizado sin saber que hacer, ni qué decir ni nada. Nunca había sentido esas mariposas que la gente dice que siente, pero creo que ahora sé lo que es. Me acerqué hasta Joe que estaba en la cocina para ver qué hacia. 

-Habría que comprar algo, ¿no? -me preguntó. 

-Sí. ¿Quieres que vayamos? 

-Me parece bien. Ahora que están entretenidos todos. 

Joe y yo miramos a todos los chicos y efectivamente estaban todos bastante ocupados. Ross y Freddie estaban intentando encender la televisión, Sam y Josh en el jardín y Cameron y Alice deshaciendo las maletas. 

-Jason, no pasará nada. -dijo Joe tocándome el hombro. 

-Sí, ya. Vamos. 

Mi hermano y yo desaparecimos por el pasillo y salimos de la casa rural a la que habíamos llegado. Llegamos hasta el coche que estaba en la puerta de la casa y entramos dentro de el. Intenté poner música pero no llegaba ni una raya de cobertura.

-Bueno, pues nada. No va la radio y a saber donde hay un supermercado por aquí. -dije arrancando el coche. 

-Voy a intentar pillar cobertura. -dijo Joe sacando el teléfono. Bajé las ventanillas del coche y cuando miré al frente vi un pedazo gallo subido al capó de mi coche. 

-Tío. -dijo Joe riéndose. 

-Como se cague... 

El gallo no paraba de cacarear y a mi me estaba poniendo muy nervioso. Sin embargo Joe, le estaba haciendo fotos. 

-Deja de hacerle fotos, Joe. 

-Estoy grabando. Esto tiene que quedarse para el futuro. 

Salí del automóvil, cerré con fuerza para ver si el gallo se asustaba o algo pero ni se inmutó. Le estaba haciendo como que le iba a pegar para que se fuera pero ni caso. Y el cabrón de Joe seguía grabando mientras se reía. 

-¡Fuera pajarraco, largo! -exclamé mientras le asustaba con palmadas. El gallo comenzó a cacarear de nuevo sin bajarse del coche.

-Le ha gustado el capó. -dijo Joe mientras continuaba grabando. Escuché como Alice se reía detrás de mí. Al girarme la vi con Cameron riendo a todo pulmón por la mierda del puto gallo. 

-Tío, si lo coges se va, ya verás. -dijo Cameron. Pasé olímpicamente de lo que me dijo, ahora mismo no quería saber nada y menos de él. 

-¡Fuera! ¡Venga, fuera! -seguía gritando y el gallo continuaba sin hacerme caso. 

Y para colmo, el gallo se cagó en el capó de mi coche. Alice, Cameron y Joe seguían riéndose como si no hubiera un mañana y yo me enfadé, y sin pensar nada más me subí al coche dando un portazo al cerrar la puerta. 

-¿Dónde vais? -preguntó Alice acercándose mientras seguía riendo. Yo solo le miré seriamente y arranqué el coche sin más. -¡Jason! ¡Espera!

-¿Por qué has hecho eso? -me preguntó mi hermano. 

No le respondí. A todo esto, el gallo desplegó las alas y se bajó del coche cuando arranqué. 





𝗡𝗼 𝗤𝘂𝗶𝗲𝗿𝗼 𝗤𝘂𝗲𝗿𝗲𝗿𝘁𝗲 || JASON WAUD✰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora