NARRA JASON
Me acerqué hasta la mesa de Alice para poder hablar con ella y explicarle como me sentí ayer y como me siento ahora. Sé que soy un capullo y que no soy la mejor persona que puede haber en este mundo, pero por lo menos quería dejar algo claro. Me senté en la mesa frente a ella. Alice estaba mirando al suelo fijamente, supongo que ella no quería alzar la mirada para verme y de esta forma darme a entender que pasaba de mí. Miré a Sam y ella me hizo una mirada de "háblale" así que eso hice.
-Lo siento, Alice.
Fue lo único que dije. Junté mis manos con fuerza mirando a los chicos que habían en la otra mesa y sin decir nada más, aguanté la ganas de derrumbarme delante de ella.
-No te disculpes por ser como eres. -dijo Alice. Alcé la mirada y ella me estaba mirando a la cara, soltó un gran suspiro y se levantó de la mesa.
No conseguí lo que quería, aunque en realidad, no sé lo que quiero. Por una parte, me gustaría estar con Alice pero por otro lado, pienso que solo la marearía más y yo no quiero que esté mal por mí. Creo que me importa lo suficiente para no hacerle eso. Sam y Ross se acercaron hasta mi y yo continuaba con las manos apretadas y la mandíbula bien tensa.
-Dudo que hayáis hablado. -me dijo Sam.
-No es el momento. -dije tragándome toda mi voz rota. Me levanté de la mesa y salí de la cafetería.
No quería quedarme en clase. No estaba bien, así que sin pensármelo dos veces fui hasta el aparcamiento del instituto y me subí al coche. A veces soy una persona que le dan muchos venazos, quizá por eso las personas se cansan de mí y ya no quieren saber nada más, porque desaparezco sin más y preocupo a los demás, pero no lo hago adrede.
Simplemente pienso que con el mal carácter que tengo, nadie quiere aguantarme. Siempre he sido un chico muy familiar y lo que más decepciona es ver como mi madre se preocupa tanto por mí. Y ahora Alice. No quiero decepcionar a nadie, ni siquiera a mi hermano le importa tanto lo que hago o dejo de hacer. Sí, he tenido muchas movidas. Llevo seis meses en un trabajo de estos de dinero fácil y no es nada bueno. En verano, aposté quinientos dólares con gente que no debía y a día de hoy, sigo debiendo parte de ese dinero. Y os preguntareis, ¿por qué no lo pagas ya y te olvidas? No es tan fácil como parece. Quieren que continúe en ese ámbito y yo necesito alejarme de ahí, lo que no sé es como. En que mala hora acepté ese "trabajo" si se le puede llamar trabajo. El dinero fácil engancha y luego cuesta quitárselo de encima.
Me fui con el coche hasta un río que había cerca de casa y por lo menos, así desconectaba de todo. No quería ver a nadie. Solo escuchar el silencio. Y así, tener tiempo para pensar.
NARRA ALICE
Fui directamente a hablar con mis compañeras de la enfermería, pasando por alto lo que acaba de pasar. Está claro que Jason... pues es Jason. Y es... bastante complicado. No sé como explicarlo, quizá estoy totalmente equivocada si pienso que puedo cambiarle a bien.
-Hola. -saludé a mi compañera al entrar a la enfermería. Había una chica rubia sentada en la silla mientras mi compañera le curaba las rodillas.
-¡Alice, qué alegría! -me dijo mi compañera.
-Sí. -dije sonriendo, intentando olvidar lo de antes. -¿Qué te ha pasado? -le pregunté a la chica rubia.
-Me tropecé jugando a fútbol en el patio. -me contestó ella con una voz súper dulce.
-Y no te lo vas a creer, encima es nueva. -me dijo mi compañera.
-¿Eres nueva? -le pregunté asombrada.
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𝗡𝗼 𝗤𝘂𝗶𝗲𝗿𝗼 𝗤𝘂𝗲𝗿𝗲𝗿𝘁𝗲 || JASON WAUD✰
Teen FictionJason Waud, el chico más popular de todo el instituto, engreído y creyéndose el centro del mundo. Alice Miller, una chica desapercibida por los pasillos, encerrada en su música y trabajando para salir adelante. Alice y Jason son mundos completament...