-Capítulo 30-

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NARRA SAM

Ya eran las once de la noche cuando llegamos a la bolera como antes habían dicho los chicos. Nuestros nombres estaban en la pantalla donde se veían los puntos de todos, iba ganado Cameron. Sabíamos que a él se le daban muy bien los deportes pero no sabía que su especialidad eran los bolos. 

-En la Wii siempre ganaba a todo el mundo. -dijo Cameron haciendo de nuevo otro pleno, ya es el tercero. 

Mi mirada viajó hasta Jason, el cual tenía una cara poco adecuada para este momento y además, estaba cruzado de brazos. Yo mientras animaba a Josh cada vez que le tocaba desde el asiento, al lado de Joe. Alice y Ross se fueron a jugar a los recreativos, no quisieron quedarse con nosotros. Joe no paraba de contarme anécdotas de su hermano y de él cuando eran pequeños en la bolera de California, dice que allí pasaron muchas cosas raras.

-¡Mi turno! -grité alzándome del asiento. -¡Vas a flipar! -le sonreí de forma descarada a Josh mientras él se mordía el labio, pasando por su lado y consiguiendo que no apartara sus ojos sobre mí. 

Eso me hacía sentir poderosa. Sentir que Josh quiere picarme pero que no lo consigue. Esa manera de volverlo loco. Ver como lucha contra su orgullo por mí. Porque aunque parezca que no, Josh y yo también hemos discutido alguna vez. Por ejemplo, desde que llegamos aquí, al principio se enfadó porque no le conté lo que había pasado con Tom esta mañana. Me dijo que si Tom me hacía algo o me hablaba mal o lo que sea, que recurriera a él. Sé que Josh se preocupa por mi, pero conozco muy buen Tom y no se atreve a nada. Después, en la cala, me llevó lejos de los chicos para decirme que no nos metiéramos en los asuntos de Alice y Jason. Y por una parte tiene razón, sé que ellos mismos lo arreglarán solos pero tampoco quiero que se hagan mal, no quiero ver a Alice rota. 

A todo esto, hice pleno a la primera y Josh me dedicó una sonrisa sonrojada bastante atrevida. Tengo una conexión maravillosa con él, es como si nos conociéramos de toda la vida y como que nuestras miradas hablaran por si solas. 

-¡Wow, te lo dijo hermano! -gritó Freddie chocándome los cinco con la palma de la mano. 

Yo pasé por al lado de Josh moviendo mi cabello al aire hasta llegar al lado de Jason. Josh me volvió a mirar y le sonreí haciendo unos gestos de 'sobradísima'. 

-¡A ver si consigues superarme, amor! -grité sin pensar lo que puedan opinar los demás. Me salió así, inesperado y bonito. Cursi, pero bonito. 

-Amor y todo, eh. -me dijo Jason riéndose. 

-Sí, ¿Cuándo le piensas llamar así a Alice? -interrogué de manera seria. Al él se le cambió la expresión en su mirada. -Es broma, Jason. -le acaricié la mano mientras él miraba a Alice riéndose con Ross mientras jugaban al billar.

-Por lo que veo nunca. 

-No digas eso. Mírala y mírate. Totalmente opuestos, y eso es lo que os hace bonitos. 

-Sam es que a su lado parezco idiota. Ella me hace sentir idiota. Con ninguna otra chica me ha pasado esto jamás. No puedo hablar, desaparecen las palabras si la tengo al lado. 

-Eso es porque te estás... 

-No. -me interrumpió. -No digas eso. Eso no está pasando. 

-No tiene nada de malo, Jason. Es algo que te pasa a ti, a mí y a todos. 

-No joder, a mí no me pasa eso. Esto es una tontería, ¿vale? 

Lo que escuché no me agradó nada. Me puse furiosa y  pensé dos veces lo que iba a decir antes de nada, pero me sentí tan mal al escuchar eso que mis cejas se juntaron casi tocándose. Hice una mueca con la nariz y juntes mis brazos. 

-Alice, ni yo, ni nadie de nosotros, somo ninguna tontería. No pienses que Alice es solo para un rato porque si es eso lo que piensas, puedes irte por donde has venido. Pensé que eras diferente, Jason pero ya veo que no. Qué lastima.

Me alcé y camine hasta Josh de nuevo, celebrando su maravillosa jugada. Sí, Josh en ocasiones para mí es un refugio, es más, puedo decir que es mi refugio todos los días desde que lo conocí. Me siento muy bien a su lado, me valora, me respeta, me hace reír pese a pequeñas discusiones que tengamos. Eso es lo bonito cuando conoces a una persona. Y eso es lo que me gustaría que Alice tuviera con Jason, pero quizá yo estaba equivocada.


***

Alice y Ross estaban en la cocina preparando algo de cenar, no sé si es mejor pedir unas pizzas porque a saber que ocurre en esa cocina. Josh y Jason estaba caminando fuera de la casa, hablando supongo. Joe estaba a mi lado en la mesa del jardín, no hacía calor porque ya estaba anocheciendo y se podía estar fuera. 

-¿Pillando cobertura? -me preguntó Joe. 

-Mirando fotos. -le mostré las fotos de hoy un poco apenada. 

-Oye, Sam. No ves a Alice un poco... No sé, ¿triste? 

-Por lo menos te das cuenta, amigo. -rodeé los ojos soltando un gran suspiro. 

-No será por Jason, ¿no? -interrogó fijando sus ojos en mí. Yo no contesté, solo desvié mi cara hacia otro lado. -¡Se va a enterar! 

Joe se levantó de la mesa enfadado. Si estuviéramos en una película de dibujos, Joe estaría echando humo por los oídos. 

-Joe, detente. -dije sin ganas. Él se detuvo y me miró si decir nada, esperando a que yo dijera algo más. -No es asunto nuestro, ellos dos han hablado, ¿vale? 

-No voy a permitir que traten mal a Alice. 

-No la ha tratado mal... Simplemente, no están hechos el uno para el otro. 

-Que cursilada. -dijo Freddie saliendo al jardín. -Solo estáis así porque estáis deseando casaros, tener hijos y una casa con perro. Con lo bonito que es disfrutar de la vida sin importar con quién la vayamos a vivir, sin saber lo que va a pasar mañana. 

Ambos nos quedamos flipando al ver a Freddie tan calmado, diciendo lo que estaba diciendo. Es como si una nebulosa se lo haya tragado y hubieran traído a otro Freddie. Al instante salieron también Alice y Ross para ver que era lo que pasaba. 

-¿Ya estás fumado? -pregunté alzando una ceja. 

-Solo digo que si tú Sam, quieres estar con Josh, vale. Muy bien, me parece perfecto, pero no te marees por cosas que puedan pasar o por lo que no. Hablando se entiende la gente. Y si tú Alice, quieres o no estar con Jason pues es vuestra decisión. No de nadie más, pero sois jóvenes, ser felices y dejar fluir más las cosas. 

Todos escuchamos atentamente a Freddie sin comentar nada. Alice se volvió dentro de la casa, no sé si eso era una buena señal o mala. Fui tras ella dejando a los chicos en el jardín. 

-¿Qué he dicho? -preguntó Freddie. 

Me encontré a Alice en la cocina, mirando el horno que había bajo los fogones. Ella me miró sonriendo pero mi cara era de desesperación total. 

-Tranquila, es que casi se me quema la pizza. -dijo ella riéndose. Yo suspiré de alivio. Sí, pensé que ya iba a llorar de nuevo, yo me preocupo por todo. 

-Ali... ¿Estás bien? 

-Sí, Sammy. No te preocupes. Yo voy a disfrutar todo lo que pueda de este viaje con o sin él, no lo necesito para ser feliz. 

Abracé a mi mejor amiga tan fuerte como pude, era un sentimiento maravilloso escuchar esas cosas de ella. La veo tan bien, tan feliz, tan madura. 

Esa es la Alice que quiero ver.

𝗡𝗼 𝗤𝘂𝗶𝗲𝗿𝗼 𝗤𝘂𝗲𝗿𝗲𝗿𝘁𝗲 || JASON WAUD✰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora