-Capítulo 18-

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Narra Jason

Alice y yo fuimos hasta su casa donde supuestamente, íbamos a hablar de los disfraces de mañana. En cuanto aparqué el coche en la acera de enfrente, vimos a su padre con un traje de jardinero recortando las malas hierbas que habían en el jardín principal. Bajamos del coche y Alice me presentó a su padre pese a que ya lo conocí el otro día cuando vine inesperadamente a hablar con ella.

 
Sí, el mismo día que me dejó en la friendzone. Y quizá pensaréis, qué chico más pesado, pues sí, de normal soy yo el que se encarga de eso, no las chicas a las que le suelo molar. Jaice se había roto.

Como ya he dicho, Alice me presentó a su padre amablemente. Yo le sonreí con una sonrisa de boca cerrada, le di un apretón de manos intentando causarle buena impresión para que no crea que soy una mala persona para su hija o algo así, pero creo que eso estuvo de más ya que su padre casi me mata con la mirada. Si sus ojos hubieran sido balas, estaría muerto ahora mismo.

Alice me invitó pasar a su casa después de esa bienvenida que me dio su padre. Ella fue a la cocina y yo le seguí por miedo a que me encontrará de nuevo a su padre y que encima, me viera solo por su casa.

-Que majo tu padre. -le sonreí falsamente.

-Te dije que el único amigo que tengo es Ross, de los demás no se fía de ninguno. -se detuvo para tomar agua.

-Super protector. -dije irónicamente.

-Bastante. -apoyó el vaso de cristal en la encimera. -¿Quieres?

-Si, por favor.

Después de eso, subimos a su habitación. Podéis tener claro que a su padre no le hizo gracia y la situación era bastante incómoda.

-A ver. Sam dijo de ser originales y en todo caso, hacerlo por parejas. -me dijo Alice mirando su teléfono.

-A mi solo me salen los mismos de siempre. Que si zombie, que si payaso...

-Podríamos ir de el Joker y la Harley Quinn.

-Eso un poco del 2017. Vas bastante anticuada. -le dije riéndome.

-Da tú algunas ideas, guapo. 

-No tengo ni idea, la verdad.  ¿Cómo crees que irán los demás? 

-Apuesto a que tu hermano va de mosquetero. -dijo riéndose. 

-¿Y como lo sabes? ¿Has hablado con él? -alcé la ceja. 

-No..., bueno es lo que supongo. ¿Qué te pasa? -me preguntó preocupada. Me quiso acariciar la mano y yo la evadí. 

-Tengo que irme. -dije seriamente levantándome de la cama. 

-¿Ya está? ¿Te vas a ir así sin más? -me preguntó levantándose también. Yo ignoré lo que me dijo y salí por la puerta. 

-¡Eres un  crío! -me gritó por el pasillo. -¡Controla tu bipolaridad porque así no hay quién te entienda! -cerró la puerta de su habitación y yo me quedé esperando una reacción diferente. 

No os voy a mentir, sí, esperaba que saliera de la habitación y que me dijera algo pero sé que lo he hecho mal. No entiendo porqué soy tan celoso si solo somos amigos. De verdad, necesito ayuda y sé donde buscarla: mi madre.

Llegué a casa al cabo de unos veinte minutos. Dejé el coche en el garaje y volví a ver a mi padre ocupado con las herramientas de jardinería. Él quiere hacer un pequeño huerto para vender tomates, lechugas, cebollas... todo eso, y así, ayudar un poco a los vecinos. Mis padres siempre han sido muy sociales y buenas personas, así que sé que mi madre me puede ayudar. Tras saludar a mi padre, entré a casa y por suerte, ninguno de mis hermanos estaban en el salón. 

𝗡𝗼 𝗤𝘂𝗶𝗲𝗿𝗼 𝗤𝘂𝗲𝗿𝗲𝗿𝘁𝗲 || JASON WAUD✰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora