-Capítulo 41-

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NARRA SAM

Josh me llevó hasta fuera de la discoteca, a unos escasos metros del local. Él intentaba tranquilizarme mientras que secaba mis lagrimas. La gente pasaba por el lado y yo no paraba e esconderme, no quería ser el centro de atención en ese momento. Aunque me moría de frío, no quería entrar dentro.

-Estas helada. -me dijo Josh dándome un abrazo de lado. Yo no respondí y comencé a tiritar.

Él se quedó ahí acariciándome mi brazo derecho con sus dedos, mandando corrientes eléctricas a mí cuerpo y haciéndome entrar en calor. Josh me hace sentir muy bien. A veces, por mucho que sepa lo mucho que valgo y pese a la autoestima que tengo, me cuesta creer que él está aquí por mí. Que el me quiso conocer primero. Que todavía, pese a todo lo que hemos vivido siga aguantándome a mí de esta forma.

Esto no lo hace cualquiera y de verdad que Josh tiene el cielo ganado conmigo.

Vi a Jason salir del local donde estábamos con Alice, pero ambos estaban discutiendo. Sabía perfectamente que mi mejor amiga no estaba bien y creo que él intentaba calmarla. Me sequé la lagrimas de nuevo y cogí aliento, calmando mi respiración para levantarme y llegar hasta ellos. 

-¿Qué ocurre? -preguntó Josh algo extraño.

-Vente. -le contesté a Josh. Él se vino hasta donde estaban ellos dos detrás de mí. Cuando llegué, Jason me miró con cara de cansado y perdido, sin saber qué hacer. Sin embargo Alice, seguía yendo a la suya. 

-Alice, vámonos a casa. 

-¡Que no, que yo quiero entrar! 

-He dicho que nos vamos a casa. -alcé la voz sin perder el control. No es culpa de Alice que le hayan drogado, estaba claro que no ha sido por gusto. -Ya has tenido bastante por hoy. 

-¡QUE NO! 

Alice salió corriendo después de todo eso. Pese aunque gritáramos sin parar y lo más alto que podíamos, ella no quiso ni siquiera darse la vuelta y se marchó. 


*******************


-Desde entonces no nos hablamos. -le dije a mi padre, otra vez, metida en su despacho esperando a que viniera Josh a por mi. 

-Es una pena, porque erais mejores amigas y eso...

-Nos trató muy mal a todos, papá. -le interrumpí. 

-No era ella, Samantha. Ya sabes lo malo que son esas sustancias. 

-Lo sé papá, pero... 

-Yo de ti hablaría con ella. No vas a perder nada. Bueno sí, a tu mejor amigas desde el jardín de infancia. Plantéatelo.  -dijo él mientras se levantándose de su silla yendo hasta la puerta. 

Cuando abrió apareció mi novio. 

-Ah, hola Josh. -le saludó mi padre. No tardéis mucho en llegar.

-Descuida, señor Collins. -dijo Josh educadamente. 

Mi padre se fue del despacho y nosotros nos quedamos ahí. Yo solté una respiración profunda y Josh se acercó, sentándose de cuclillas para estar a la misma altura. Mis lagrimas volvieron a salir cayendo una detrás de otra mientras que Josh me las limpiaba con sus dedos. 

-Cariño, no puedes estar así. 

-Es difícil, Josh. Ver como tu mejor amiga te dejó de hablar porque prefiere estar con Olivia, ¡la prima de mi ex novio! Es muy duro, me duele mucho. -rompí a llorar de nuevo. 

Nunca nada en el mundo me había dolido tanto como esta discusión tan fuerte que he tenido con Alice. ¿Lo peor de todo? Es que no he tenido oportunidad de hablar con ella porque cuando lo he intentado siempre me dejaba con la palabra en la boca o me esquivaba. Entiendo que no fue su culpa, pero no entiendo porque no me habla. Llevo dos semanas sin saber nada de ella, solo sé lo único que veo por el instituto y es que ahora Olivia y ella son súper amigas de la muerte. 

-Tenemos que irnos. 

-No me apetece ir... -dije con la voz rota. 

-Sólo será hasta que terminemos de cenar. Después iremos a casa, te lo prometo. -me dijo acariciándome la cara mientras me sonreía. 

Josh y yo bajamos hasta el hall, dejamos las llaves al guarda del instituto y salimos de ahí. Fuimos hasta el coche de Josh. Ahí estaba Jason apoyado en el coche pero no tenía ni ganas de saludarle. Entramos dentro y nadie dijo nada, ni siquiera Josh puso la radio ni nada. Yo no paraba de pensar en todos los momentos que tenía con Alice, bueno, más bien mi mente no dejaba de recordarlo. 

Me invadieron los recuerdos y no supe defenderme.

Josh se dio cuenta mientras conducía y me acarició el muslo de mi pierna izquierda, haciéndome llorar más. 

Y os preguntareis, ¿por qué lloras más? Pues porque no merezco todo esto que tengo. No merezco a Josh, no merezco el grupo de amigos que tengo ni siquiera la familia que por suerte me tocó. No merezco estar mal por alguien que no me quiere en su vida pero que significó mucho para la mía. Jason se dio cuenta también y me acarició el hombro.

Llegamos hasta un restaurante donde se celebraba la cena navideña del equipo de baloncesto. Ahí estaban todos los jugadores del equipo, los entrenadores, mi padre (que es el director) y yo, por ser la hija de él. Aunque también he de decir que estoy aquí porque Josh me dijo que asistiera junto a él, y aquí estoy, vestida con un vestido rojo el cual definía super bien mis curvas, junto a unos tacones negros bastante altos. Los chicos iban muy pero muy arreglados. La verdad es que se nota mucho el cambio de estar en el campo todo sudados a que estén aquí, entando en una mesa y con un traje de pingüino. 

No me apetecía mucho esa cena, pero intenté estar lo mejor que pude.

𝗡𝗼 𝗤𝘂𝗶𝗲𝗿𝗼 𝗤𝘂𝗲𝗿𝗲𝗿𝘁𝗲 || JASON WAUD✰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora