25.

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Capítulo 25: Babosos.

El mes de noviembre llegó más rápido de lo que se esperaban los alumnos de séptimo curso.

Los dos primeros meses de curso habían sido bastante duros para Demetria.

Desde que llegó el primer día de la mano de su pareja, la gente no dejaba de inventar rumores y opinar sobre su relación, tanto a las espaldas como de frente.

-¿Sirius con novia formal? ¿Eso cuándo se ha visto?

-Mucho están durando, seguro que ya mismo la deja.

-Seguro que ella le ha dado una poción de amor.

Esos eran algunos de los comentarios que más se escuchaban por parte de las chicas de Hogwarts.

Los chicos eran todo lo contrario, intentaban ligar con Demetria aún sabiendo que ella estaba con Sirius.

Según ellos, la chica se merecía algo mejor.

Quitando los malos comentarios por parte de la gente, la relación entre Demi y Sirius iba genial.

Tras salir de la clase de pociones, Lily y Demetria aprovecharon lo que les quedaba de mañana para ir a los terrenos de Hogwarts.

Fueron las primeras en salir de las mazmorras y caminaron a paso ligero para aprovechar el mayor tiempo posible.

Pero al salir del castillo, unas manos taparon sus ojos e hicieron que dejara de caminar.

Demi tocó las manos de la persona que le impedía el paso, y llevó sus manos hasta los codos de la otra persona, y enseguida supo quien era.

-Sirius, sé que eres tú.- Dijo convencida.

Sirius suspiró frustrado, y dejó que la chica pudiera ver.

Pero ella comprobó que ya no estaba Lily, si no que estaba a solas con su novio.

-¿Cómo supiste que era yo?

-Siempre llevas la camisa o la túnica remangada.- Respondió, obvia. -Como la llevas ahora mismo.

Ambos fueron hasta la orilla del Lago Negro y una vez allí, se sentaron.

-Slughorn se ha pasado. ¡Un trabajo de dos pergaminos para dentro de dos días! Se cree que solamente tenemos su asignatura.- Se quejó Sirius.

-No te quejes. Los demás profesores no han mandado nada.

-Ya, pero es que a mi no se me da muy bien eso de las pociones.

Sirius hizo una pausa y se acercó aún más hacia Demi.

-¿Me podrías ayudar?- Le preguntó a su novia, a lo que ella le miró con una ceja levantada.

-No te voy a hacer el trabajo.

-No te pido eso. Piénsalo, tú y yo en la biblioteca, haciendo cada uno su trabajo, tú ayudándome...- Dijo, intentando convencerla.

-¿Por qué no le pides a Peter o a Remus que te ayuden?

-¿A ellos?- Preguntó soltando una carcajada irónica. -Con Peter suspendería. Remus me ayudaría, pero sé que a ti se te da mejor, eres una de las favoritas de Slughorn. Además, quiero estar contigo.

Al sentir a Sirius tan cerca de ella, susurrándole al oído, sintió como un escalofrío recorría todo su cuerpo.

Pero lo sintió aún más cuando empezó a besarle el cuello lentamente.

Qué bien la conocía, sabía que esa era su perdición.

-Eres un idiota, Black.- Soltó entre carcajadas, apartándose bruscamente de él.

Ambos rieron y Sirius agarró su mano para que no se separara tanto de el.

-No ha funcionado, ¿verdad?- Murmuró el chico.

-Por supuesto que no. El trabajo lo vas a hacer tú solito.

-¿Pero por qué no me quieres ayudar?- Se quejó como si fuera un niño chico.

-Porque sabes perfectamente que si tú y yo quedamos para hacer el trabajo, no lo vamos a hacer.- Respondió con una sonrisa de lado, un tanto pícara.

-¿Me estás llamando irresponsable?- Se burló.

-Te estoy llamando pervertido.

Los dos rieron a carcajadas.

Así pasaron el resto de la mañana, entre besos y risas.

Estaban de maravilla, disfrutando de la compañía del otro, hasta que dos chicos pasaron frente a ellos sin dejar de mirar a Demi.

Sirius pensaba que les hacía falta una fregona para recoger la baba que estaban soltando mientras miraban a su novia.

-¿Qué miráis?- Exclamó de mala gana.

Automáticamente los dos chicos dejaron de mirar a Demetria y se fueron de allí a paso ligero.

-¿Celoso, Black?- Se burló.

-Pues claro que sí. Te estaban comiendo con la mirada.- Dijo algo enfadado.

En ese momento el Gryffindor se acordó que le tenía que dar una cosa, y se puso a buscar en el bolsillo de su pantalón.

-¿Qué buscas?- Preguntó ella con curiosidad.

-Toma, esto es para ti.

Sirius le dio una pequeña caja blanca que ella no dudó en coger.

La abrió y dentro se pudo encontrar un collar de plata con una S.

-Es precioso...- Susurró sin dejar de mirar el colgante. -¿Me lo pones?

Sirius cogió el collar de la caja mientras que Demi apartaba su pelo para dejar el cuello al descubierto.

Una vez lo tenía puesto, agarró la letra para mirarla con más detenimiento.

-Así que la letra S...- Dijo con burla.

-Claro, para que todos sepan de que tu novio es Sirius. Osea, yo.- Respondió con orgullo.

Demi se rió nada más escucharle y negó con la cabeza.

-¿Acaso crees que con esto harás que los babosos dejen de intentar ligar conmigo?

-Puede ser.

-Por Merlín, Sirius. No hace falta, sabes perfectamente que yo sólo te quiero a ti.

Sirius pasó su brazo por los hombros de Demi y la acercó más hacia el mi.

-Bueno pero... ¿Y lo bien que te queda el collar?

Ambos rieron y la chica volvió a mirar una vez más el colgante.

Sin duda, jamás se lo iba a quitar.

En ese momento, frente a ellos en el otro extremo del lago, estaban James y Lily hablando animadamente.

-¿Le dijiste a James que se llevara a Lily para quedarnos tú y yo a solas?- Le preguntó la chica.

-Pues... sí.

-¿Desde cuando han sido capaces de estar más de cinco minutos a solas?

-Jamás. Esto es una novedad.

-Ya mismo se hacen pareja, te lo puedo asegurar.- Dijo convencida.

-Eso parece, últimamente se llevan demasiado bien. James tiene que estar como loco por estar con ella a solas.- Bromeó el chico, a lo que su novia le dio la razón.











¡Buenas! Vengo a deciros que estoy súper feliz por el apoyo que le estáis dando a esta historia, no me cansaré de daros las gracias una y otra vez.

También deciros que he decidido hacer un fanfic sobre Harry Potter, y ya podéis encontrar la introducción en mi perfil.

Os mando muchos besos y abrazos, cuídense ❤️

Rompiendo las normas || Sirius Black.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora