48.

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Capítulo 48: Vacaciones de Verano.

Desde que tuvo lugar la Batalla del Departamento de Misterios el dieciocho de junio, Adam no volvió a saber nada de sus padres en lo que quedó de curso.

Pero no le importó, porque sabía que ambos estaban bien.

Sirius y Demetria dejaron de estar en busca y captura, porque Peter Pettigrew fue visto en el Ministerio, con lo cual, se demostró que ellos no lo asesinaron aquel 31 de octubre.

Adam estaba subido en el Expreso de Hogwarts para volver a casa, pero esta vez sería distinto.

No pasaría el verano con Remus, si no con sus padres.

Por fin podrían ser una familia feliz sin tener que esconderse.

Durante el viaje estaba bastante nervioso, y eso todos sus amigos lo notaron.

Cuando el tren llegó a la estación de King's Cross, bajó de él a toda prisa.

Buscó a sus padres con la mirada, hasta que noto como una mano se alzaba, captando su atención.

Era Sirius.

Fue corriendo hasta él y le dio un gran abrazo, luego repitió la acción con su madre.

-Parece que hace un siglo que no nos vemos.- Bromeó el hombre.

-Me alegro de que estés bien. Nos enteramos de que quién-tú-sabes se presentó en el Ministerio.- Comentó Demi.

-Sí, y se enfrentó con Dumbledore. Fue impresionante.

Sirius cogió el baúl de su hijo para llevarlo él mismo.

-¿Dónde vamos?- Preguntó Adam.

-¿No es obvio? A Grimmauld Place.- Respondió Demetria.

Los tres salieron de King's Cross ante las malas miradas de algunos magos, y en poco tiempo llegaron a casa.

Cuando caminaban por el pasillo, un retrato de una mujer demente de avanzada edad empezó a insultarles.

-¿Quién es ella?

-Tu abuela Walburga, una cautivadora mujer.- Dijo Sirius con ironía. -¡No te atrevas a insultarle, vieja arpía!

Llegaron al salón principal donde estaban Lupin y Tonks.

-¡Remus!- Saludó con alegría el joven.

-Me alegro de verte, Adam.

-Adam, ¿por qué no subes a deshacer tu baúl?- Le dijo Sirius. -Tenemos cosas de qué hablar. Ya sabes, de la Orden.

El pequeño Black asintió y subió por las escaleras.

Por el camino se cruzó con Alice, hija de Andrew y Amy Stone.

-Hola.- Dijo él tímidamente.

-Ah, hola Adam. ¿Vas a pasar el verano aquí?

Ambos bajaron sus vistas hasta el baúl que traía el chico.

-Sí, bueno. Mis padres tendrás mucho lío con la Orden, y han preferido que nos instalemos aquí en vez de en la casa de mi madre.

-Yo también pasaré mucho tiempo aquí.

Los dos se quedaron por unos segundos sin decir nada, un silencio bastante incómodo se formó.

-Oye, Adam. Es verdad que tú...

-Yo...- Continuó la frase al ver que Alice no decía nada.

La chica se veía bastante nerviosa y miraba todos lados.

-Ya sabes. ¿Viste a quien-tú-sabes en el Ministerio?- Preguntó con miedo, casi en un susurro.

-¡Ah, te refieres a eso! Sí. Mi amigo Harry y yo vimos cómo se enfrentó a Dumbledore.

Alice por fin se había atrevido a mirar a Adam a la cara, con la boca abierta debido a la impresión.

-Debió ser... alucinante. ¿Y cómo es él en persona?

-Es difícil de explicar. Si te digo la verdad, no me atreví a mirarle mucho. Era escalofriante, me ponía nervioso.

-Ya, entiendo.

De vuelta reinó el incómodo silencio.

-Bueno, si me disculpas, tengo que ir a ordenar mis cosas.- Dijo Adam educadamente.

-Si quieres te puedo ayudar. No tengo nada que hacer hasta que mis padres lleguen aquí.

-Claro. Vamos.- Murmuró con ímpetu.

En ese mismo momento pero en la sala principal de la casa, Remus y Sirius estaban hablando entre ellos, mientras que Demetria observaba el periódico El Profeta.

Poco después, Demi levantó la vista y vio cómo Tonks miraba a los dos chicos hablar entretenidamente.

-Tonks, ¿me acompañas un momento a la cocina?

-Eh, sí, sí... Claro.

La metamorfomaga se puso nerviosa al sentir la mirada de las tres personas sobre ella, mientras se levantaba de su asiento.

Las dos mujeres fueron hacia la cocina para estar a solas.

Tonks se sentó en la encimera, mientras observaba cómo Demetria se servía una taza del café muggle que tanto le gustaba.

Ambas quedaron frente a frente mientras la más mayor le daba un sorbo a su bebida.

-Dora, Dora...- Susurró Demi con una sonrisa burlona en su rostro.

-¿Qué te pasa?

-Dime la verdad. ¿Cuándo le vas a decir a Remus lo que sientes por él?

Tonks miró al suelo algo sonrojada para no mirar a su amiga.

-¿Tanto se nota?

-Tonks, trabajo contigo como aurora. Llevas prácticamente viviendo un año aquí, con Sirius y conmigo. Me parece que el único que no se ha dado cuenta es el propio Remus.

-En realidad, él sí lo sabe.- Respondió, rascándose la nuca.

-¿Y él actúa como si nada?

-Según él, no podemos estar juntos. Dice que es mucha la diferencia de edad, que me pondría en peligro por su condición, que es muy viejo, pobre...

-Tonterías.- Interrumpió Demetria. -No creo que mi mejor amigo haya dicho esas barbaridades.

-Es la verdad.- Suspiró Tonks.

-¡Vaya un idiota!- Murmuró.

-¿Cariño?- Dijo Sirius entrando a la cocina. -Deberíais venir las dos. Ya han llegado todos los miembros de la Orden y sólo faltáis vosotras para comenzar la reunión.

-Claro, ya vamos.

Tonks salió de la cocina junto a Sirius, dejando a sola a Demetria.

La chica se bebió su café de un solo trago para no hacer esperar a la gente, y fue hacia el salón donde se llevaría a cabo la reunión.

Rompiendo las normas || Sirius Black.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora