Rompiendo las normas || Sirius Black.

18.

Capítulo 18: Ceremonia de selección de 1971.

Los días fueron pasado hasta que llegó el fin de semana.

Sirius no aguantaba más.

Cada vez que veía a Demetria, el corazón se le encogía al ver que su aspecto iba a peor.

Demetria cada vez tenía las ojeras más marcadas, el rostro lo tenía cada vez más pálido y se notaba que comía menos de la cuenta.

Al saber que el causante de su estado de ánimo era él mismo, Sirius dejó todo su orgullo a un lado y decidió hablarle de una vez por todas.

No iba a ser tan idiota como para perder a una de las personas más importantes de su vida.

En el almuerzo, Sirius se acercó a la mesa de Slytherin al ver que Demi no estaba comiendo más.

-¡Lestrange! ¿Puedes venir un momento conmigo?

La chica no dijo nada, ya que ni le salieron las palabras por lo asombrada que estaba.

Sólo fue capaz de levantarse en silencio y seguir a Sirius hasta salir del Gran Comedor.

Los dos fueron en silencio hasta el corredor del séptimo piso.

Una gran puerta se les presentó en mitad del pasillo y entraron a la Sala de los Menesteres.

Esta vez, a diferencia de las demás veces que habían entrado, se encontraron con un precioso jardín lleno de flores y pájaros volando.

Había un camino de piedras que tenía un par de bancos en los que poder sentarse, además de un pequeño estanque donde bebían agua algunos pájaros.

Ambos se sentaron en silencio en uno de los bancos de madera, hasta que el chico se dignó a hablar.

-Demi, he sido un idiota. No he respetado tu decisión de convertirte en animaga y te he puesto en un aprieto. Sabemos que ninguno de los dos lo estamos pasando bien, así que, ¿me perdonas?

Sirius estaba bastante nervioso esperando una respuesta, pero la chica no decía ni una palabra.

Demi se quedó unos segundos sin hacer ni decir nada, segundos que para Sirius se hicieron eternos.

Finalmente, la chica abrazó a Sirius con todas sus fuerzas, como si su vida dependiera de ello.

El Gryffindor, sorprendido por su reacción, le correspondió el abrazo, notando como ella se refugiaba en su pecho.

-No vuelvas a hacerme esto, Black.

-Te lo prometo. Nunca jamás volveré a estar sin hablarte, porque la verdad, nunca he estado enfadado contigo.

-¿Cómo dices?

-No me sale, contigo no me sale enfadarme.

Sirius besó repetidas veces la cabeza de Demetria, hasta que se separaron.

-Eres demasiado buena, ¿lo sabías? No te merezco. He estado días sin hablarte, has estado fatal por mi culpa, y lo primero que hiciste fue abrazarte a mi como si nada hubiera pasado.

Demi se sonrojó levemente, y apartó su vista de él.

-Me sale solo, soy así.

-Dime la verdad, ¿qué haces en Slytherin? Tú no eres como el resto. Deberías estar en Hufflepuff, o incluso Ravenclaw. Eres de las más inteligentes de la clase.

Al escuchar lo que Sirius le había preguntado, su mente fue a la Ceremonia de Selección de 1971.

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