Rompiendo las normas || Sirius Black.

46.

Capítulo 46: Departamento de Misterios.

Harry, Ron, Hermione, Neville, Luna, Ginny y Adam estaban viviendo uno de los momentos más tensos de sus vidas.

Estaban acorralados por los mortífagos en el Ministerio de Magia, los cuales sólo querían la tan famosa profecía.

Harry no tenía opción, se la tenía que dar a Lucius Malfoy.

Malfoy se acercó a él con intenciones de agarrarla, ya que Harry se la había acercado para que la cogiera.

Pero entonces, en lo más alto de la sala sobre ellos, dos puertas más grandes se abrieron y seis personas entraron a la sala.

Sirius, Demetria, Lupin, Moody, Tonks y Kingsley.

Malfoy alzó su varita, pero Demetria ya había lanzado un hechizo aturdidor sobre él, sobre el hombre que en teoría tendría que ser su esposo.

Los mortífagos estaban completamente distraídos con la aparición de los miembros de la Orden, que lanzaban lluvia de hechizos hacia ellos mientras bajaban escalón a escalón hacia el fondo de la sala.

Los chicos aprovecharon para quitarse de la tarima.

El pie de Harry hizo contacto con algo redondo y duro, y resbaló.

Por un momento creyó que había dejado caer la profecía, pero era el ojo mágico de Moody rodando por el suelo.

Harry sintió algo cruzar su cara como un cuchillo; su fuerza lo lanzó a un lado y cayó sobre Adam.

El mortífago Dolohov alzó su varita.

-Accio profe...

Sirius apareció de la nada para empujarle y lo mandó fuera de su camino.

Ahora Sirius y Dolohov estaban luchando, chispas volaban de la punta de sus respectivas varitas mágicas.

-¡Expelliarmus!

Dolohov no tuvo más remedio que retirarse para ir a por su varita, mientras que Sirius, Harry y Adam agachaban sus cabezas para esquivar hechizos aturdidores que volaban hacia ellos.

-¡Muy buena! Ahora quiero que salgáis de aquí.

Los tres se agacharon una vez más, un chorro de luz verde falló por poco en darle a Sirius.

A través de la sala se vio a Tonks caer desde la mitad de las escaleras de piedra, su cuerpo volcado por los asientos y Bellatrix, triunfante, volviendo a la batalla.

-¡Tomar la profecía y salir de aquí!

Sirius no tuvo más remedio que ir al encuentro con Bellatrix.

Harry y Adam intentaron escapar con los chicos, aprovechando el duelo que tenían los miembros de la Orden con los secuaces de Voldemort.

La pequeña bola de cristal cayó del bolsillo de Harry, y antes de que nadie pudiera cogerla, Neville le dio una patada.

Voló unos metros a su derecha y se estampó contra un escalón sobre ellos.

Mientras todos los chicos miraban lo ocurrido, espantados, una figura blanquecina con unas enormes gafas que aumentaban sus ojos se elevó en el aire, desapercibida para todos excepto para ellos.

-¡Harry, lo siento!- Yo no quería...- Se lamentó Neville, pero fue interrumpido por el propio Harry.

-No importa. Salgamos de aquí.

En ese momento, Harry se llevó la mano a su cicatriz porque empezó a dolerle con intensidad, y eso Adam lo pudo ver.

-¡Dumbledore!- Exclamó Adam.

-¿Qué?

-¡Es Dumbledore!

Harry se dio media vuelta hacia donde Adam miraba.

Justo sobre ellos, enmarcado bajo la puerta de La Sala de los Cerebros, estaba Albus Dumbledore con su varita alzada y lleno de furia.

Dumbledore caminó hasta el final de la escalera cuando los mortífagos más cercanos se dieron cuenta de su presencia y avisaron a los demás.

Un mortífago se acercó a él, pero el hechizo de Dumbledore lo alejó fácilmente y sin esfuerzo.

Solo dos personas seguían luchando.

Adam vio como su padre esquivaba un hechizo proveniente de la varita de Bellatrix Lestrange.

-¡Vamos, tú puedes hacerlo mejor!- Exclamó, riéndose de ella.

-¿Eso crees? ¡Avada Keda...!

-¡Bombarda Maxima!

Bellatrix salió volando ante el hechizo que había conjurado Demetria Black.

Todos miraban la escena sorprendidos ante lo que había pasado en cuestión de segundos

Demetria fue hacia la prima de su marido con carcajadas irónicas.

-¿De verdad te veías capaz de matar a Sirius? ¿A tu propio primo, a mi marido?- Se reía una y otra vez. -De eso nada, antes tendrás que matarme a mi.

Lupin agarró a Adam y lo arrastró lejos de la plataforma.

El joven estaba lleno de ira porque Bellatrix casi mata a su padre, y lo que quería era matar a la bruja con sus propias manos.

Finalmente se soltó del agarre de su padrino y fue junto a su madre.

Dumbledore tenía a la mayoría de mortífagos restantes agrupados en medio del salón, aparentemente inmovilizados por cuerdas invisibles.

Entre ellos, estaba Peter Pettigrew, ya todos sabrían que Demetria y Sirius no le asesinaron ni traicionaron a los Potter.

Moody había cruzado gateando la habitación hasta donde yacía Tonks para intentar despertarla.

Neville estaba hablando con Harry para preguntarle si ya se llevaba bien con ese hombre, a lo que él asintió.

Lupin se acercó a ellos y finalizó el hechizo que tenía Neville.

Las piernas des Neville de dirigieron al suelo y permanecieron quietas.

-¿Dónde están los demás?

Sin que Harry se hubiera dado cuenta, sólo él y Neville estaban presentes en la sala después del incidente con Bellatrix Lestrange.

-Están todos aquí detrás.

En ese momento, un gran grito se escuchó se escuchó detrás de la plataforma.

Harry vio que Demetria caía al suelo gritando de dolor por un hechizo que le había lanzado Bellatrix.

Bellatrix se giró y corrió al mismo tiempo que Dumbledore movía su varita para lanzarle un hechizo, pero ella lo devolvió.

-Adam, ¡no!- Gritó Remus al ver que su ahijado corría tras ella.

-¡Ella ha herido a mi madre y casi mata a mi padre!

Y se fue.

Todos gritaban tras él, incluido Sirius, pero no hacía caso.

Bellatrix lanzó una maldición sobre su hombro, el ataque se elevó en el aire y se volteó.

Adam terminó cubierto de una asquerosa poción.

Vio a Bellatrix desaparecer por una puerta del otro lado de la habitación.

Él corrió, pero ya se había cerrado la puerta tras ella y las paredes comenzaron a gritar.

La puerta que estaba tras él se abrió y el corredor que daba a los ascensores se extendió.

Adam corrió.

Escuchó el ruido de un ascensor y se montó en el.

Pulsó el botón que decía "Atrio", entonces las puertas se cerraron y empezó a subir.

Se abalanzó fuera del ascensor antes de que las rejas se abrieran completamente y miró alrededor.

Bellatrix estaba casi en el teléfono elevador en el otro extremo del vestíbulo.