Rompiendo las normas || Sirius Black.

31.

Capítulo 31: La Herencia.

Cuatro días después de que los señores Lestrange le escribieran a su hija diciéndole que se tenía que casar con Lucius Malfoy, ella tomó una decisión.

Por la noche, fue a la torre más alta de todo el castillo, fue a la Torre de Astronomía.

Nunca se había dado cuenta de las preciosas vistas que había en ese lugar hasta aquella noche.

Se dedicó a mirar por largos minutos las estrellas, el cielo estaba completamente despejado y quería aprovechar para ver las constelaciones.

Escuchó que alguien llegaba al mismo lugar donde estaba ella, pero ni siquiera se molestó en darse media vuelta para saber quién era.

Aquella persona se aproximó hacia Demetria y puso sus brazos alrededor de ella, para apoyar sus manos en la barandilla con la finalidad de dejar a la Slytherin sin escapatoria.

Demi se dio media vuelta y quedó cara a cara con su novio, Sirius.

-¿Qué haces aquí?

-Un par de pajaritos me han dicho que estabas aquí. ¿Está todo bien?- Se preocupó Sirius, arqueando las cejas.

Ella no tuvo que pensar mucho para saber que ese par de pajaritos que decía Sirius, eran James y Remus.

-Esta todo muy bien.- Hizo hincapié en las dos últimas palabras.

-¿De verdad? ¿Hay algo de lo que no me haya enterado?- Preguntó en tono burlón, sacándole una sonrisa a Demetria.

Ella asintió con la cabeza.

-Ya he tomado una decisión.

-¿Y bien? ¿Te vas a casar con Malfoy?- Dijo con curiosidad.

-Yo sólo me voy a casar contigo.

Sirius dejó de apoyarse en la barandilla, y puso sus manos sobre la cintura de la chica.

Cuando Demetria se vino a dar cuenta, su novio la había alzado en el aire y empezó a dar vueltas.

Ambos no pararon de reír, sobre todo Sirius, el cual estaba encantado con la decisión que ella había tomado.

-¡Sí! ¡Te amo, te amo, te amo!- Exclamaba una y otra vez lleno de felicidad.

La bajó y Demi pudo al fin tocar el suelo con sus pies.

Sirius se abalanzó sobre los labios de la chica, dándole cortos besos.

-Te prometo que no te vas a arrepentir.- Le aseguró él.

-Sé que no.

-Juro que te voy a hacer la persona más feliz del mundo. No te va a faltar nada ni a ti ni a nuestros niños.

-¿Tú y yo vamos a tener hijos?-Preguntó sorprendida.

-Claro, siete.- Exageró, haciendo que ella riera. -Ven. Todo el mundo tiene que saber que pronto tendrás el apellido Black.

Demi no pudo evitar sentir un escalofrío al escuchar su futuro apellido.

Sirius agarró su mano y caminó junto a ella.

Ambos salieron corriendo de la Torre de Astronomía y fueron a contárselo a todos sus amigos.

Pasaron los meses y cuando se vinieron a dar cuenta, llegó el mes de Mayo.

Todos los alumnos de séptimo curso estaban con los nervios a flor de piel, ya que faltaba exactamente un mes para los ÉXTASIS y el tiempo se les había pasado volando.