Rompiendo las normas || Sirius Black.

45.

Capítulo 45: Número 12 de Grimmauld Place.

Los meses pasaron rápidamente, y cuando Adam Black se quiso dar cuenta, ya estaba acabando su cuarto curso en Hogwarts.

Estaba esperando junto a los Weasley y Hermione a que terminara la tercera prueba del Torneo de los Tres Magos, pero cuando Harry Potter salió del laberinto, anunció lo que todos temían.

-¡Ha vuelto! ¡Voldemort ha vuelto!

Harry no paraba de llorar abrazado al cadáver de Cedric Diggory.

La Orden del Fénix se fundó hace muchos años para combatir a los magos tenebrosos, y qué mejor momento para volver a unirse que el regreso de Lord Voldemort.

A pocos días del comienzo de su quinto curso, Adam estaba frente al número 12 de Grimmauld Place junto a Remus.

-No me creo que vaya a volver a ver a mis padres.- Murmuró Adam mirando la puerta de la casa que se había presentado ante ellos.

-Ellos tampoco se lo creen. Ahora, entremos.

Remus abrió la puerta y dejó que su ahijado pasara primero.

El joven no tardó en encontrarse de frente a Hermione Granger.

-¡Adam!

La chica se abalanzó a sus brazos con mucha alegría de verle.

-Hermione, no sabía que estabas aquí.

-Llegué hace unos días.

-¿Y sabías que estaba yo?

Ambos se separaron y Adam miró a la persona que había dicho eso, Ron Weasley.

-Ron, hermano.

Los dos amigos se abrazaron brevemente, pero fue lo bastante largo como para que Adam se diera cuenta que en el fondo del pasillo había una sala con la puerta abierta.

Allí estaban sus padres mirando unos papeles.

Intuitivamente y al notar una mirada sobre él, Sirius levantó la vista para mirar a su hijo.

Entonces el chico se separó de Ron.

-Adam...

Todos los que estaban con Sirius no pudieron evitar mirar también al joven.

-¡Papá!

Adam fue corriendo y Sirius se levantó de su asiento.

Sirius le cogió la cara y le llenó de besos.

-Mi pequeño cachorro, como te he echado de menos.

-Cariño...

Padre e hijo giraron su cabeza para mirar a aquella mujer que había susurrado esa palabra.

-Mamá.

Adam dejó a su padre y fue hacia Demetria para darle un abrazo lleno de cariño.

-Es preciosa...- Dijo Ron completamente embobado con la mujer. -La escena, quiero decir.

No era la primera vez que Ronald tenía que rectificar sus piropos hacia Demetria al sentir la amenazante mirada de Sirius sobre él.

-¿Él es Adam?

El recién nombrado miró a la mujer que había dicho aquello, la cual estaba sentada al lado de un hombre, más concretamente su esposo.

-Sí, señora. Adam Black, mucho gusto.

Los dos se saludaron con un apretón de manos.

-Estaba encantada de conocerte, tu madre no ha parado de hablarme de ti. Yo soy Amy Stone, y él es mi esposo, Andrew.