Rompiendo las normas || Sirius Black.

39.

Capítulo 39: Visita a Hogsmeade.

Estando en las proximidades de la Casa de los Gritos, Adam creyó ver a su madre en forma de animago.

Creyó que se estaba obsesionando y que se había confundido, pues su madre en forma de animago era blanca al igual que la nieve, así que no se lo contó a sus amigos.

Los cuatro chicos se fueron de allí y mientras iban caminando por Hogsmeade, se encontraron a Madame Rosmerta.

-¡Mirar! Es Rosmerta. A Ron le gusta.- Avisó Hermione.

-¡No es cierto!

Los cuatro pararon al ver que a ella se acercaban Cornelius Fudge, Rubeus Hagrid y Minerva Mcgonagall.

-Cornelius, ¿qué tal estás?- Saludó la mujer.

-Rosmerta, querida. Espero que todo te vaya bien.

-Me iría mucho mejor si el Ministerio no mandara dementores a mi bar todas las noches.- Le reprochó Rosmerta.

-Te recuerdo que no tenemos uno, si no dos asesinos sueltos.

-Sirius y Demetria en Hogsmeade, ¿qué les traerá por aquí?

-Harry y Adam.- Le susurró.

-¿Harry y...?- Preguntó sorprendida, sin poder acabar la frase ya que Mcgonagall la mandó a callar.

Entraron al bar y cuando se quisieron dar cuenta, Harry ya tenía la capa de invisibilidad puesta.

-Por ahí va.- Indicó Adam a Ron y a Hermione al ver las pisadas en la nieve.

Harry no tuvo problemas para entrar a Las Tres Escobas, pero los otros tres chicos no pudieron al ser menores.

Al no tener otra opción, Hermione, Ron y Adam se sentaron en una roca a esperar a que su amigo saliera de la taberna.

Tras unos minutos, la chica vio las pisadas saliendo del bar, así que le siguieron al ver que Harry no se frenaba.

Luego de andar unos metros, las pisadas se dejaron de ver al lado de una roca.

Hermione fue la que se acercó primero, y le quitó la capa de invisibilidad.

Los chicos pudieron ver a su amigo llorando sin cesar.

-Harry, ¿qué ha pasado?

-Eran sus amigos, y les traicionaron. ¡Eran sus amigos!

Harry siguió llorando con bastante rabia acumulada.

-Ojalá vengan a por mi, porque cuando me encuentren voy a estar listo para matarlos. Ellos fueron los causantes de que mis padres murieran, y voy a vengar sus muertes.

Adam no podía evitar sentirse mal por su amigo.

Así era como él se ha sentido durante todo este tiempo, creyendo que los Black eran uno traidores.

Se sentía fatal al saber que no podía aportarle más información relacionada con los fugitivos, le había prometido a Remus que no diría nada al respecto y no le iba a defraudar.

Pero lo que no esperaba era sentir pena por sus propios padres.

Al fin y al cabo, si hubieran querido matar a Harry o a Adam, lo hubieran hecho ya.

Pasaron unos días y todos estaban dormidos en la habitación, todos menos Harry y Adam.

El de gafas estaba viendo el Mapa del Merodeador, mientras que el joven Black estaba estudiando, en ese sentido era muy parecido a su madre.