42.

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Capítulo 42: La Casa de los Gritos.

Llegó el día que Rubeus Hagrid no quería que llegara.

Ese mismo día, antes de la puesta de sol, iban a decapitar a su hipogrifo Buckbeak.

Los cuatro chicos iban hacia su cabaña para hacerle compañía, mientras que Ron le recordaba a Hermione que su gato había matado a Scabbers.

Por el camino se encontraron con Draco Malfoy y sus dos secuaces, los cuales se estaban burlando de la muerte que le esperaba al hipogrifo.

-Me van a dar la cabeza de ese hipogrifo, y la voy a donar para que la pongan en la sala común de Gryffindor.

Los tres rieron y Hermione fue corriendo hacia ellos.

Al llegar, la chica le apuntó con su varita y el rubio no tuvo más remedio que caminar hacia atrás todo lo posible, hasta chocar con una gran roca.

-¡Tú! ¡Asquerosa y sucia cucaracha!

Malfoy estaba al borde del llanto, mientras que sus dos amigos no hicieron nada por defenderle.

-Déjalo Hermione, no merece la pena.

Al escuchar a Ron, la chica bajó su varita y Draco empezó a reír.

-No merece la pena hechizarle, pero sí pegarle.

Dicho esto, Adam le propinó un puñetazo en su apreciada cara, rompiendo su nariz.

Los tres matones de Slytherin se fueron, maldiciendo a Adam.

-Buen golpe.- Le alagó Harry.

No perdieron más tiempo y fueron a la cabaña del guardabosques.

Estuvieron un rato intentando animarle y consolarle, a sabiendas de que no podían hacer nada por salvar la vida del pobre Buckbeak.

Entonces, Hagrid se acordó y le dio a Ron su rata.

-¡Scabers, estás bien!

-Debes cuidar más a tus mascotas, Ron.

-Creo que alguien se tiene que disculpar.

Ron rodó los ojos e hizo como si no hubiera escuchado a Hermione, mientras que Adam se tuvo que aguantar las gatas de abalanzarse sobre ese traidor y matarle.

Entonces, una piedra golpeó a Harry, haciendo que este se girara para mirar por la ventana.

No vio al agresor, pero en cambio, vio a Dumbledore, a Fudge y al verdugo que iba a decapitar al hipogrifo.

-Tenéis que marcharos, si no, vais a tener serios problemas. Sobre todo tú, Harry.

Los cuatro jóvenes se fueron por la puerta de atrás, no sin antes darle ánimos a Hagrid.

Subieron a lo alto de la colina y desde allí, vieron la decapitación de Buckbeak.

Hermione se abrazó a Ron, y a ese abrazo se unió Harry.

Adam no abrazó a nadie, sólo contempló la escena hasta que un grito le hizo mirar a Ron.

-¡Ah!- Se quejó el pelirrojo. -Scabers me ha mordido.

La rata salió corriendo y Ron fue tras ella, mientras que los otros tres chicos fueron tras su amigo.

-¡Ron, espera!- Exclamaban una y otra vez.

Finalmente, se lanzó sobre su rata y la agarró, pero estaba demasiado cerca del Sauce Boxeador.

-¡Ron, corre, o el sauce te golpeará!- Le advirtió Adam.

Rompiendo las normas || Sirius Black.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora