30.

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Capítulo 30: Consecuencias.

Pasaron un par de días desde que los Lestrange le escribieron a su hija, y desde entonces Demetria estaba mucho más distante con Sirius.

Ella no estaba enfadada ni mucho menos, pero tampoco estaba en su mejor momento con Sirius.

Le trataba de forma cordial y respetuosa, como si sólo se conocieran de vista.

Al fin y al cabo, se tendría que casar con otro chico y no quería seguir con Sirius a sabiendas de que se tendrían que separar de él al finalizar el curso.

Después de la clase de Adivinación que Gryffindor impartía junto a Hufflepuff, los cuatro merodeadores se quedaron en medio del pasillo para charlar y hacer tiempo antes de ir a su siguiente clase.

-¡Sirius Black!

Inmediatamente todos los presentes en el pasillo miraron a la persona que había gritado con tanta ira el nombre del chico.

Demetria caminaba hacia el grupo de amigos lo más rápido posible, mientras que ellos se miraban entre sí.

-La serpiente está hecha toda una leona.- Bromeó James.

-Mejor nos vamos.

Remus agarró a James y a Peter del brazo para que se fueran junto a él.

-¿Ocurre algo?- Le preguntó Sirius a la chica una vez que llegó frente a él, mientras apoyaba su espalda en la pared.

-¡Sí, claro que pasa! ¿Cómo eres capaz de mandarle esa carta a mis padres? La próxima vez que les vea, ni siquiera podré mirarles a la cara.- Gritó.

-Por Merlín, Demi. Te hice un gran favor.

-¿Un gran favor?- Repitió de manera irónica. -Eso no es un favor, ni mucho menos. Si les querías dar una buena impresión has conseguido todo lo contrario.

-No necesito que tus padres se lleven una buena impresión de mi. A mi me basta con que te la lleves tú.

Demetria estaba empezando a ponerse colorada, pero del enfado que sentía al escucharle.

-¡Eres un completo idiota!

-¿Lo dices de verdad?- Se burló el chico. -No esperaba que dijeras eso.

Sirius sonreía de manera exagerada, provocando más enfado en la Slytherin.

Cualquiera estaría enfadado al ser insultado por una chica, pero Sirius sabía de sobra que era a causa del enfado.

Le estaba dando demasiada ternura la manera que tenía Demetria de enfadarse, sentía ternura cuando se ponía colorada, cuando no le salían las palabras debido a la ira que sentía y cuando pataleaba como una niña pequeña.

-¡Pues claro que lo pienso de verdad! No entiendo como no se te cae la cara de vergüenza al hablarle así a mis padres. Deberías de tener un poco de respeto con la gente que no conoces, ¿sabes?

Sirius asentía con la cabeza de manera burlesca.

-Claro, no sabes cómo me arrepiento.- Dijo de manera irónica.

El Gryffindor aprovechó que Demetria no contestaba todavía para decirle de malas maneras a los alumnos que miraban la escena que se fueran de allí.

-Eres un sin vergüenza, un estúpido, ¡un completo chalado!

Demi sintió un alivio inmenso al decir aquello, porque en ese momento, lo sentía así.

La sonrisa de Sirius se borró de inmediato.

En cambio, el chico miró con seriedad a los ojos de Demetria, aquellos ojos que le volvían completamente loco.

Rompiendo las normas || Sirius Black.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora