Rompiendo las normas || Sirius Black.

34.

Capítulo 34: 31 de Octubre de 1981.

La noche de Halloween de 1981, tuvo lugar el asesinato del matrimonio Potter.

Peter Pettigrew, el guardián secreto, le había dicho a Lord Voldemort dónde se escondía la familia Potter.

Lily y James fueron asesinados a manos del señor oscuro, pero, para sorpresa de todos, Harry Potter sobrevivió a la maldición imperdonable Avada Kedavra, derrotando a Voldemort.

Sirius era el que peor se sentía al enterarse de la noticia, porque fue él quien había sugerido que Peter fuera el guardián, y ahora sus dos amigos estaban muertos.

-¡Han muerto por mi culpa, Demi!- Se lamentaba una y otra vez, llorando sin cesar.

-No, no ha sido tu culpa. El único culpable a sido Peter, que nos ha traicionado a todos.

-Esa sucia y asquerosa rata..- Murmuró. -Todavía no debe andar muy lejos.

Sirius fue hacia la puerta de la casa y se puso su chaqueta de cuero.

-¿A dónde vas?- Dijo Demetria con tono de preocupación.

-A vengar a mis amigos. Enseguida vuelvo.

Sirius le dio un beso en la frente a su mujer, otro a su hijo, y acto seguido, se fue de casa.

Black fue hasta el Valle de Godric con su motocicleta voladora, donde se encontró la casa de los Potter totalmente destruida, y el cadáver de sus dos amigos.

Para su sorpresa, hubo un único sobreviviente al ataque de Voldemort, y ese fue su ahijado.

Lo cogió en brazos y se lo acurrucó en el pecho, dejando caer varias lágrimas en silencio.

En ese momento, Rubeus Hagrid llegó a la escena de los hechos bajo las órdenes de Albus Dumbledore.

El propio Sirius Black se ofreció a llevar a Harry Potter, pero Hagrid hizo hincapié en que lo tenía que llevar él mismo, porque Dumbledore había hecho arreglos para enviar al pequeño a la casa de la hermana de Lily, Petunia.

Sirius no se pudo oponer, pero insistió en que Hagrid se llevará su propia motocicleta, y el semigigante aceptó, con la condición de que después se la devolvería.

Cuando Black se quedó a solas en el Valle de Godric, salió en busca de Peter Pettigrew para vengar la muerte de sus amigos.

Mientras, en casa, una preocupada Demetria no podía dejar de pensar en qué estaría haciendo su marido en esos momentos.

Preocupada porque estaba tardando demasiado, por medio de la red flu, fue hasta casa de su mejor amigo, Remus Lupin.

-Demi, ¿qué haces aquí?- Preguntó el licántropo nada más verla.

-Remus, es una historia muy larga y yo tengo prisa. Necesito que vengas a casa para cuidar a Adam, te prometo que no tardaré.

El hombre no puso impedimento, y ambos volvieron a casa, donde estaba el pequeño Adam completamente dormido.

Demetria se fue y dejó a Adam con su padrino.

Empezó a buscar a su marido por todas partes, y tras mucho buscar, lo encontró en una calle muggle junto a Peter Pettigrew.

Ambos esperaban que Peter se rindiera, ya que no tenían opción de pelear ante la presencia de muggles, y eran dos contra uno.

Sin embargo, Peter les sorprendió a los dos cuando lanzó el hechizo Rictumsempra, provocándole un ataque de risa a ambos.

Pettigrew provocó una gran explosión que hizo que los once muggles presentes murieran en el acto.

Además, se cortó un dedo como evidencia para fingir su propia muerte, y se fue de allí gracias a su forma de animago.

Los trabajadores del Ministerio de Magia no tardaron en aparecer, y vieron al matrimonio Black riendo a carcajadas frente a los cadáveres de las víctimas y el dedo de Peter.

Los tomaron por locos, y dieron por hecho que ellos habían sido los culpables de todas las muertes ocurridas esa noche.

Demetria y Sirius fueron arrestados por el Departamento de Aplicación de Ley Mágica y fueron condenados sin juicio a Azkaban por el asesinato de Peter Pettigrew y las víctimas de la explosión, además de por revelar información sobre el paradero de los Potter y por estar al servicio de Lord Voldemort.

Demetria no podía creer lo que acababa de suceder, era completamente irónico.

¿Cómo iba ella a estar al servicio de Lord Voldemort, si en su trabajo de dedicaba a proteger al mundo mágico de los magos oscuros como él?

Además, James Potter era el mejor amigo de Sirius Black, era imposible que él fuera quien revelara el paradero de los Potter a Voldemort.

El único traidor que había era Peter Pettigrew, el cual era el verdadero guardián del secreto y había traicionado a todos sus amigos con tal de no ser asesinado a manos de Lord Voldemort.

Los más inocentes fueron los condenados a Azkaban mientras que el culpable quedó en libertad.

Albus Dumbledore, después de dejar a Harry Potter en casa de los Dursley, fue a la casa que Demetria había heredado de su tía, donde aún estaba Remus Lupin con su ahijado.

Le explicó todos los hechos sucedidos aquella noche, le explicó que se había quedado sin amigos porque habían muerto o habían sido enviados a Azkaban.

Al ser el único familiar, Remus se tuvo que hacer cargo de su ahijado, Adam Black, aunque para él no suponía ningún problema.

Obviamente, estaba preocupado por su licantropía, pero en las noches de luna llena, el chico dejaba a Adam con su padre para no ponerle en riesgo.

Ambos vivieron juntos durante doce años, y cuando Remus pensó que era el momento oportuno, le explicó a Adam lo que sucedió con sus padres.

Solo le puso una condición.

Ninguno de sus amigos en Hogwarts podía saber que Remus era su padrino, ni que era hijo de los presos Demetria y Sirius.