17.

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Capítulo 17: Amortentia.

Al día siguiente, lo primero que hizo Demetria nada más entrar al comedor fue mirar a la mesa de Gryffindor para ver a los merodeadores.

James y Remus la miraron con lástima, ya que sabía lo que significaba para Demi su pelea con Black y se sentían mal por ella.

Sirius sabía perfectamente que ella había entrado al Gran Comedor, pero ni siquiera se dignó a mirarla y siguió desayunando como si nada.

Peter, en cambio, se desentendía de la situación y no levantaba la vista de su gran plato de tostadas, estaba demasiado ocupado comiendo.

Demetria decidió no hacer ni decir nada, solo se limitó a ir hacia su mesa cabizbaja.

-Pobrecita, ¿has visto las ojeras que tiene? Debe de haber estado toda la noche llorando.- Le dijo James a Lupin.

-Seguramente. Canuto, creo que te has pasado.- Habló Remus. -Ella no se merece esto.

-No me he pasado en absoluto, sólo me preocupaba por ella. Si hubiera cometido el más mínimo fallo, ahora mismo tendría una pierna menos o estaría incluso muerta.

-¡Pero lo hizo por ayudar a Lunático, al igual que nosotros!- Exclamó James, indignado.

-Si la hubieras apoyado desde un principio, los cuatro le podríamos haber ayudado con su transformación, pero te negaste y sólo ha tenido la ayuda de James. Aún así, todo ha salido bien. ¿Qué problema hay?- Dijo Remus.

Sirius, harto de la conversación, dio un fuerte golpe en la mesa, asustando incluso a las personas que estaban cerca de él.

-Os espero en clase de pociones.

Se levantó de mala gana y se fue lo más rápido que pudo, con la atenta mirada de sus amigos sobre él.

Luego de unos minutos, la clase de pociones estaba a punto de empezar, así que todos los alumnos de sexto curso que quedaban en el Gran Comedor, se dirigieron a las mazmorras.

Al llegar al aula de pociones, las miradas de Sirius y Demetria se cruzaron por un instante, pero el chico se encargó de apartar la suya rápidamente, haciendo sentir a Demi mal.

-Buenos días, alumnos. Hoy vamos a aprender estas tres pociones de aquí. ¿Alguien sabe cual es esta?- Dijo Slughorn, señalando el frasco más pequeño.

-Felix Felicis, señor. También llamada como suerte líquida, hace que al bebedor afortunado por un periodo de tiempo condicionada a la cantidad tomada.

-Muy bien explicado, señorita Evans. Diez puntos para Gryffindor.- Alagó el profesor a una de sus alumnas más predilectas.

-¡Por las barbas de Merlín, señorita Lestrange!- Exclamó Slughorn con asombro, haciendo que todos se giraran para mirar a la recién nombrada. -¿Qué le ha pasado? Espero que esas ojeras sean por haber estudiado hasta tarde.

Slughorn se rió de su propio chiste, pero Demetria estaba bastante incómoda por las miradas de todos sus compañero.

-Ven, acércate y dime qué es esta poción.

Dio unos cuantos pasos hasta estar delante del caldero señalado por el profesor.

Enseguida pudo reconocer su contenido por el color, su vapor y su brillo.

-Amortentia, el filtro de amor más poderoso que existe. Tiene un olor diferente para cada persona, según lo que le atraiga.- Explicó con desgana.

-Estupendo, ¡sí señor! Diez puntos para Slytherin. ¿Nos puede decir a que huele para usted?

-Huele a gasolina.

Rompiendo las normas || Sirius Black.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora