16. La Repuesta

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~Narrador omnisciente~

La única manera en la que esto funcionará Elizabeth, es si nos conocemos a profundidad —comentó Aubrey tratando de sobrellevar la situación.

Ese entusiasmo por conocer todo acerca de ella, despertó la curiosidad de la joven.

Él la observó con curiosidad en sus ojos, pero ella no quería hablar sobre su pasado.

Y la vio dirigirse directo a la puerta de su habitación.

~×~

En pocos minutos, llegó a su hogar, se sentía mal por haberse ido de la mansión pero no podía decirle a su prometido todo lo que ella había intentado olvidar. Con la ayuda de su mejor amiga logró calmarse y pensar mejor.

—Antes no le importaba nada sobre mi pasado, ¿por qué ahora si? —cuestionó la joven. —"Ojos curiosos, mentes curiosas", eso decía mi madre. Y tiene razón, hoy me vio con tanta intriga sobre mi, por eso decidí irme de allí o se lo diría todo —comenzó a caminar por su habitación en círculos, tal como lo hacía cuando estaba nerviosa.

¿Como es posible que no sé de cuenta de que Aubrey solo quiere conocer a la mujer que ama?, pensó Alice.

Alice la observó con incomprensión y un poco de gracia en sus ojos.

—¡Alice! ¡No te rías, esto es serio! ¿Sabes que? Ya no te diré nada —dijo —. No podría hacer eso ni aunque quisiera, no tengo a nadie más a quien contarle. Así que ayúdame a ver que hago. ¿Le invento mi pasado?



Instintivamente, la abrazó con fuerza, y le consejo que lo mejor sería decir la verdad.

—La mayoría de veces tienes razón, Alice. Seguro que está no es la excepción, está bien, le diré la verdad. Pero mañana, hoy vayamos por un helado, como hermanas —propuso en un intento de evitar sus problemas.

—En realidad, siempre tengo la razón, Elizabeth. Pero eso es agotador, así que me merezco que me compres el helado.

—A mi deberías de comprarme el helado porque fue mi idea —reclamó.

Elizabeth echo a correr, y Summer la siguió, pues no quería ser ella la que pagará los helados.

Una carrera definiría quien tendría que pagar. Era evidente quien ganaría pero aún así era divertido la simple idea de competir. Viento en sus rostros y los ojos de muchas personas sobre Elizabeth y Alice mientras corrían por el pueblo como chiquillas jugueteando.

A ellas no les importaba nada más que llevar a su destino y ganarle a la otra. Recorrieron el camino hacia la heladería lo más rápido que sus piernas les permitían pero Elizabeth era un poco más alta que Alice entonces esta última debía esforzarse más si deseaba conseguir la victoria y lo que esto conllevaba: obtener un helado gratuito y la satisfacción de ganarle a su hermana menor.

—¡Eres más lenta que una tortuga! —le gritó a su hermana menor al pasarla.

«Oh, ¿cómo sucedió esto? ¿En qué momento me pasó?» se lamentaba Elizabeth mientras iba corriendo.

Bien decían que no era bueno cantar victoria antes de que así sucediera porque podrías no ganar. Una situación parecida se presentó esta vez.

Maintenant si c'est de l'amour (PGP2023) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora