~Narrador omnisciente~
Había dormido por un tiempo en la habitación de sus padres cuando era pequeña, pero no fue hasta ese momento en el que ingresó de nuevo a ese lugar.
— ¿En la habitación de tus padres? ¿Qué haces aquí, amor? — se acercó y no reconoció el lugar, él no había entrado nunca allí. Pero vio cómo su mujer parecía recordar muy bien ese sitio.
«Hay que darle su espacio» pensó Owen y bajó para toparse con su invitado.
— ¡Oh, es cierto! Sigues aquí, sé que lo que acaba de pasar fue incómodo, pero no te preocupes, es algo normal con ella en tu vida — ambos rieron.
Owen invitó a Aubrey a un par de copas de vino mientras charlaban sobre el por qué el futuro Lord había decidido llegar a América y dejar su hogar.
~×~
~Dos semanas después~
—¡Owen! ¡Y Elizabeth! Vaya que sorpresa, no sabía que estaban aquí, vengan entren. ¡También Aubrey! — los invito a entrar el Duque Bassett al verlos en su entrada.
«¿Acaso todos los conocidos de Elizabeth tienen mala memoria? ¿O será simplemente que si les agrado?» se preguntó Aubrey.
—Noah, lamento venir de imprevisto, pero quería verlos y no conocía tu casa aún, por suerte mi apuesto esposo sabe muy bien el camino!—dijo. —¡Oh! ¡Felicidades por el bebé!
—Le agradezco Lady Elizabeth. ¿Se les ofrece algo de beber? ¿Quieren algún té?
—Aquí no toman té, además un vaso de agua está bien —respondió la otra dama.
—Observé que traen un invitado con ustedes, ¿qué te trae a América, Aubrey? —sonrió amable el Duque.
Aubrey se quedó callado, no se sentía cómodo al responder. El Duque no insistió y les mostró su mansión, subieron unas escaleras y les mostró el segundo nivel de su morada.
— Unas cuantas paredes con más color no vendrían mal.
Se tumbó en la hamaca que contaba en el balcón y su mejor amigo solo se rio del comportamiento infantil que seguía intacto en ella. Oyó cómo llamaban a la puerta y se asomó, desde allí vio a su otro amigo, feliz pidió que abrieran.
— ¡Estamos arriba, sube! — grito el Duque.
— ¿Sabías que estábamos aquí? Porque siempre tuve mis sospechas, creo que practicas magia negra — comentó la mujer a forma de saludo hacia su mejor amigo.
— Ella tiene razón, yo también lo pienso — le siguió el juego.
— Mira, amigo mío, si algún día te pido que conviertas a alguien en rana, ¿podrías hacerlo o aún no llegas a ese nivel? — cuestionó mientras reía.
Chatlotte subió las escaleras y les entregó un vaso de agua a cada uno de los invitados.
— Deberías de ayudar a Charlotte, Noah.
— Está en las últimas semanas del embarazo, no quiere ni que respire cerca, menos que la ayude — sonrió.
Charlotte fue abriendo los ventanales de la mansión mientras el resto solo observaban, su marido intentó ayudar y no se lo permitió, resbaló y se cayó. Instintivamente pensó lo peor.
Reconoció la voz del doctor Richard cuando llegó lo más pronto posible, de pronto la linda reunión ya no era tan amena, era preocupante, Noah estaba aterrado.
— ¿Entonces estará bien? — cuestionó el inglés preocupado.
— Únicamente el doctor sabe eso.
— Ahora solo podemos esperar.
Afortunadamente, el doctor salió rápido de la habitación de Charlotte y les dijo que todo estaría bien, que no había que preocuparse. Todos suspiraron aliviados.
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Maintenant si c'est de l'amour (PGP2023)
Historical FictionElizabeth se ve atrapada en una encrucijada. Alguien que la daño en el pasado y una nueva persona en su vida se encargarán de ponerla en una posición difícil. Todo lo que nunca quiso hacer parece ser la única manera de que sus seres queridos sean f...