32. Más Pronto Cada Vez

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~Elizabeth~

—Acá te dejo mi ofrenda de paz, perdóname por favor —cruza su mirada con la mía mientras ve el pastel de chocolate que le prepare.

Cada vez que cocino quemo todo, al menos aprecia que este pueda ser comestible.

Y si aún no puedes perdonarme lo entiendo —salgo de la habitación resignada al ver su silencio.

Al poco tiempo Alice sale con la bandeja vacía y me abraza sin decir nada más, eso solo significa dos cosas: estoy perdonada y el pastel estaba rico.

~×~

—Otra vez llegan tarde, deberían agradecer que en serio necesitaba verlas o no las recibiría —dice. — Aunque eres bastante impuntual, debo admitir que eres inteligente y tienes un don para el dibujo, escogimos tu boceto para el vestido.

—Iré diseñando su vestido entonces —comento.

—El vestido de las demás los diseñará la modista, gracias —dice mi hermana apareciendo junto a mí.

—Interesante, jamás había presenciado una pelea entre hermanas, pero te apoyo a ti—dice dirigiéndose a mí.

—¿Importa más tu futura esposa que tu cuñada preferida?

—Para empezar eres su única cuñada, Alice, y si, obviamente, me prefiere a mí. Así que no hay discusión, yo soy la favorita de todos.

—Un vestido tenías permitido diseñar, y fue el tuyo. Los nuestros los hará Ruby —se sienta en el sofá y nos invita a hacer lo mismo.

Solo porque no quería hacer su vestido, no diré nada más sobre eso.

—Será mejor que comencemos a pensar en los invitados a la boda, no quiero que sean muchos —digo. —Un máximo de cien personas.

—Siento interrumpir, pero Lord Yates la solicita en su despacho ahora mismo, mi Lady —interrumpe una criada.

Va a dónde le dijeron, cierro los ojos por un momento, empiezo a sentir sueño, creo que ese sueño recurrente todas las noches empieza a afectarme.

—¿Ahora además de faltar a nuestras reuniones, te duermes en ellas? —escucho la voz de mi prometido y presiento que vendrán muchos reclamos de su parte.

Aubrey espera una respuesta de mi parte, no quiero responder y por suerte Alice le inventa una buena excusa: le dice que estoy enferma y por eso no pude venir a la reunión anterior además de mi inmenso sueño.

~×~

Abro mis ojos y me encuentro en el sofá de mi casa.

—¿Me quedé dormida? —cuestiono.

—Así, es. Tuvimos que traerte dormida y dejarte aquí —responde mi hermana, quien está comiendo más del pastel que prepare en la mañana.

Esa es la razón por la que luego no le quedan sus vestidos.

—Incluso tuvimos que cargarte entre tres, pesas demasiado —se queja.

—Ir todos los días a la heladería no ayuda mucho a no ser pesada —reímos.

Summer se lleva a la cocina la bandeja vacía en la que antes había un trozo de mi exquisita creación.

Maintenant si c'est de l'amour (PGP2023) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora