43. El Contrato

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~Elizabeth~

Owen estaba en la última fila de bancas del salón.

Debí haber obedecido a mi corazón las muchas veces que quiso hacer notar los sentimientos que aún guardo por él, sin embargo lo ignore y ahora debía decidir rápidamente si quería aceptar a Aubrey o elegir a Owen.

Todas las miradas estaban puestas en mí.

Owen esperaba impaciente cualquier reacción de mi parte, igual que el resto de invitados.

—¿Acepta a Aubrey Linden Yates como su legítimo esposo? ¿Lady Lam?

Oliver y Oackley estaban en la primera fila de bancas que había en la iglesia y los volteé a ver. ¿Qué debía hacer? Ambos me sonrieron y así rieron en señal de apoyo a lo que fuera que decidiera.

—En verdad eres un hombre maravilloso, pero no puedo aceptar.

—¡Sabía que iba a ser lo mismo! ¿Acaso te parece divertido siempre negarte al matrimonio justo a mitad de la ceremonia? —grito mi tía con enojo.

—¿No puedes? ¿Por qué no? ¿Qué pasa? ¿Que hice mal?

— Simplemente no eres tú —explico.

—¿De verdad soy la única que va a decir algo respecto a eso? ¡Elizabeth no puedes solo decir no! ¡Menos justo ahora! —la tía Emily se veía bastante molesta.

—Haré lo que yo crea correcto y mejor para mí.

—¿Sabes lo que le costó a toda esta gente el que tú pudieras conseguir un buen marido? ¡Y solo arruinas todo! —creo que jamás la vi tan furiosa.

—¡No vas a negarte! ¡Firmaste un contrato!

—Usted no se meta.

—A mi no me hablas así —se levantó de su asiento en dirección hacia mí.

¡Ay! Creo que esto no saldrá bien.

—Observa, lo que harás será aceptar el matrimonio con mi hijo o tu familia no podrá vivir con sus lujos de siempre —sonrió con malicia.

—Sé que vamos a hallar una solución. De cualquier forma, no voy a casarme con su hijo por sus amenazas.

—Ya basta, padre.

—No, Aubrey, no te metas, por favor —pedí, debía resolver esto por mi cuenta.

—La que no va a meterse eres tú, Elizabeth. Lord Yates tiene razón, yo vi el contrato que firmaste, debes cumplirlo —interrumpe mi tía Emily.

¿¡Que hizo que!? Ahora entendía todo, su llegada tenía un propósito y era ese.

—Mi vida no va a dictarse por un trozo de papel.

—¡Basta! Ella no va a casarse conmigo, anulo el contrato. Ve y se feliz con quien desees —dictamina.

—Más te vale cumplir con tu palabra. ¡Lo firmaste!

—Aubrey ya ha dicho que no va a casarse con ella. Déjela en paz —abogó en mi defensa la madre del recién mencionado.

—Te deseo una vida plena y llena de amor, en verdad lamento no poder ser quien esperas, Aubrey. Nunca dudes de la increíble persona que eres, en verdad te agradezco mucho —le doy un abrazo en el que le agradezco con todo mi corazón.

Corro hacia Owen y lo beso. Tomo su mano y salimos corriendo de allí, no quiero saber de nada de nadie, debo ponerme al día con el hombre que amo.

Maintenant si c'est de l'amour (PGP2023) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora