23. Mentiras

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~Narrador omnisciente~

—Sé que seguro estas preguntándote que le sucedió a tu madre, ella te dijo que se cayó de la cama, pero no es verdad —afirma Lord Yates.

—Entró a la habitación y se dejó caer a la cama, pero en realidad cayó al piso, eso dijo ella —toma un sorbo de su agua. El ambiente de la cena está algo tenso. —El accidente de mi madre no me parece un accidente.

—La verdad es: tu madre había peleado conmigo e intentó golpearme así que no me dejé y se tiró hacia el suelo para que pensara que yo la había lastimado —entrega su plato a una criada y ésta lo lleva a la cocina.

«Viste como alguien honorable, vive como alguien honorable, pero en realidad no es nada así. Todo es pura apariencia» pensó el joven Yates.

—O me estás mintiendo o ella lo está haciendo, pero alguno de los dos no me está diciendo la verdad y la averiguaré a como de lugar —el joven se levanta de la mesa enojado y se dirige a su habitación.

Lincoln camina sereno hasta su oficina, en donde se encuentra con su criado de confianza, el mismo que le ayuda con las investigaciones que requiere en ocasiones.

~×~

—Lo único que tengo claro en este momento es que mis padres están actuando extraño —Linden recuesta su cabeza en las piernas de Zoe, mostrando su confusión con una mueca en su rostro.

—Ocultan algo, de eso no hay duda, pero no creo que sea algo tan importante para pelearte con él por eso.

Sonrió nerviosa, no estaba segura de cómo apoyar a su novio en esa situación.

—Una cosa quiero pedirte, por favor cuando nos casemos resolvamos los problemas hablando, no quiero ser como ellos.

Observó su rostro y pudo ver el miedo que había en sus ojos, ahora entendía que quería un matrimonio fuera de peleas, solo pudo sonreír mientras lo imaginaba.

Linden sonrió también, enseñando sus dientes.

—¡Enrojeciste! Jamás te había visto enrojecida —ríe el chico.

—Más te vale no decir nada sobre esto a nadie, tiene que pensar que soy fría.

Aubrey enarcó sus cejas, le daba curiosidad llevarle la contraria.

—Un hombre una vez trató de llevarme la contraria, no acabó bien. No lo hagas.

Abandonó su deseo suicida de tentar a la suerte y se acercó a sus labios, empiezo a darle un casto beso.

—En caso de que me lleves la contraria, voy a castigarte y no será con un beso—prometió ella.

—Saludame al diablo cuando lo reemplaces en el infierno, a veces me das miedo —expresa el joven.

¡Un saludo, Zabeth_Bany!

Maintenant si c'est de l'amour (PGP2023) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora