17. Enamorada (II)

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~Narrador omnisciente~

Ya tenía todo listo para su plan, solo tenía que correr más rápido que su mejor amiga y ella pagaría su helado. Desde el inicio era obvio que ya había perdido.

—Todo fue culpa de esa estúpida roca —hizo un puchero.

Zoe supuso que sería fácil ganarle a Summer, pero en su interior le agradecía a esa roca que la hizo tropezar o a ella le habría tocado que pagar los helados.

Ambas se dirigieron en silencio hacia el mostrador y eligieron sus helados, ambas de diferente sabor. Zoe rodeó la mesa que estaba cerca de ellas para sentarse.

Vio a Alice muy nerviosa de repente.

—Únicamente una vez te he visto así de nerviosa.

—Es solo que iba a decirte algo. Eso es todo —comenzó a buscar con la mirada al joven que la traía loca.

Se habían conocido en el mismo baile que Elizabeth y Aubrey.

¡No puede ser, esta aquí! Ya sé, me voy a acercar a él y le diré: "Hola Liam, ¿que tal has estado? no te he visto en mucho tiempo", no eso suena acosador, pensaba Alice mientras el joven hacía su pedido a los empleados.

—Nuestros cuellos van a entumecerse si seguimos viendo a ese joven así.

— Una vez más amiga: ¡disimula! -dijo la joven en respuesta—. Es tan lindo, pero esta enamorado de alguien más.

—Una buena charla con él lo hará cambiar de opinión —se puso de pie y camino hasta el afortunado.

—Una joven está esperándole en aquella mesa —dijo al llegar junto al joven—. No la haga esperar.

—Realmente no soy un caballero, pero obviamente no eres una dama. Porque lo que acabas de hacer no lo haría una mujer de alta sociedad, solo por eso iré con tu amiga.

—¿Ocasión en la que no he cumplido con lo que digo? No hay. Ya tienes a tu galán. Los espero afuera —los deja solos.

La joven es agradable, deberían haber más como ella, pensó Liam.

—¿Usted y yo nos conocemos? Es que no recuerdo haberla visto.

Summer cayó estrepitosamente de su fantasía al escuchar lo que había dicho.

La pobrecilla soltó una pequeña risa, sabía perfectamente que no se conocían tan bien pero al menos esperaba que la recordara, al parecer el pequeño baile que habían compartido no había tenido importancia en la vida de Liam.

Él empezó a detallarle lo que le había dicho Elizabeth y la única razón por la que estaba allí sentado con ella.

Benjamín viajaría en el carruaje en el que había venido, y a pesar de que su charla con la joven no había sido lo que esperaba (puesto que ella solo le dijo que lo había confundido con alguien), la invitó a llevarla a su casa. Indicó al cochero que lugar era su nuevo destino y se fueron, no sin antes avisarle a su amiga. El traqueteo del carruaje hizo que una de las rubias que iban en el carruaje se apoyará sobre el muslo del rubio.

—Emprendimos el viaje por el camino más rocoso al parecer, ¿se encuentra bien? —la tomó de las manos suavemente.

—Lamento haberlo incomodado si lo hice.

—El que una joven tan hermosa como usted caiga ante mis brazos no me incomoda —sonrío seductoramente.

—Me gusta su manera de tratar a las mujeres. Lo que no me gusta es que le hable como anciano —bajó del carruaje la mas pequeña de las jóvenes.

Sin despedirse de Liam y sin agradecer ingresó a su hogar esperando que Alice hiciera lo mismo pero ella no quería hacerlo aún.

—Obviamente su amiga no es muy buena con los modales.

No era una ofensa, quiso remediarlo:

—Osea me refiero a que, las personas a veces... — no sabía que decir para remediar su comentario.

—Pues un caballero no diría eso de una dama. Que tenga un buen día —ingresó a su hogar sin dejar que le respondiera.

Jamás había hecho eso, ¡se siente increíble! Ahora entiendo porque Elizabeth ama desobedecer las reglas, pensaba Alice mientras reía.

—¡Increíble! Cuánto has aprendido.

—En realidad, jamás lo había hecho. Pero se sintió genial —sonrió feliz de haber hecho algo nuevo—. Pero fue un poco incorrecto también.

—Excelente, pero no la parte de que fuera incorrecto.

—No puedo creer aun que haya hablado con Benjamín —dio una vuelta en el salón principal completamente anonadada.

Elizabeth se acercó a ella, se dirigieron una mirada y salieron corriendo hacia la habitación de la enamorada joven. Al llegar se tumbaron en la cama y rieron.

El primo del joven Yates estaba muy molesto con Alice por haberlo dejado con las palabras en la boca.

—Eso fue inesperado —se dijo para sí mismo —. Alice es asombrosa.

—¿De regreso a su hogar, su excelencia?

—Bueno, en realidad deseo ir a visitar a Aubrey así que directo a la mansión Yates —ordenó el joven.

La orden de Liam fue cumplida al pie de la letra y cuando llegaron a su destino lo ayudaron a bajar del carruaje. Obviamente había llegado sin avisar, así que fue una sorpresa para su tía verlo en el salón principal de su hogar.

Ella lo recibió un tanto apresurada y lo envío a la habitación de su hijo. Mientras subía se sentía ansioso de decirle lo que le había sucedido. Aubrey no estaba en su habitación. Tuvo que buscarlo en otros lugares donde podría estar pero la mansión de Aubrey era casi del triple de tamaño de la casa de Liam y por eso fue un poco difícil para él encubtrar a su primo. Al fin lo halló. Estaba en las caballerizas, algo muy inusual puesto que a Yates le gustaba más estar dentro de las comodidad de su hogar que fuera de ellas.

—Realmente no esperaba verte aquí, Linden —lo ayudó a bajar de Charles, el caballo que habían comprado a los Lam.

—Oh, bueno, el sentimiento es mutuo. ¿Qué haces aquí?

—Pues quiero contarte lo que me pasó hoy...

¡Hola hola! Hace rato que no nos habíamos por aquí.
Espero que les esté gustando esta historia hasta donde va.

¿Que piensan de Liam y Aubrey, hasta el momento? ¿Les gusta ver a Elizabeth con Aubrey?

Un saludo, Zabeth_Bany
¡Feliz semana! ☺️

Maintenant si c'est de l'amour (PGP2023) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora