4. Problemas

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~Aubrey~

Me ha llegado el día. La más temida cita con Elizabeth llegó. La cita se concretó en un restaurante cercano, tuve que ir a traer a Elizabeth y se veía igual de animada que yo.

De lejos, veo como Elizabeth se acerca al regresar del baño. Tomo a él mesero por los hombros y le pido el menú. Mientras él camina frente a nosotros, me quedó en silencio, viendo a mi cita. Está linda, debo admitir, pero su temperamento no ayuda. Me recuerda un poco a la otra joven que he estado viendo.

Miró de reojo a él mesero y le suplico, con la mirada, que traiga la comida.

—Oye, vamos a tener que hablar alguna vez —fuerzo una sonrisa. Me ignora —. O no, como prefieras. Últimamente no he tenido suerte con las mujeres —comento después de un rato.

— ¿Ah, si? Que raro, si eres un amor de persona —sonríe falsamente —. Realmente, Aubrey. No me sorprende, porque eres engreído y egoísta.

—¿Ah, en serio? Bueno pues tampoco eres agradable —el mesero pone nuestra comida  frente a nosotros y dejo la pelea de lado.

—Lo lamento. Espero que disfruten la comida, pueden llamarme para lo que necesiten.

Se retira.

— ¡Oh! — se deleita —. Esto está delicioso.

Mi cerebro comienza a pensar cómo haré para hacer que esto pase rápido.

—Imagina que estuviéramos haciendo algo más, ¿que estuvieras haciendo? — digo —. Háblame.

— Cualquier otra cosa que no sea estar contigo —sonríe.

—Incluso si hago todo lo posible por caerte bien no puedo.

—Me agradarías si no fueras tan de sociedad.

—Verás, Elizabeth, la 'sociedad' no es a quien quiero agradar, solo soy obediente a lo que se debe hacer.

—Rara vez hago 'lo que se debe hacer', Aubrey, y estoy bien —dice —. No me agrada hacer lo que me digan, Aubrey. Yo quiero hacer lo que a mi me parezca correcto y obedecer solo mi voz.

— A mi me parece que eso es más egoísta que lo que hago yo —me levanto de la mesa aunque no haya terminado ni la mitad de mi comida.

~×~

Tenía en claro que no debo haberme comportado de esa manera con Elizabeth. Es solo que era muy difícil no salir de mis casillas con ella. Nunca me había topado con alguien como ella, siempre había sido muy agradable para las personas a mi alrededor.

Estaba empezando a pensar que quizás esto de salir juntos era mala idea. Aunque yo lo intentará no lo podía hacer solo. Mientras ella continuará siendo tan molesta no llegaríamos a nada. Así que quería rendirme. Mi padre tendría que escucharme y entender ¿cierto? ¿En qué estaba pensando? Obviamente mi padre no va a escucharme, él es quien dice que hacer y yo debo ser el que obedece.

—Necesito hablar con Benjamín —decidí —. Tengo que hablar con alguien o voy a volverme un desquiciado.

—¿Debería preocuparme porque estás hablando solo? —dice mi primo apareciendo en mi habitación —. ¿Cómo te fue en tu cita?

Empiezo a relatar el desastre. Mientras él solo me escucha.

Maintenant si c'est de l'amour (PGP2023) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora