Maintenant si c'est de l'amour (PGP2023)

37. Sire, El Cachorro

~Narrador omnisciente~

Las jóvenes la miraron detenidamente, tratando de descifrar su silencio, hasta que se abalanzó contra el cachorro frente a ella. Se incorporó un poco, les sonrió y agradeció por su peludo nuevo amigo. A Elizabeth siempre le habían fascinado los animales, así que este regalo era perfecto.

-Ordené que lo bañaran, al menos está limpio así que puedes abrazarlo cuanto quieras.

-Un poco de suciedad no iba a impedirmelo de igual forma.

Trató de que sus palabras no sonarán desagradecidas o groseras por el detalle que la joven Roy había hecho por su nueva mascota. Había creído que Summer jamás le había prestado atención las inmensurables veces que había dicho que quería un cachorro, evidentemente no había sido así. Tenía que aceptar que ahora que iría a vivir con Aubrey sentía que quizás él no permitiría que su peludo amigo se quedara con ellos. Pasadas las horas, después de que Zoe y Summer hubieran regresado a casa con un nuevo inquilino; Elizabeth estaba preparándose para dormir mientras contaba las horas para su gran día. La emoción y ajetreo del día había terminado, pero su mente ahora pensaba en el futuro y lo incierto que era.

-¡Oh! ¡Me asustaste! Estaba concentrada en mis cosas, ¿buscas algo?

-Ofrecerte mi maravillosa compañía, además dejaste a este pequeñín allá abajo -sonrió mostrando su perfecta dentadura.

Zoe abrió los ojos completamente sorprendida de haberlo olvidado. Si bien era pequeño, no tanto como para no notarlo y dejarlo por cualquier lugar.

-O en realidad no te gustó nuestro regalo, o estás muy despistada, ¿que ocurre?

Obtuvo un profundo silencio.

-Lo que sea que te preocupe puedes decírmelo -le recordó Alice.

-Sí, lo sé. No pasa nada, solo son cosas sin sentido que a veces pasan por mi cabeza -sonrió falsamente, ignorando que pensaba en su ex.

-Es tu yo interno queriendo decirte algo -le ofreció un abrazo a lo que ella con gusto aceptó.

-Usted jovencito, necesita un nombre -trago saliva y cambio de tema.

-¿Estamos de acuerdo en que el nombre de tu prometido no es opción?

-Indudablemente -afirmó la futura novia, entre risas.

-¿Harold, quizás?

No pudo contener el impulso de mirarla mal, ¿en serio pedía que no llamaran al cachorro Aubrey, pero consideraba Harold como opción? Alice comprendió qué, quizás, no era un buen nombre.

¿Que hombre le ponían? Imaginaron tantas opciones como sus cerebros se los permitió, pero ninguna les convencía del todo. Elizabeth entonces recordó que su padre siempre había querido un cachorro también. Rebusco entre sus recuerdos y encontró el nombre perfecto, el nombre que su padre habría utilizado de tener la oportunidad y decidió que ese sería el ideal, si mascota se llamaría: Sire.

-¡Lo tengo! ¡Tengo su nombre! Bienvenido a la familia, Sire.

«Sire, como padre, en honor a tu memoria, donde sea que estés» pensó Elizabeth.

-¡Es perfecto!

«Siempre estaré en tu corazón, hija mía» las palabras de Henry resonaron en su mente.

~×~

Hola!
Ya les hacía falta capítulo, verdad?
Bueno, allí lo tienen, disfruten.