Capítulo 38: El tiempo corre.

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-Dios, princesa.-susurró, necesitado de esto tanto como yo.

Acorté un poco más la distancia y nuestras narices quedaron pegadas.
La tensión sexual, así como la sentimental de cierta manera, inundaba toda la sala. Él jugó un poco con mi nariz, haciéndome sonreír como una niña pequeña. Ambos queríamos y ninguno daba el paso, no lo dábamos porque sabíamos que estaba mal. La manera en la que le echaba de menos me estaba matando. Todo de él, desde los momentos en los que me hacía suya hasta los momentos donde me hacía sentir la chica más feliz del mundo, todo eso... Todo eso me estaba matando.

-Llevo esperando tanto a este momento...-sentenció él, tan cerca de mi boca que dolía.-...pero no puedo hacerlo. No puedo engañar a Jae. Esto está mal.

Se alejó.
Miles de pensamientos corrieron por mi cabeza en ese momento. Tantas emociones. Tantas maneras de extrañarle, de quererle, de amarle. Cuando se alejó, me quedé allí parada, me avergonzaba mirarle a la cara. Seguía tontamente enamorada de mi él, de mi ex, quien, además, ya tenía otra novia. Debía olvidarme de él, no podía seguir con esto.

-Lo siento, T/n, yo...-dijo él mirándome apenado.

-No pasa nada.-sonreí con tristeza.-Te entiendo. Será mejor que dejemos de tener este tipo de... encuentros. Cuanto menos nos veamos, menos serán las probabilidades de que algo ocurra. Buenas noches. Descansa. Yo me quedaré un rato aquí.

-¿Quieres que te lleve a casa? Ya es de noche.-preguntó él, haciéndome más daño.

-No y, por favor, dile a Lee que se vaya.-le pedí.

-¿Qué? No, T/n, no me gusta que estes con él pero, prefiero mil veces que te lleve a que vayas completamente sola a esta hora.-se preocupó.

-Llamaré a Jennie. ¿Puedes irte ya?-cuestioné sin querer llorar delante de él.

Él me miró con tristeza.
Abandonó la sala y, por fin, pude desahogarme. Me senté en una de las sillas que había allí y comencé a llorar. Era impotencia, eso era lo que sentía. ¿Han estado tan enamorados de alguien que, incluso si lo intentaban, no podían olvidarle? Nuevamente, Jungkook era mi alguien. Me gustaba tanto y lo echaba tanto de menos que no podía olvidarle. No podía superarle.

-Estuvimos tan cerca.-lloré en voz baja, con la voz rota.

Pasada la media hora, llamé a Jennie.
Era increíble la manera en la que, estuviese donde estuviese y sin importar la hora que fuese, siempre me respondía. Le pedí que me fuera a buscar, dormiría en su casa por esa noche. Me pasé todo el trayecto llorando, destrozada. En cuanto llegamos ella me sirvió algo de agua y me dio uno de sus pijamas para estar cómoda. Su familia dormía, así que nosotras simplemente nos fuimos a su habitación y cerramos la puerta.

-T/n, tranquilízate. Por favor. Sabes que no sirve de nada que estés así.-trató de ayudarme, acariciando mi pierna.

-Estoy cansada, Jennie.-expliqué con la voz rota.-Todo esto me está matando y sigo sin saber cómo salir de esta jodida mierda. No puedo olvidarle. Ha pasado más de un año y sigo tan enamorada de él como el primer día.

-Intenta recordar cual fue la razón por la que le dejaste. Agárrate a eso, quizá te ayude a olvidarle.

-Me gusta tanto que, si ahora me pidiese volver...sería capaz de perdonarle absolutamente todo lo que ha hecho.-lloré aún más.

Jennie me abrazó.
Estaba preocupada por mi. Nunca había tenido un novio serio, es decir, lo tuve, pero era muy joven y no llegó a ser nada especial. Jamás había tenido que estar de esta manera por ningún chico y ahí fue cuando me di cuenta de que el amor es más jodido que todo ese cuento de hadas que te muestran.

being my boyfriend. [J.JK] #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora